sábado, 31 de enero de 2009
ARMADA 13
Navío Santísima Trinidad
La época de los grandes veleros.
Desde los mas remotos eventos de la historia aparece la vela como un instrumento fundamental para las actividades humanas en los mares, lagos y ríos. Se puede considerar como una de las mas antiguas "tecnologías" que utilizó el hombre para asegurar
la necesaria movilidad en las superficies acuáticas. Su temprana aparición creó la capacidad de utilizar embarcaciones de variado tamaño y forma en las fundamentales tareas de pescar, comerciar y finalmente hacer la guerra. No se conoce con certeza cuando surgió la vela pero existen evidencias de que ellas eran usadas en las lejanas épocas de los faraones egipcios, de los fenicios, de los griegos, de los romanos, y en muchos casos más. Los pueblos polinesios y malayos, también los chinos hicieron uso intensivo de esa tan útil herramienta y gracias a ella se pudieron poblar las incontables islas del Océano Pacífico.
Era pues la única forma práctica de desplazarse grandes distancias en el mar. El remo pudo ser inventado antes, sinembargo el remo fué un recurso de eficiencia limitada en los largos viajes. Lo que si estuvo presente en todos los casos fué la combinación de ambos artilugios, el remo y la vela.Despés se agregaría el timón como el tercer componente del equipo, y más tarde el ancla. Esos cuatro elementos desarrollaron definitivamente el arte de la navegación.
Los ingleses, dominadores indiscutibles del mar en la edad moderna hán bautizado esta época de los grandes veleros con la expresión "the Age of Sail" (La era de los veleros).
La época de los veleros há sido ubicada -arbitrariamente- por la historia en el espacio que transcurre entre los años 1571 (Batalla de Lepanto) y 1863 (Batalla Naval de Hampton Roads) cuando la fragata de vapor "CSS Virginia" de la Confederación Norteamericana, pudo destruír a las fragatas de la Unión, la "USS Cumberland" y la "USS Congress". En realidad, la última gran batalla naval con buques completamente propulsados a vela, fué la de Navarino (20 Octubre 1827) en Grecia donde una flota combinada de las armadas de Inglaterra, Francia y Rusia combatieron y derrotaron a la flota combinada de Turquía, Egipto y Túnez, debilitando el dominio que éstos países ejercían en el Mediterráneo y facilitando así la independencia de Grecia, subyugada hasta entonces por el Imperio Otomano.
En Hampton Roads lo que sí quedó demostrado fué la supremacía de la propulsión a vapor sobre la propulsión a vela, pero la vela no desapareció de golpe. No es cierto que la vela hubiese sido desplazada y desaparecido desde ese momento, por el contrario se continuó utilizando en gran proporción, pero esta vez combinando ambos sistemas, que en lugar de excluyentes llegaron a suplementarse. Esta condición de propulsión mixta se prolongó en algunas marinas hasta el primer cuarto del siglo XX. Así que hablar de "vapores de vela"no resultaría del todo incorrecto. Un ejemplo de la combinación de sistemas, se pudo presenciar en la Batalla Naval de Lissa (20 de Julio de 1866) que tuvo lugar en el mar Adriático, cuando la flota austriaca al mando del almirante Wilhelm von Tegetthoff derrotó a la flota italiana (aliada de Prusia)
del almirante Carlo di Persano, durante la Guerra Austro-Prusiana.
Organización de Marinas. Proto-Marinas. Las "Armadas"
En la antigüedad no llegó a existir-al menos formalmente- una marina de guerra que fuese propiedad del Estado. Durante la Edad Media, los Estados Nacionales eran entidades de puro nombre y escaso poder económico, por lo tanto no tenían facultades, fondos ni recursos adecuados para construír marinas por su cuenta. Una marina era algo muy costoso y los capitales disponibles se acumulaban más bien en los señoríos feudales y en algunas ciudades-estado, que eran por regla general entidades reacias a invertir sus bienes y riquezas en este tipo de empresas poco redimibles financieramente y sumamente riesgosas. Hacer estos sacrificios por el Rey, con vacuos argumentos de amor, patriotismo y lealtad no solían convencer a nadie. Además los reyes acostumbraban a pagar -si es que pagaban- con puras promesas o creando dignidades superficiales, títulos nobiliarios, empleos honorarios, condecoraciones etc. que bien podrían llenar el ego de los receptores pero casi nunca llenaban el estómago. El hecho cumplido del descubrimiento de América-dicen que pagado con las joyas de la Reina- vino a crear sinembargo razones suficientesy promisorias para consolidar o materializar la idea interventora de muchos Estados Nacionales en Europa, España entre ellos, junto con Francia, Portugal, Holanda e Inglaterra. Las nuevas exploraciones (*) que en la práctica quedaban abiertas para todos los países, justificaron la construcción apresurada de flotas, para embarcarse en lo que ahora sí prometía ser un buen negocio. En general las flotas eran formadas agrupando buques mercantes que por medidas de seguridad (defensa propia) estaban armados de algunos cañones y escasos elementos de guerra.
En caso de conflicto bélico que afectara a una Nación o Estado, los buques eran requeridos forzosamente por el Rey y eran militarizados, es decir que el monarca por razones de urgencia, asumía unilateralmente el control, nombraba los mandos de las escuadras y embarcaba en ellas sus tropas para ejecutar tareas específicas. No existía un Almirantazgo (**) como institución permanente y formal que se encargara de planificar, controlar y dirigir las operaciones, pero sí existía el Almirante, que era un funcionario marino o un militar cualquiera , designado por la Corona para ocupar una tarea en determinada flota o escuadra y cuyo cometido finalizaba al culminar la campaña o misión, no era por lo tanto este personaje, el poseedor de ese título o rango dentro de los escalafones y listas militares, tampoco tenía necesariamente la experiencia naval requerida, pero sí tenía el favor y la confianza del monarca, lo que se consideraba suficiente. Normalmente estaba sujeto al libre nombramiento y remoción. Los capitanes de los buques llamados "capitanes de mar" quedaban totalmente subordinados a ellos en todos los aspectos, inclusive hasta en el manejo de sus propios buques, lo que solía crear conflictos de competencia en las unidades y en las flotas mismas. Aunque no existiese una marina de guerra formalizada, considerando el tráfico intensivo entre España y América ( y después el tráfico de México a las Filipinas), las flotas de carracas( naos) , de carabelas y mas tarde de galeones, señalaron el camino encargándose de escribir la historia naval entre los azarosos siglos XV y XVI. Se llamaba "flota" al conjunto de buques que se agrupaban para una empresa cualquiera, los mercantes en gran número y capacidad de carga, los de guerra menos numerosos y más livianos. Estos últimos se encargaban fundamentalmente de escoltar y proteger a los primeros. Dichas flotas por costumbre tomaban el nombre del lugar principal a donde debían dirigirse, por ejemplo: "la flota de Nueva España" destinada a México, "la flota de Tierra Firme" destinada a Cartagena de Indias o la "Flota de Filipinas" destinada a Manila. En ese tiempo, los convoyes hispanos eran acosados constantemente por los envidiosos corsarios ingleses, franceses y holandeses que intentaban arrebatarles las riquezas transportadas desde las colonias con destino a la metrópoli. Surgieron entonces y por necesidad, las llamadas flotas o "convoyes escoltados", que reunidos en gran número y fuertemente armados, desafiaban con éxito o nó las intentonas de piratas o corsarios para escamotear sus valiosos cargamentos. Las flotas de protección ya organizadas fueron llamadas, "Armada de la Guarda de Indias" o también la "Armada de Avería" usándose así, quizás por vez primera en España la expresión "Armada" que con el tiempo se convertiría en "Armada Española"
(*) Portugal fué nación pionera en la fundación de colonias. Puerto El Mina (o Elmina) en la llamada Guinea Portuguesa (la actual República de Ghana), fué la primera fundación europea en el Africa Occidental. La ciudad de El Mina creció alrededor del Castillo de Sào Jorge de Mina, cuartel general de los portugueses que navegaban bordeando el continente para llegar hasta las Indias. El castillo fué capturado por los holandeses en 1637 y sirvió después como factoría colonial y como centro importante de distribución para el tráfico de esclavos.
Después de esta colonia, los portugueses siguiendo su estrategia tradicional, establecieron otros enclaves en las costas africanas de Angola y Mozambique, además de Goa en el sub continente indio, Timor en el archipiélago malayo (Indonesia) y Macau en las costas de China, donde todos estos establecimientos terminaron convirtiéndose en colonias portuguesas casi hasta nuestros días. El navegante y explorador Vasco de Gama y después sus seguidores lograron persuasivamente penetrar en el Japón con iguales intenciones sin duda. Lo hubieran logrado a no ser por las incesantes intrigas alentadas por los holandeses, quienes apoyándose en las simpatías de los Señores Territoriales (Shogunes) hacia ellos, pudieron desplazar muy pronto a la competencia lusitana. Finalmente los portugueses no pudieron sostenerse y fueron expulsados del Japón bajo la acusación de introducir religiosos Jesuitas de contrabando. Esto era totalmente cierto, precisamente cuando la intervención religiosa cristiana en ese país era considerada como una actividad subversiva y disolvente.
(**)En Inglaterra durante el reinado de Isabel I existía yá un Almirantazgo organizado.Esta institución del Estado se encargaba de preparar aquellas expediciones y campañas dirigidas pricipalmente contra el comercio español procedente de las Americas. Si bien aún no se había creado la Armada Real Británica, muchos buques privados, armados y con patente de corso, se utilizaban para hacer la guerra principalmente en el Atlántico. Las flotas españolas de galeones que venían de America cargados de riquezas para Sevilla, eran generalmente interceptadas y algunas veces capturadas por los corsarios británicos y holandeses.
ARMADA 12
LAS MARINAS COMO INSTRUMENTO DE DESARROLLO.
Mucho antes de que España representara una unidad nacional, cuando todavía su existencia era notablemente heterogénea, ya existían las marinas. Todas las sociedades reconocían desde tiempos remotos, la necesidad y capacidad de aprovechar las vías acuáticas como forma eficiente de desplazarse y recorrer distancias considerables transportando cargas de todo tipo con relativa facilidad. Se conocía -casi desde un principio- la utilización de las velas como medio apropiado de propulsión, además del remo, la palanca, la pértiga o el canalete. Los griegos, los romanos, los fencios etc. fueron maestros en el empleo de embarcaciones como medio para desarrollar formas superiores de vida. La reunión de varias embarcaciones contribuyó a formar las marinas.
Existiendo la necesidad de militarizar algunas porciones de éstas marinas para fines defensivos, se les equipó con fuerzas y medios de combate. Eran entonces marinas armadas, diferentes a las marinas desarmadas que veían en aquellas un recurso protectivo, de salvaguardia contra toda amenaza a sus principales actividades como lo eran el comercio y la transportación. Marina de Guerra, Marina Armada, Marina Militar; o Armada simplemente. Por ahí viene gestionándose el nombre definitivo.
LOS REYES CATOLICOS, LA UNIDAD ESPAÑOLA Y LA ERA DE LOS DESCUBRIMIENTOS.
La unidad española se materializó prácticamente con la concurrencia de los Reyes Católicos Fernando e Isabela a finales del siglo XV. Ellos por fin, después de muchos intentos, lograron expulsar a los sarracenos de la Península Ibérica liberándola totalmente de un yugo secular-que nó retrógrado-, construyendo así sin detenerse, la integridad político-territorial en la hasta ahora multicultural España, logrando con ello una conveniente- aunque todavía imperfecta-unidad nacional. El descubrimiento de América (para ellos Las Indias) vino a ser el toque de gracia para todos esos acontecimientos, tanto que la casual epopeya de Cristóbal Colón hizo que despertara en el alma de todos los españoles un espíritu idealista, indomable; un deseo responsable , la urgencia, la necesidad y el orgullo de ocuparse de lleno a cumplir el mandato que la historia y el destino les deparaba con creces.
REMOS O VELAS.
En la marina de Aragón prevalecían las galeras, buques muy fuertes, propulsados a remo con pocas velas, acondicionados principalmente para operar en el Mediterráneo y otras aguas interiores, mientras que en la marina de Castilla cercana al Atlántico se preferían los buques impulsados a vela, principalmente las carracas y carabelas que eran el último grito del arte marinero y capaces de probar su suerte en "aguas procelosas".
Por supuesto que este sistema debía imponerse rápidamente ante la necesidad de hacer largos viajes a esas nuevas tierras de América, cosa que no resultaba muy factible con propulsión lograda puramente con remos y fuerza humana. Aunque los buques de vela eran pesados, rechonchos, lentos y difícilmente maniobrables, no había otra forma disponible. Ellos de verdad cumplieron su cometido básico, que era transportar los bienes de un lado a otro de los océanos, mientras que las desventajas iban desapareciendo a medida que se construían embarcaciones mejoradas en su diseño, con mayores superficies vélicas, arboladuras más robustas, formas mas esbeltas y perfiladas, agregando a todo ésto, el perfeccionamiento del arte de la navegación que permitía a los pilotos escoger rutas que fuesen menos largas y menos peligrosas hasta sus destinos finales.
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