domingo, 31 de enero de 2010

ARMADA 23


Carlos III


La Armada Española en la època de Fernando VI y de Carlos III

Fernando VI (1746-1759) siguiendo el ejemplo de su padre Felipe V, se dedicò a gobernar a España con talento y dignidad y lo pudo lograr en verdad. Los Borbones se propusieron no cometer ellos los mismos errores que otros habìan cometido antes y sobre todo trataron a propòsito de diferenciarse en lo que fuera posible de sus antepasados de la Casa de Austria, que a lo largo del tiempo habìan venido mostrando signos de alarmante decadencia genètica. Con los Borbones cobraba actualidad el concepto de “despotismo ilustrado”, que aùn conservando el secular absolutismo de los reyes, permitìa la adopciòn de nuevas corrientes , procesos y costumbres
capaces de incorporar a España en la ruta de la modernidad, hacièndola con èsto, màs prestigiosa y respetable entre la comunidad de paìses en Europa . “A Dios rogando y con el mazo dando”. No todo para ellos fueron triunfos, en la guerra se perdieron batallas, dignidades y territorios, pero al compararse con perìodos anteriores, el avance logrado fuè muy considerable en calidad y en cantidad.
El monarca (Fernando VI ) inaugurò una polìtica de neutralidad y paz en el exterior, con el propòsito de enfocar toda su atenciòn y esfuerzo a los problemas internos, entre ellos la urgente recuperaciòn econòmica de España. La màs acertada de sus decisiones fuè el nombramiento del marquès de Ensenada , (competente colaborador del Ministro don José Patiño durante el reinado de Felipe V) , como Secretario de Hacienda , Marina e Indias.
Ensenada entre otras cosas, diò un gran impulso al comercio de las Colonias, eliminò por decreto el monopolio de las Indias, terminando asì con las seculares injusticias que en el comercio colonial se habìan estado cometiendo. Sustituyò el primitivo sistema de “flotas de galeones” aùn vigente por el moderno sistema de “navìos de registro”, donde se autorizaba a los buques privados españoles –previo registro de armadores- a comerciar libremente- y a propio riesgo- con Amèrica. La medida permitiò ràpidamente que se incrementaran los ingresos del real tesoro mientras de paso se eliminaban la corrupciòn y el fraude fiscal, fenòmenos tan de boga en aquellos tiempos.
Y posiblemente lo màs importante de todo fuè la modernizaciòn de la Marina. Se consideraba este asunto como un elemento esencial para que España pudiera sostenerse en su papel de potencia colonial de ultramar, y ser debidamente respetada por Francia e Inglaterra que desde mucho tiempo atràs se ocupaban de hostilizarla. Hizo aprobar un presupuesto mayor para estos fines ordenando que se mejoraran los 3 astilleros de la Penìnsula ( Cadiz, Ferrol y Cartagena ) y el astillero de La Habana. Estas medidas dieron inicio a la construcciòn del poder naval español que se destacarìa en el resto del siglo XVIII y comienzos del XIX. Lamentablemente, la muerte de este Rey se produjo prematuramente y sus proyectos, continuados algunos por su hermano Carlos que lo sucediò en el trono no mantuvieron el original impulso de su iniciador.


Ascensión de Carlos III al trono.

En cuanto a Carlos III, èste personaje no había estado destinado en principio a gobernar en España, sino en Nàpoles y Sicilia y allí lo estaba haciendo precisamente cuando murió su hermano Fernando VI sin haber tenido descendencia, por lo que la sucesión recayó directamente sobre él. Decidió pues asumir su responsabilidad en 1759, sabiamente renunció en Nápoles y Sicilia a sabiendas de que España era mucho más importante y que gobernar a España requería dedicación exclusiva y tiempo completo.Además las potencias no aceptaban que Nápoles y España se unificaran bajo un mismo Rey. Abdicó entonces a favor de su hijo Fernando y se transladó a encontrar su nuevo destino en la Corte de Madrid.
Igual que sus dos antecesores, supo rodearse de colaboradores insignes , algunos de ellos traídos desde sus antiguos dominios italianos o seleccionados dentro de la misma España. Personajes ilustres como el conde de Aranda, el marqués de Esquilache, el conde de Floridablanca, el conde de Campomanes y otros mas acompañaron al nuevo rey en la ejecución de sus tareas y proyectos siendo ellos sin duda los verdaderos reformadores y artífices de la moderna nación. En tiempos de Carlos III tenía la Armada unos 47 navíos de línea y 28 fragatas. Durante su eficiente administración, ese número fuè aumentado rápidamente llegándose a tener 76 navíos de línea, completamente equipados y cerca de 80 fragatas en las mejores condiciones de alistamiento para el combate, sin contar con mas de 300 buques de menor porte (corbetas, bergantines, goletas, jabeques, urcas , balandras, galeras , brulotes y bombardas) que también estuvieron disponibles para entrar en acción en cualquier parte del mundo.
La historia reconoce a Carlos III como uno de los mejores reyes que há tenido España , de los que mas eficazmente supieron aplicar el muy borbónico concepto del “despotismo ilustrado”.Sus decisiones fueron determinantes para la modernización y el desarrollo de la Nación Española en todos sus aspectos, aunque sea justo reconocer que no todas sus reformas fueron aceptadas con satisfacción por sus gobernados, cosa ésta muy natural y que a menudo suele suceder en algunas sociedades excesivamente conservadoras, cuando precisamente álguien intenta modificar o sacudir la inercia y la apatía creados por fuerza de una costumbre ancestral.
Lo primero que debió hacer fué concentrar su atención sobre los asuntos relacionados con la Guerra de los Siete Años (1756-1763 )y de cuya dirección debió necesariamente encargarse. Habiendo los británicos ocupado a la fuerza un sector de Centro-América (Honduras) además de arrebatar a Francia sus colonias en la India (Pondichery) y en el Canadá (Quebec), Carlos III, anti-británico por naturaleza y obligado además por el “Pacto de Familia” decidió entrar en la guerra tratando de frenar las intenciones expansionistas exhibidas por Inglaterra. En todo caso, la suya fué una decisión inoportuna, la jugada al parecer no le resultó muy afortunada, habiendo perdido –esta vez sí- las emblemàticas plazas de La Habana y Manila que los británicos a sangre y fuego pudieron por fin arrebatarle en 1762.
Las hostilidades se llegaron a suspender formalmente con el Tratado de Paz firmado en París (Fontainebleau 1763). Para recuperar la plaza de La Habana y la de Manila, España debió entregar a cambio toda la región de la Florida, Panzacola, parte de la Luisiana, el delta del río Mississipi, las costas de Campeche y además en el sur, devolver la colonia de Sacramento (Uruguay) a los portugueses que en esta guerra estaban aliados con Inglaterra. (Los portugueses se involucraron en el conflicto, molestos como estaban con España por haber renovado el "Pacto de Familia" en 1761 que a ellos mucho desfavorecía).
La guerra debía continuar por cualquier excusa, si no había motivo era necesario crearlo. España( conjuntamente con Francia) decidió intervenir en 1776 a favor de los rebeldes norteamericanos en la Guerra de Independencia de los Estados Unidos.
En el año de 1769 una flota española sale de La Habana y otra flota zarpa de Buenos Aires, ambas coordinadamente se juntan para converger después sobre Nueva Orléans donde logran desalojar a los ocupantes ingleses. Una vez de desembarcadas, las fuerzas expedicionarias continúan prestando su apoyo a los colonos americanos en rebeldía, tomando parte muy destacada en las campañas de Mississipi, Louisiana, Panzacola y Florida contra las fuerzas inglesas . Esto no podía pasar desapercibido, los ingleses devolverían el golpe en cualquier momento y lugar. Así fué, como en represalia se adueñaron temporalmente de Buenos Aires y Montevideo, capitales de dos importantes provincias que a la sazón habían quedado escasamente protegidas.

Creación de la Capitanía General de Venezuela.
En 1777 por Real Cèdula se crea la Capitanía General de Venezuela separándola del Virreinato de la Nueva Granada. Venezuela sería desde entonces una entidad política autónoma dependiendo directamente de la Corona Española a través del Consejo de Indias. En este mismo año se firma el primer “Tratado de San Ildefonso” (1 oct. 1777 ),donde Portugal devuelve al dominio de España la colonia de Sacramento además de cederle el enclave de Fernando Poo y otros territorios insulares en las costas de Guinea en Africa Occidental.
En el año de 1783 por el tratado de Versalles , España logró recuperar el territorio de la Florida,la costas del Golfo de Honduras y la costa de Campeche pero no pudo lograr su más caro objetivo, la devolución de la plaza de Gibraltar. Hasta el día de hoy, ha sido Gibraltar una espina dolorosa enconada en el alma de los españoles.






ARMADA 22


Renacimiento de la Real Armada Española.

Epoca de Felipe V.

La Armada Española, como instituciòn centralizada y permanente que dependiera totalmente del Estado, surgiò con la llegada de los Borbones( * ). En efecto, fuè el Rey Felipe V (1683-1745) nacido Felipe de Anjou, el primer monarca español perteneciente a la dinastìa francesa de ese nombre . Su llegada creò grandes polèmicas. Austria reclamaba el trono de España –vacante al morir Carlos II sin descendencia- para el Archiduque Carlos de Habsburgo, hijo del Emperador Leopoldo I de Alemania (Sacro Imperio Romano Germànico), pero España y Francia apoyaban la nominaciòn de Felipe por que asì lo dispuso el propio Carlos II en su testamento. Con este nombramiento Carlos pretendìa evitar la excesiva reparticiòn del Imperio. Austria se opuso radicalmente a la decisiòn testamentaria del fallecido Carlos II. Los ingleses por su parte protestaban el nombramiento. Temìan que España y Francia coaligadas ahora por un pacto de familia, pudieran llegar a ejercer en adelante un excesivo control del Mediterràneo, en perjuicio de terceras potencias. Portugal y Holanda apoyaron a Inglaterra en su predicamento . Austria buscò y logrò aliarse con Inglaterra, con Holanda y finalmente con Portugal y todos juntos declararon la guerra a España y Francia , un conflicto que se llamò “Guerra de Sucesiòn Española” (1701-1713 )
Muchas cosas sucedieron durante esta guerra, la mas notable de todas fuè la caìda del estratègico sitio de Gibraltar ante el ataque de una escuadra anglo- holandesa en el año de 1704.
Finalmente , despuès de 13 años de lucha se firma el Tratado de Utrech (1713), que termina por reconocer a Felipe V como Rey de de España y sus posesiones en Amèrica (las Indias Occidentales) aunque cede a Inglaterra la Isla de Menorca y el sitio de Gibraltar.Tambièn fuè cedido a Inglaterra el monopolio de “asiento de negros”. Asiento era un tèrmino jurìdico español, que significaba “permiso del gobierno” en este caso para surtir con negros esclavos africanos, las colonias españolas en Amèrica, con una duraciòn de 30 años por lo menos. Esa actividad no era considerada contrabando, sin embargo se aprovechaban otros comerciantes no ingleses , vale decir portugueses, franceses y holandeses para hacer lo mismo y de paso-por debajo de cuerda- ingleses inclusive- comerciar con otros efectos distintos a gente esclava. Eso sì que estaba prohibido, para las autoridades hispanas era contrabando del màs puro , simplemente porque competìan deslealmente con los mercaderes de su propia nacionalidad y sobre todo porque no cancelaban los impuestos, que era un asunto donde se enfocaba el mayor interès de la Real Hacienda . Muy pronto se generalizò entre las potencias europeas (Inglaterra, Francia , Holanda y Portugal) el circuito llamado “triàngulo mercantil”. Significaba esto un proceso de 3 etapas, la primera: llevar esclavos de Africa al Caribe y venderlos allì. Segunda: llenar los barcos con azùcar, añil, algodòn, cafè,cacao y otras materias primas americanas y vender todo eso en Europa, tercera: llevar hasta Africa desde Europa artìculos elaborados , tales como telas estampadas de algodòn, utensilios de cobre y de peltre, cuchillos y machetes, espejos, cachivaches, barras de hierro, sombreros, pòlvora , armas de fuego etc.y el alcohol que no podìa faltar. Con la venta de eso a precios usurarios, podìan comprar mas esclavos para vender en las colonias y asì repetir el ciclo. Las grandes fortunas europeas de esos siglos se debieron precisamente a esa modalidad de comercio. España se cuidaba mucho de que no se infiltrara en sus dominios el contrabando de ideas, ninguna religiòn por ejemplo que no fuera la catòlica tenìa cabida .La Inquisiciòn se encargaba celosamente de custodiar estos aspectos y muy pocas cosas se les escapaban, debido a que tenìan espìas en todas partes.. Los libros eran una mercancìa muy cuidadosamente revisada y solo podìan circular con el beneplàcito de la Iglesia. Los masones , los judìos y los libre pensadores eran celosamente perseguidos y hasta condenados a torturas o a muerte. Los protestantes, por el hecho de ser cristianos se toleraban un poco, siempre y cuando dejaran atràs su disidencia religiosa y se limitaran solamente a ejercer sus negocios mundanos. De no hacerlo, tambièn se enfrentarìan al implacable rigor de la justicia.
Felipe V es hoy considerado ( junto con Felipe II y Carlos III) como uno de los màs progresistas que tuvo España en toda su historia . Poseìa una clara inteligencia, se supo rodear de notables colaboradores y su gestiòn de gobernante fuè beneficiosa, firme y duradera. Entre los notables que lo acompañaron en sus funciones se puede destacar con justicia a don José Patiño , funcionario brillante por sus iniciativas y logros. Despuès de sanear las finanzas del reino como Ministro de Hacienda , aceptò dirigir el Ministerio de Marina e Indias.. Don José Patiño, era un sobresaliente constructor naval, de los mejores del siglo. Acometiò el proyecto de crear una Armada eficiente y moderna, adecuada a las necesidades del momento y a los propòsitos reformadores del nuevo Monarca .(En esta tarea, Patiño fue secundado por otro brillante funcionario de la Corona, el marquès de la Ensenada, don Zenòn de Somodevilla y Bengoechea, quien fuè como marino profesional el que puso las bases para la creaciòn de la potente y orgullosa armada que luchò en Trafalgar). Patiño hizo construìr en Càdiz, el arsenal de La Carraca donde se comenzaron a fabricar buques de primera calidad, de diversos tamaños y en cantidad suficiente para enfrentar todos los compromisos de la Naciòn . Ademàs de construìrlos en los astilleros propios, se negociò con otros paìses la compra o construcciòn de nuevas unidades. Rusia llegò a ser en esos tiempos un seguro proveedor de embarcaciones de muy buena calidad para la Armada Española. Fundò tambien una fàbrica de armas para producir cañones y municiones de todo tipo y calibres ademàs de implementos necesarios para la navegaciòn segura y cientìfica. Mejorò notablemente los puertos y los apostaderos navales de El Ferrol (** ) y de Cartagena . Hizo construir diques, astilleros y otras instalaciones necesarias para el mantenimiento apropiado de los buques . Fundò nuevos apostaderos y bases, tanto en la Penìnsula como en las posesiones de ultramar (La Habana, Puerto Rico, Manila, Portobelo, Cartagena de Indias) . En los astilleros de Cuba, por ejemplo se llegaron a constuìr buques de guerra, de gran porte y de excelente calidad, entre ellos el “Santìsima Trinidad” (*** ) que fuè el navìo español de mayor tamaño construìdo jamàs y que se hundiò con honra combatiendo en Trafalgar. Los buques de guerra que se construìan ahora, cumplìan con las normas aplicadas en las diferentes marinas europeas. Yà no se utilizan las anticuadas carracas, galeones, carabelas y urcas, sino que se construyen navìos de 3 o 4 cubiertas de fuego, fragatas de 2 cubiertas, ademàs de corbetas ,bergantines y jabeques de una sola cubierta de fuego que junto con otras embarcaciones de menor tamaño apoyaban todos los servicios de una flota, donde cada uno de ellos tenìa una funciòn especìfica .Las fragatas eran los exploradores avanzados, por su velocidad y capacidad de maniobra servìan de escolta a los buques de lìnea y actuaban como enlace entre ellos. Las corbetas y bergantines tan àgiles y maniobreros como las fragatas, se usaban preferiblemente como guardacostas y buques de aviso o interceptores operando en las diversas bases y apostaderos, especialmente en el Caribe donde proliferaban la piraterìa y el contrabando. Ademàs se construyeron jabeques, goletas, balandras, falùas y flecheras empleadas en aguas someras , lagos y rìos; conformando las llamadas “fuerzas sutiles”que demostraron ser muy eficaces contra las acciones de insurgencia en las colonias..
Tambièn fundò Patiño un Colegio Naval para la formaciòn profesional de las tripulaciones desde oficiales a grumetes. El 15 de Abril de 1717 fuè creado en Càdiz el Real Cuerpo de Guardiamarinas. Se reglamentò la organizaciòn,los grados , los uniformes, equipo y armamento individual del Cuerpo General de la Armada y de la Infanterìa de Marina. Solicitò revisar y modernizar tambièn las vigentes Ordenanzas Navales que regìan todas las actividades relacionadas con la Armada y sus funciones especìficas. Otros aspectos fundamentales atrajeron su especial atenciòn e interès, el bienestar de los hombres, la alimentaciòn , la salud, paga adecuada y el espìritu institucional que en la Armada Española –pese a algunos altibajos- hà perdurado hasta nuestros tiempos.
En el año de 1717 es creado el Virreinato de la Nueva Granada que despuès se llama Virreinato de Santa Fè con su capital en Bogotà

Epoca de Felipe V. La guerra de Jenkins.

Nunca cesaba Inglaterra de hostigar a las colonias hispanas de America. Por cualquier motivo o sin ningùn motivo eso no importaba. Esta guerra no declarada comenzò por un anecdòtico incidente, cuando un guardacostas español capturò a un barco contrabandista inglès y como medida de escarmiento procedìò a cortarle una oreja a su reincidente capitàn, un aventurero inglès de Jamaica llamado Jenkins . Estos sucesos no eran muy raros, recuèrdese que Inglaterra por una antigua Ley (Navigation Act) no permitìa a ningùn barco extranjero comerciar en sus territorios, pero ellos sinembargo pretendìan con arrogancia que sus buques lo hicieran en territorios ajenos. Los españoles simplemente pagaban con la misma moneda, tampoco iban a permitir que los barcos ingleses –ni holandeses, ni franceses ni de ninguna parte -comerciaran con sus territorios. Cualquier embarcaciòn que fuera sorprendida en esa actividad, era apresada por contrabandista , sus integrantes sometidos a prisiòn y los bienes que tuvieran eran confiscados. Algunas veces se cometìan abusos , por ejemplo marcarles la cara con un hierro caliente, igual que al ganado o bien cortarle un miembro cualquiera. Jenkins fuè afortunado de que solamente fuera su oreja la que cortaran, porque bien podrìa haber sido cualquier otra cosa, la cabeza por ejemplo. Despuès de ese incidente, lo dejaron ir y le entregaron graciosamente su pabellòn cortado. Oreja en mano, Jenkins ocurriò a su gobierno pidiendo venganza y el gobierno inglès (Primer Ministro Robert Walpole) decidiò que el vengador de Jenkins serìa nada menos que la Real Armada en su auto-proclamada condiciòn de policìa de los mares, y sin mucho pensarlo declarò la guerra a España el 23 de Octubre de 1739. El almirante Edward Vernon al frente de una poderosa escuadra cuya base estaba en Port Royal, operaba como una especie de patrullero itinerante buscando blancos de oportunidad y atacando objetivos a su propio albedrìo, asì programò sorpresivamente una incursiòn punitiva y se adueñò de la dèbil aldea portuaria de Portobelo entregàndola despuès- como era costumbre- a un saqueo sistemàtico y abusivo por parte de las tropas, que la dejaron completamente desvastada. En Inglaterra al saberlo celebraron su heroismo, escribieron canciones alusivas al hecho y hasta calles y plazas bautizaron con su nombre. Dicen que el himno “Rule Britannia “ fuè inspirado en las supuestas hazañas de Vernon en el Caribe. Lo cierto fuè que envalentonado por el fàcil suceso en Panamà intenta hacer lo mismo en Cartagena de Indias (19 de Marzo de 1741) pero allì la cosa fuè un tanto diferente, despuès de desembarcar un numeroso contingente de soldados y “ royal marines”estableciendo ademàs un severo bloqueo naval, es finalmente obligado a reembarcarse con crecidas pèrdidas . La flota de Vernon estuvo esta vez compuesta por 186 buques que conducìan 23600 hombres, mientras que los españoles (Blas de Lezo) le opusieron solamente 6 buques anticuados y unos 3000 hombres de la guarniciòn colecticia. Otro intento de los ingleses contra la importantìsima fortaleza de La Habana (El Morro) fuè igualmente repelido. Aquellas falsas y dudosas victorias del almirante Vernon fueron posteriormente ridiculizadas en Inglaterra, con tal crudeza que el personaje aludido debiò a la larga renunciar a su carrera dentro de la Armada.
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(*) Borbones de España: Provienen de la rama francesa de Bourbon-Anjou (castellanizado Borbón) siendo su primer representante Felipe de Francia, Duque de Borbón -Anjou, proclamado Rey de España como Felipe V-

(**) El Ferrol. El puerto militar mas importante de España en la costa atlántica (Galicia). Estuvo defendido por el castillo de San Felipe-

(***)Santísima Trinidad. Navío de línea construido en La Habana, botado en 1769, inicialmente dotado de tres puentes y 118 cañones. Reformado posteriormente como navío de cuatro baterías corridas de 140 cañones. Fué el barco mas grande de su tiempo, con un desplazamiento de 2163 toneladas, muy sólido y muy hermoso, pero muy lento para navegar y maniobrar. Resultó muy maltratado en la batalla de Trafalgar (1805), resultando hundido poco después por un temporal cerca de Cadiz.




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ARMADA 21


Desastre de la Armada . Se desmorona el Imperio Español.

La tràgica odisea de la Armada Invencible, fuè considerada en el resto de Europa como el ocaso triste y desgraciado de un gran poder militar y marcò el principio del fin del orgulloso Imperio Español.
Sin embargo hablar del fin del Imperio parecìa nada màs que un argumento simplista. Muchas aguas tuvieron que pasar bajo de los puentes antes de que èsto se convirtiera en realidad. Los restos de la Gran Armada no se perdieron, sirvieron para aprender una lecciòn , para mejorar los procedimientos, revisar la estrategia y la tàctica, perfeccionar el armamento, modernizar los buques, adiestrar a los mandos y renovar las tripulaciones . Posiblemente el Imperio se esfumò con muchas penas pero tambien con muchas glorias. Destino lògico, destino razonable, destino imperial; considerando que casi todo el mundo suele "convoyarse" contra los Imperios doquiera que sea, tratando de hacer leña con ellos, precisamente en momentos cuando creen olfatear su caida inevitable. Pero España parecía ser eterna y en efecto es eterna; como naciòn no desapareciò, existe aùn y por cierto tambièn existe su Armada, plena de historia, orgullosa , potente y arrogante.

La Armada Española en las èpocas de Felipe III, Felipe IV y de Carlos II.
Epoca de Felipe III. (1598-1621)
Al morir el rey Felipe II, hereda el trono de España su hijo Felipe III ( * ). La Armada, despuès del demoledor fracaso de “la Invencible”se viene muy a menos como organizaciòn combativa. Casi dejò de existir, y solamente se conservaron a duras penas los pocos galeones que hacìan “la carrera de las Indias”, los cuales llevaban a su bordo destacamentos de Infanterìa de Marina y artilleros para utilizarlos en su propia defensa. Aùn en tan precarias condiciones, fuè necesario realizar algunas operaciones marìtimas contra los piratas moros que desde sus refugios en las costas de Africa , asolaban las regiones costeras de España en el Mediterràneo. El rey encargò al marquès de Santa Cruz ( ** ) que organizara una escuadra para con ella conquistar el lugar de Larache en Marruecos, lo que fuè logrado despuès de algunos intentos , el 26 de Noviembre de 1610.
Felipe III creò tambièn la llamada “armada de Barlovento” para proteger a los buques mercantes que hacìan comercio con las colonias de Amèrica. Esta armada era costeada por las mismas colonias, porque el tesoro real carecìa de recursos para este fin. La situaciòn polìtica sin embargo, hizo necesario que se trajeran esos mismos barcos a prestar servicios en los mares de Europa, dejándose a las posesiones americanas a la buena de Dios, es decir sometidas a las tropelìas de los filibusteros que tanto proliferaban ahora en el Caribe. Fuè tanta la depredaciòn y tantoslos desmanes que esos piratas llegaron a causar, que se hizo necesario volver a organizar la armada de Barlovento, a condiciòn de que esta vez los gastos para el mantenimiento de ella corrieran a cuenta del Virreinato de Nueva España (Mexico) . Estas fuerzas no eran del todo suficientes, lo que obligò a crear “armadillas” o marinas locales que pudieran proteger con relativa eficiencia el amplio espacio del Caribe, ocupando bases localizadas en puntos que se consideraban estratègicos y fàciles de defender en caso de necesidad. Así funcionaron las bases de Portobelo (Panamá), Cuba, Puerto Rico,Cartagena de Indias y otras menores en Maracaibo, Santo Domingo, Cumaná y Puerto Cabello.
Dice la historia que el reinado de Felipe III fuè para España un verdadero desastre. . Una de las cosas que perdiò España en esa època fuè el tradicional respeto por parte de las demàs naciones europeas, despiertas ahora en su fuerte vocación colonial, y resueltas a amenazar con todas sus fuerzas el inmenso poderío español.

La época de Felipe IV.
La racha de decadencia española continuó acentuándose durante el reinado de Felipe IV, (1621-1685) cuyo desempeño fué peor que el de su padre en todos los aspectos. No solo reanudó la guerra en los Países Bajos (1622) sino que se involucró imprudentemente en la guerra de los Treinta Años. Sometido a la mala influencia del conde-duque de Olivares, provocó la sublevación de Cataluña y de Portugal. Fué después con muchos esfuerzos que logró recuperar a Cataluña pero en el caso de Portugal debió inevitablemente reconocer su independencia. La decadencia continúo indetenible, por ejemplo, un poco mas adelante, bajo el reinado de Carlos II, la famosa “armadilla “ de Nueva España fuè destruìda por la escuadra pirata del inglès Henry Morgan ( *** ). Esta armadilla se intentó reconstruìr mas tarde pero en lugar de tener a Veracruz como base de operaciones, se le asignò la plaza de Cartagena de Indias.

La época de Carlos II (1665-1700)
Este monarca sucedió a su padre Felipe IV y comenzó a reinar sometido a la tutela de su madre Mariana de Austria hasta haber cumplido los 14 años. Carlos II fué durante toda su vida una persona enfermiza, con rasgos de retardo mental, extremadamente abúlico y distraído, poco interesado en afrontar los problemas implícitos en la conducción del Estado. Reaccionaba tardíamente y con escasa energía. Un bastiòn muy importante de España, la plaza de Larache en Africa del Norte, le fuè arrebatada (1689) por el Sultàn de Marruecos Muley Ismael, sin que se produjera ninguna reacciòn para recuperarla .
Se cree que fuè durante el reinado de Carlos II cuando la Armada alcanzò su mas mìnima expresiòn. No solamente la Armada, igual suerte corrieron muchas de las instituciones de España . La dinastìa de los Habsburgos españoles –la llamada Casa de Austria- se mostraba desgastada y decadente, producto tal vez del excesivo cruce entre parientes consanguineos a lo largo de varias generaciones, nada parecìa quedar de su antiguo esplendor, por lo que una renovaciòn se hacìa impostergable. Fuè el mismo Carlos II quien promoviò la renovaciòn, no teniendo descendientes ,decidiò por testamento que su sucesor fuera el prìncipe francès Felipe de Anjou, quien subiò al trono con el nombre de Felipe V. Fué esta decisión, una de las pocas cosas acertadas que hizo en toda su vida. Con esta nueva dinastía (Borbón), España recuperaría gran parte del prestigio y esplendor perdido con los Habsburgo.

(*) Felipe III. Hijo de Felipe II, rey de España desde 1598 a 1621

(**)Alvaro de Bazán, marqués de Santa Cruz. Almirante español (1526-1588) que combatió a los turcos en Lepanto.Su muerte le impidió dirigir la Armada Invencible.

(***) Henry Morgan: filibustero inglés famoso por sus tropelías contra las posesiones españolas en America. Saquéo a Panamá en 1671.Fué gobernador de la isla de Jamaica.


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sábado, 30 de enero de 2010

ARMADA 20


Reinado de Felipe II.
Una cadena de contratiempos para la Armada Invencible.


Despuès de zarpar de La Coruña, la Armada comenzò muy pronto a tropezar con dificultades de toda ìndole. Navegar hacia el nor- èste, transitando el Canal de La Mancha con viento desfavorable, les resultaba laborioso y cuesta arriba. Las bordadas sucesivas para lograr algùn avance, eran interrumpidas constantemente por la flota inglesa que la iba acosando a corta distancia y efectuaba ataques intermitentes casi a voluntad, con fuego artillero preferiblemente, aunque evitando el contacto directo y los temidos abordajes. Los fuegos ingleses hacìan mucho daño sobre los cascos y las superestructuras de los buques españoles. En cambio que los cañonazos españoles parecìan hacer muy poco daño en los barcos ingleses. Eso era un misterio, considerando que la artillerìa española poseìa excelentes artilleros, su dotaciòn de piezas era abundante, se disparaba a corta distancia y algùn efecto debìa por lògica estarse produciendo, pero aparentemente no se producìa.

Reinado de Felipe II.
Combates navales y desbandada.

Hubo un encuentro de importancia, cerca de Portland. Esto no produjo daños de mayor significaciòn en ninguna de las dos partes aunque hizo disminuìr la existencia de municiones en ambos lados . Como las reales òrdenes para Medina Sidonia eran de apoyar a Farnesio cuanto antes, decidiò aquel, en lugar de trabar un combate decisivo, continuar la aproximaciòn hacia Dunkerque buscando la oportunidad de reunirse con el Duque de Parma y discutir los planes de la invasiòn .
Remontando como les fuè posible, llegaron al sitio de Calais (en territorio francès) y echaron anclas un poco màs adelante procurando eso sì, mantener a todo trance las condiciones de despliegue tàctico . No se arriesgaron a recalar en Dunkerque ( situado a unas 30 millas de distancia ) atendiendo a la recomendaciòn de los pilotos, quienes determinaron que ese sitio no era adecuado para el calado de los grandes buques, por causa de las barras arenosas que se formaban y extendìan por varias millas afuera. Fuè por esta razòn y por la ausencia de viento consistente, que debieron permanecer en el fondeadero, sin percatarse tal vez que esa posiciòn estàtica los volvìa sumamente vulnerables, posiblemente bajo la falsa creencia de que los ingleses no se atreverìan a atacarlos en ese puerto cuasi- neutral . Pero los ingleses eran listos y no podìan perder la oportunidad que se les presentaba . Ubicados a corta distancia , esperaron refuerzos procedentes del Tàmesis al norte. Una flotilla al mando de Lord Seymour repleta de municiones y otros elementos de guerra, llegò en la tarde de ese dìa 7 de Agosto. Percatàndose los ingleses que la corriente de marea fluìa en direcciòn hacia la compacta formaciòn española, y tambièn el viento, decidieron lanzar un ataque de brulotes (buques incendiarios) durante la noche, pese a que no habìan madurado esa idea previamente. Era un blanco de oportunidad que no debìa desaprovecharse, y para eso seleccionaron algunos viejos buques que llevaban a remolque, los llenaron de todo tipo de material que pudiera arder y los lanzaron prendidos sobre la inmòvil Armada. Ante tremenda sorpresa, los españoles debieron cortar las anclas (* ) para no ser alcanzados por los buques ardientes. Cobrar normalmente las anclas , usando los cabrestantes (operados a mano por marineros ) hubiera sido un recurso muy tardìo. No teniendo viento suficiente para reasumir una formaciòn cualquiera , la flota quedò dispersada y costò mucho trabajo volver a medio organizarla y hacer que recuperara una aceptable condiciòn de combate. El mismo viento los arrastrò desorganizadamente hacia la costa , muy cerca de la poblaciòn de Gravelines (entre Caláis y Dunkerque). Careciendo de anclas no habìa forma ahora de fondearse y estando a la deriva, sus maniobras eran erráticas, torpes y faltantes de toda coordinación con los otros buques. Muchos de ellos chocaron y contribuyeron a formar una “melee”, un zafarrancho incontrolable con propios y extraños, creándose pràcticamente en el sitio un infierno de fuego, gritos e imprecaciones, es decir un caos total..
Los ingleses de la periferia ,que ya estaban preparados de antemano; cargaron entonces con decisiòn, aprovechàndose del desorden reinante. Era para ellos el momento oportuno y no iban a perderlo. Se acercaron lo màs posible al enemigo para mejorar el efecto de su artillerìa, aunque no tan cerca como para dejarse enganchar en ningùn abordaje. A esa distancia, sus disparos produjeron un efecto demoledor,comenzaron a penetrar los cascos de los buques españoles, causàndoles terrible caos en las cubiertas inferiores donde se emplazaban las baterìas artilleras. El daño fuè muy grande, hubo incendios y explosiones, bodegas inundadas, unos cuantos buques fueron totalmente desmantelados, otros se vararon en la playa y muy pocos de ellos pudieron escapar al castigo. Las pèrdidas humanas fueron muy altas por parte de la Gran Armada y casi inexistentes para los ingleses . Todo un desastre militar. Se dice que la derrota de Gravelines se debiò a la municiòn española defectuosa. La balas de cañòn estaban elaboradas con hierro de mala calidad, lleno de impurezas que lo hacìa demasiado quebradizo.
Al chocar contra el casco de un buque, la bala se desintegraba sin penetrar. Se dice que era un defecto de fundiciòn y otros sospechan que eran consecuencia de manejos corruptos al dotar a la Armada con materiales de dudosa calidad . Si los buques españoles aparecìan con miles de perforaciones por todas partes, es un misterio que los buques ingleses no presentaran perforaciones en el casco, cuando los españoles disparaban sus armas contra ellos en igualdad de condiciones y casi a boca de jarro. Si esto fuè asì, podrìa decirse que allì estuvo una de las causales de la derrota de la Armada.
Es cierto que fuè derrotada, pero ese fracaso se debiò a muchos factores. El desatinado plan del rey Felipe II, los defectos de construcciòn en las naves , el mal desempeño tàctico de ellas y tal vez-como se comentò antes- los pertrechos defectuosos.
Nadie se hà atrevido a cuestionar el valor y la integridad de los hombres que militaron en ella. Los mismos ingleses que combatieron a la Armada, no llegaron a cantar victoria, porque en su opiniòn no hubo tal victoria.. Quedaron decepcionados porque- segùn ellos- ni Portland ni Gravelines fueron batallas exitosas. Lo ùnico que los llegò a consolar y que consideran un logro fundamental, fue el hecho de haber evitado que la Armada pudiera reunirse con el ejèrcito del Duque de Parma, interrumpiendo asì la temida invasiòn a Inglaterra. No habiendo logrado ese objetivo, que era precisamente la misiòn asignada por el Rey Felipe, la Armada llena de frustraciòn y perseguida constantemente por el enemigo encarnizado, decidiò retornar a sus bases, no regresàndose por donde vinieron sino haciendo un penoso recorrido alrededor de las Islas Britànicas por encima de Escocia y de Irlanda. Fuè allì y nó en el combate propiamente dicho , donde la Armada Invencible enfrentó su verdadero desastre. Sus yà maltratados buques, construìdos para ambientes costeros en su mayorìa, fueron virtualmente destrozados uno a uno por las condiciones climàticas del implacable Atlàntico Norte. Comenzaron poco a poco a desbaratarse, muchos en condiciones lamentables debieron recalar a las costas de Escocia, de Irlanda, de Inglaterra y de Francia con sus tripulaciones diezmadas por las enfermedades, el cansancio y por la desnutriciòn. Algunos buques se fueron a pique en medio del ocèano y no se supo màs de ellos ni de sus tripulaciones...... la mar se los tragò sin remedio.

(*) Cortar las anclas há sido siempre un procedimiento de emergencia. En aquellos tiempos se lograba cercenando con golpes de hacha el cabo del ancla. El proceso de recuperar el ancla utilizando cabrestantes era normalmente tardío. Aunque perder el ancla es algo indeseable para un capitán, en todo caso es preferible hacerlo antes que perder el buque.



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