domingo, 31 de enero de 2010
ARMADA 23
Carlos III
La Armada Española en la època de Fernando VI y de Carlos III
Fernando VI (1746-1759) siguiendo el ejemplo de su padre Felipe V, se dedicò a gobernar a España con talento y dignidad y lo pudo lograr en verdad. Los Borbones se propusieron no cometer ellos los mismos errores que otros habìan cometido antes y sobre todo trataron a propòsito de diferenciarse en lo que fuera posible de sus antepasados de la Casa de Austria, que a lo largo del tiempo habìan venido mostrando signos de alarmante decadencia genètica. Con los Borbones cobraba actualidad el concepto de “despotismo ilustrado”, que aùn conservando el secular absolutismo de los reyes, permitìa la adopciòn de nuevas corrientes , procesos y costumbres
capaces de incorporar a España en la ruta de la modernidad, hacièndola con èsto, màs prestigiosa y respetable entre la comunidad de paìses en Europa . “A Dios rogando y con el mazo dando”. No todo para ellos fueron triunfos, en la guerra se perdieron batallas, dignidades y territorios, pero al compararse con perìodos anteriores, el avance logrado fuè muy considerable en calidad y en cantidad.
El monarca (Fernando VI ) inaugurò una polìtica de neutralidad y paz en el exterior, con el propòsito de enfocar toda su atenciòn y esfuerzo a los problemas internos, entre ellos la urgente recuperaciòn econòmica de España. La màs acertada de sus decisiones fuè el nombramiento del marquès de Ensenada , (competente colaborador del Ministro don José Patiño durante el reinado de Felipe V) , como Secretario de Hacienda , Marina e Indias.
Ensenada entre otras cosas, diò un gran impulso al comercio de las Colonias, eliminò por decreto el monopolio de las Indias, terminando asì con las seculares injusticias que en el comercio colonial se habìan estado cometiendo. Sustituyò el primitivo sistema de “flotas de galeones” aùn vigente por el moderno sistema de “navìos de registro”, donde se autorizaba a los buques privados españoles –previo registro de armadores- a comerciar libremente- y a propio riesgo- con Amèrica. La medida permitiò ràpidamente que se incrementaran los ingresos del real tesoro mientras de paso se eliminaban la corrupciòn y el fraude fiscal, fenòmenos tan de boga en aquellos tiempos.
Y posiblemente lo màs importante de todo fuè la modernizaciòn de la Marina. Se consideraba este asunto como un elemento esencial para que España pudiera sostenerse en su papel de potencia colonial de ultramar, y ser debidamente respetada por Francia e Inglaterra que desde mucho tiempo atràs se ocupaban de hostilizarla. Hizo aprobar un presupuesto mayor para estos fines ordenando que se mejoraran los 3 astilleros de la Penìnsula ( Cadiz, Ferrol y Cartagena ) y el astillero de La Habana. Estas medidas dieron inicio a la construcciòn del poder naval español que se destacarìa en el resto del siglo XVIII y comienzos del XIX. Lamentablemente, la muerte de este Rey se produjo prematuramente y sus proyectos, continuados algunos por su hermano Carlos que lo sucediò en el trono no mantuvieron el original impulso de su iniciador.
Ascensión de Carlos III al trono.
En cuanto a Carlos III, èste personaje no había estado destinado en principio a gobernar en España, sino en Nàpoles y Sicilia y allí lo estaba haciendo precisamente cuando murió su hermano Fernando VI sin haber tenido descendencia, por lo que la sucesión recayó directamente sobre él. Decidió pues asumir su responsabilidad en 1759, sabiamente renunció en Nápoles y Sicilia a sabiendas de que España era mucho más importante y que gobernar a España requería dedicación exclusiva y tiempo completo.Además las potencias no aceptaban que Nápoles y España se unificaran bajo un mismo Rey. Abdicó entonces a favor de su hijo Fernando y se transladó a encontrar su nuevo destino en la Corte de Madrid.
Igual que sus dos antecesores, supo rodearse de colaboradores insignes , algunos de ellos traídos desde sus antiguos dominios italianos o seleccionados dentro de la misma España. Personajes ilustres como el conde de Aranda, el marqués de Esquilache, el conde de Floridablanca, el conde de Campomanes y otros mas acompañaron al nuevo rey en la ejecución de sus tareas y proyectos siendo ellos sin duda los verdaderos reformadores y artífices de la moderna nación. En tiempos de Carlos III tenía la Armada unos 47 navíos de línea y 28 fragatas. Durante su eficiente administración, ese número fuè aumentado rápidamente llegándose a tener 76 navíos de línea, completamente equipados y cerca de 80 fragatas en las mejores condiciones de alistamiento para el combate, sin contar con mas de 300 buques de menor porte (corbetas, bergantines, goletas, jabeques, urcas , balandras, galeras , brulotes y bombardas) que también estuvieron disponibles para entrar en acción en cualquier parte del mundo.
La historia reconoce a Carlos III como uno de los mejores reyes que há tenido España , de los que mas eficazmente supieron aplicar el muy borbónico concepto del “despotismo ilustrado”.Sus decisiones fueron determinantes para la modernización y el desarrollo de la Nación Española en todos sus aspectos, aunque sea justo reconocer que no todas sus reformas fueron aceptadas con satisfacción por sus gobernados, cosa ésta muy natural y que a menudo suele suceder en algunas sociedades excesivamente conservadoras, cuando precisamente álguien intenta modificar o sacudir la inercia y la apatía creados por fuerza de una costumbre ancestral.
Lo primero que debió hacer fué concentrar su atención sobre los asuntos relacionados con la Guerra de los Siete Años (1756-1763 )y de cuya dirección debió necesariamente encargarse. Habiendo los británicos ocupado a la fuerza un sector de Centro-América (Honduras) además de arrebatar a Francia sus colonias en la India (Pondichery) y en el Canadá (Quebec), Carlos III, anti-británico por naturaleza y obligado además por el “Pacto de Familia” decidió entrar en la guerra tratando de frenar las intenciones expansionistas exhibidas por Inglaterra. En todo caso, la suya fué una decisión inoportuna, la jugada al parecer no le resultó muy afortunada, habiendo perdido –esta vez sí- las emblemàticas plazas de La Habana y Manila que los británicos a sangre y fuego pudieron por fin arrebatarle en 1762.
Las hostilidades se llegaron a suspender formalmente con el Tratado de Paz firmado en París (Fontainebleau 1763). Para recuperar la plaza de La Habana y la de Manila, España debió entregar a cambio toda la región de la Florida, Panzacola, parte de la Luisiana, el delta del río Mississipi, las costas de Campeche y además en el sur, devolver la colonia de Sacramento (Uruguay) a los portugueses que en esta guerra estaban aliados con Inglaterra. (Los portugueses se involucraron en el conflicto, molestos como estaban con España por haber renovado el "Pacto de Familia" en 1761 que a ellos mucho desfavorecía).
La guerra debía continuar por cualquier excusa, si no había motivo era necesario crearlo. España( conjuntamente con Francia) decidió intervenir en 1776 a favor de los rebeldes norteamericanos en la Guerra de Independencia de los Estados Unidos.
En el año de 1769 una flota española sale de La Habana y otra flota zarpa de Buenos Aires, ambas coordinadamente se juntan para converger después sobre Nueva Orléans donde logran desalojar a los ocupantes ingleses. Una vez de desembarcadas, las fuerzas expedicionarias continúan prestando su apoyo a los colonos americanos en rebeldía, tomando parte muy destacada en las campañas de Mississipi, Louisiana, Panzacola y Florida contra las fuerzas inglesas . Esto no podía pasar desapercibido, los ingleses devolverían el golpe en cualquier momento y lugar. Así fué, como en represalia se adueñaron temporalmente de Buenos Aires y Montevideo, capitales de dos importantes provincias que a la sazón habían quedado escasamente protegidas.
Creación de la Capitanía General de Venezuela.
En 1777 por Real Cèdula se crea la Capitanía General de Venezuela separándola del Virreinato de la Nueva Granada. Venezuela sería desde entonces una entidad política autónoma dependiendo directamente de la Corona Española a través del Consejo de Indias. En este mismo año se firma el primer “Tratado de San Ildefonso” (1 oct. 1777 ),donde Portugal devuelve al dominio de España la colonia de Sacramento además de cederle el enclave de Fernando Poo y otros territorios insulares en las costas de Guinea en Africa Occidental.
En el año de 1783 por el tratado de Versalles , España logró recuperar el territorio de la Florida,la costas del Golfo de Honduras y la costa de Campeche pero no pudo lograr su más caro objetivo, la devolución de la plaza de Gibraltar. Hasta el día de hoy, ha sido Gibraltar una espina dolorosa enconada en el alma de los españoles.
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