jueves, 24 de febrero de 2011
ARMADA 102
Los meses de marzo, abril y parte de mayo de 1818 fueron de intensa actividad para el ejército patriota. El ll de marzo desde Villa de Cura, el Libertador hace publicar un “llamamiento a las armas”dirigido a los habitantes de los Valles de Aragua, al tiempo que emprendía movimientos de tenaza destinados a evitar que Morillo, fortificado ahora en Valencia, pudiera obrar hacia Occidente o que La Torre desde La Victoria pudiera operar hacia Caracas. El día 14 de marzo Bolívar ordenó retrogradar hacia Villa de Cura al saber que Morillo había tomado la posición de La Cabrera y que yá estaba entrando en Maracay. El día 15 después de marchar toda la noche, el ejército patriota amaneció en Villa de Cura, plaza crucial por ser la entrada hacia los Llanos.
Batalla de Semén.
El día 16 de marzo de 1818 se dio una batalla en el sitio de Semén, un encuentro sangriento donde el mismo general Morillo –acudiendo oportunamente en refuerzo de Morales- fué atravesado con una lanza al dirigir personalmente una carga de caballería. Morillo en estado grave fue conducido con urgencia hacia Valencia mientras el brigadier La Torre asumía el mando realista. Los resultados del combate no quedaron bien definidos, aunque se produjo la retirada de los patriotas desde Villa de Cura hacia Ortiz perseguidos de cerca por La Torre, lo que para ellos técnicamente debió considerarse una derrota. Bolívar desde Ortiz continuó su retirada hacia Calabozo, a donde llegó el 20 de marzo. Los españoles procedieron a ocupar la plaza de Ortiz.
Contra-ataque patriota. Combate de Ortiz.
Los siguientes días del 21 al 25 fueron usados por el Libertador para rehacer su estrategia y adelantar sus preparativos de contra-ataque. Así, en efecto , el día 26 el ejército patriota marchó de nuevo para Ortiz donde se encontró al enemigo listo para dar combate. La caballería a las órdenes del general Páez, lanzó una brillante carga obligando a los realistas a abandonar sus posiciones. Allí en Ortiz fueron desalojados los regimientos españoles de la “Unión”, de “Castilla”, “Victoria” y los restos del “Granaderos de Barinas” todos bajo el comando general del brigadier La Torre.
No llegaron a intervenir los regimientos de “Navarra”, “Burgos”, “Húsares” y “Dragones de la Unión” porque se habían marchado días antes para Villa de Cura. En el combate del 26 fue herido gravemente el bizarro coronel Genaro Vásquez, quien falleció el día 27( de marzo).
El día 31 de marzo el Libertador y el Estado Mayor General salieron para Calabozo a donde arribaron el 1º de abril de 1818. Bolívar permaneció en Calabozo hasta el día 7 de abril. El día 8 con las fuerzas reunidas, salió otra vez de Calabozo hacia el norte y acampó en El Rastro donde permaneció hasta el 11 de abril. El día 12 continuaron hasta San José de Tiznados llegando el día 13.
La sorpresa del Rincón de los Toros
En la madrugada del 17 de abril de 1818 en el sitio llamado “el Rincón de Los Toros”, fue infiltrado sorpresivamente el campamento donde pernoctaba el Libertador y el Estado Mayor General. Un grupo incursor perteneciente a la columna del coronel Rafael López, y dirigido por el capitán español Tomás Renovales, hizo uso del santo y seña que conocían, penetró en el recinto del campamento, intentando aplicar una acción sigilosa para ultimar al Libertador. En la obscuridad se produjo una refriega incontrolada y confusa. Hubo varios muertos de ambos bandos, pero el Libertador dentro de la confusión logró instintivamente ponerse a salvo. ( ) Desde la intentona de Jamaica, pasando por la sorpresa del caño Casacoima, era esta la tercera vez que expresamente se atentaba contra la vida del Libertador. Solo la suerte , su alerta constante y su agilidad característica le permitieron escapar de ileso de esos episodios.
jueves, 16 de septiembre de 2010
ARMADA 101
Encuentro de Calabozo.
El 12 de febrero de 1818 el ejército patriota se presenta frente a la plaza de Calabozo, donde Morillo tenía instalado su cuartel general.
Ante la llegada del ejército patriota, los realistas opusieron un frente compuesto por el regimiento de caballería “Húsares de Fernando VII”, y los de infantería “Unión”, “Navarra”y “Castilla” . Después de un corto enfrentamiento, los realistas optaron por refugiarse dentro de la plaza fortificada, mientras que los patriotas continuaban su marcha hacia El Rastro donde fijaron campamento, destacando una brigada de la caballería de Apure para que mantuviera bajo observación a la plaza de Calabozo. Desde ese punto(El Rastro), Bolívar dispuso tomar las posiciones más ventajosas para bloquear al enemigo e impedirle recibir cualquier clase de ayuda.
Morillo abandona a Calabozo.
Combate de El Sombrero.
Durante la noche de 14 de febrero Morillo decide evacuar la plaza de Calabozo precipitadamente. Al conocer la noticia amaneciendo el día 15, el Libertador ordena de inmediato marchar a todo el ejército en esa dirección. A su llegada se encontró la plaza abandonada y en completo desorden, habiendo dejado atrás los realistas su hospital de campaña, artillería, equipajes, y muchas armas y municiones. En su huída, éstos habían tomado el camino de El Sombrero hacia el este, por lo cual se envió a la caballería en su persecuciòn, mientras que la infantería seguiría detrás de aquella con el mismo propósito.
El día 16 de febrero de 1818 los patriotas pudieron alcanzar al enemigo en el paso del río Guárico aledaño a la población de El Sombrero. Tenían éstos una emboscada montada al otro lado del río. Al llegar los patriotas se dio la batalla con poca suerte para los realistas. Derrotados como fueron, prefirieron abandonar su posición retirándose hacia Barbacoas apoyándose en lo boscoso del camino. En ese combate se calcula que las tropas de Morillo sufrieron unas trescientas cincuenta bajas entre muertos y heridos. Por su parte el ejército de los patriotas reportó setenta bajas . Entre los oficiales muertos (4) figuró el teniente coronel Passoni, italiano de nacimiento, ingeniero de profesión quien esta vez cumplía funciones de ayudante general en el Estado Mayor General. Este oficial fué uno de los constructores de las fortificaciones de Punta Cabrián (Fuerte Brión) en el río Orinoco por órdenes del Libertador. Entre los heridos figuraron el general de brigada José Antonio Anzoátegui ( comandante general de
El ejército continuó sus operaciones en la zona por varios días. El día 21 de febrero se decidió que volviera a Calabozo , precedido por las caballerías de Cedeño y Páez que formaban la vanguardia. Llegaron el día 22 al mediodía, siendo la infantería acantonada dentro de la ciudad, mientras que la caballería acampó en las inmediaciones.
El día 23 de febrero , el general Páez y su división partieron con direcciòn a San Fernando. A la división estaba agregada la brigada del coronel Genaro Vásquez y el batallón “Apure”. Páez había recibido la órden específica de asediar a San Fernando de Apure y de tomarlo a la brevedad posible.
Ofensiva de Páez. Sitio y captura de la plaza de San Fernando.
Al frente de 400 hombres , el general Páez se presentó el 26 de febrero al frente de la plaza que ya estaba siendo sitiada desde dos días antes por la columna del coronel Miguel Guerrero. Se ordenó la construcción de tres baterías que se utilizarían para batir la plaza en forma continua desde diferentes direcciones, mientras que la caballería y la infantería se encargarían de vigilar y controlar todo el perímetro de la plaza, que en su interior estaba perfectamente atrincherada y sostenida por tres castillos, construidos por el flanco derecho , cubiertos de fosos y estacadas y defendida por mas de quinientos hombres. La artillería mantuvo un fuego constante sobre las fortificaciones las cuales a su vez contestaban con su abundante artillería. El intercambio de fuego se mantuvo por varios días (doce) mientras los sitiados sufrían de una absoluta escasez de víveres. Debieron sacrificar algunos caballos para racionar con su carne a las tropas defensoras.
La Armada en San Fernando.
La escuadrilla sutil del capitán de navío Antonio Díaz estuvo presente y se unió al bloqueo de San Fernando. Contaba la escuadrilla con diecisiete embarcaciones, bien tripuladas y armadas, las cuales fueron posicionadas convenientemente en las cercanías, esperando su oportunidad para actuar.
No pudiendo los sitiados sostenerse por más tiempo, acosados por el hambre y sin esperanzas de auxilio, se vieron obligados a evacuar la posición, en la noche del 6 de marzo de 1818, abriéndose paso a través de las líneas patriotas que custodiaban el perímetro. En su huída, los realistas combatieron con mucha decisión, dieron suficientes demostraciones de bravura y paso a paso pudieron mantener su retirada en perfecto órden , pese a estar acosados por fuerzas superiores que se concentraban contra ellos. El día 11 de marzo finalmente, yá diezmados y extenuados por varios días de lucha constante, aceptaron la rendición que les intimaba el propio general Paez. ( San Fernando había sido ocupada por los patriotas en la madrugada del 7 de marzo ). Se entregaron a discreción, 174 soldados, once oficiales y su comandante el coronel José María Quero, con los restos del batallón “Numancia” y los “Granaderos de Barinas”
Respecto a las acciones relacionadas con la toma de San Fernando, el boletín de
Nuestra pérdida consiste en seis oficiales y cuarenta y ocho soldados muertos; dos oficiales heridos “…Al final señala el boletín que : “el mérito contraído por los fusileros de la marina que desembarcados se reunieron a nuestra infantería y siguieron en la persecución, igualmente merece un particular recuerdo. Ellos fueron los que arrojadamente avanzaron a hacer rendir las armas al enemigo; los mandaba el alférez de fragata, Juan Antonio Ríos, este bravo oficial que no hay elogios bastantes que no merezca”.
lunes, 13 de septiembre de 2010
ARMADA 100
Acontecimientos navales importantes a partir de 1817.
Aumento de las Fuerzas Marítimas
Desde Angostura, el Libertador se muestra pendiente por el aumento de las Fuerzas Marítimas. El 18 de noviembre de 1817 oficia al Almirante Brión señalando su disposición para que se construyan y armen a la mayor brevedad veinte cañoneras, dos bombardas y se formen dos batallones de marina ( *). Dice que las cañoneras se armarán con un cañòn de a 32 en proa y diez de ellas llevarán uno de 18 en popa y las diez restantes de a 12.
Las bombardas llevarán un obús real y otra un mortero.
Clasificación de los buques de
Para la misma fecha se publica en (Santo Tomás de) Angostura un decreto clasificando los buques de
Las Fuerzas Sutiles en la campaña de los llanos centrales. Primer encuentro de Bolívar y Páez
Desde Angostura partió el Ejército al mando de El Libertador el 31 de Diciembre de 1817 siguiendo una ruta paralela al Orinoco y con dirección hacia el bajo Apure. Sus intenciónes eran avanzar hasta San Juan de Payara, reunirse allí con las fuerzas del general José Antonio Páez, luego cruzar el Apure y continuar hacia Calabozo- en los llanos centrales- para desde allí invadir el Centro y enfrentarse a las fuerzas españolas del general Morillo que se mantenían dominando en esa región.
Mientras el grueso del ejército marchaba por tierra, la responsabilidad del transporte de otro personal, equipos y pertrechos recayó sobre
El día 27 de enero las pequeñas embarcaciones continuaron remontando desde Araguaquen hasta Caujaral conduciendo el resto del parque, las comisarías y los hospitales de campaña. El 30 de enero de 1818 en el Hato Cañafístolo cercano a Caujaral, se conocieron por primera vez Bolívar y el general Páez. Este último después de presentar sus respetos al Libertador, procedió a regresar a su cuartel de San Juan de Payara donde esperaría la llegada de ejército.
Cruce del río Arauca en Caujaral.
El día 31 de enero en Caujaral a las embarcaciones de la escuadrilla se les reuniría el ejército que marchaba por tierra después de efectuar su cruce frente a
El día 5 de de febrero de 1818 todo el ejército marchó con dirección a la plaza fortificada de San Fernando. No tenía Bolívar ninguna intención de atacarla por los momentos, su interés estaba en esquivarla, pasar el río Apure y continuar hacia Calabozo .
La toma de las Flecheras. El cruce del Apure.
El día 6 de febrero llegó el ejército al río Apure. En el Paso del Diamante estaban estacionadas unas embarcaciones enemigas de diversos tamaños . Los húsares de
(*) Infantería de Marina.
jueves, 9 de septiembre de 2010
ARMADA 99
héroe de Matasiete. (arriba)
No pudiendo tomar el Portachuelo como fué su intención, Morillo avanza por la izquierda –por Pedregales- y ocupa el puerto de Juan Griego, que es defendido encarnizadamente por los margariteños.
El 8 de agosto de 1817 se produce el combate del fortín de Juan Griego y la espantosa masacre de la hoy llamada laguna de “Los Mártires”, lugar donde perecen 200 patriotas mandados por el coronel Juan Fernando Fermin (****). Por cierto que el propio Morillo se refirió en un escrito suyo a la violencia desatada en esta acción : “Nuestra caballería, que para el momento de ocupar el reducto yá estaba prevenida, recibió a los que salieron de él ,en unas lagunas poco profundas donde todos se arrojaron, y allí pereció a sablazos aquella banda de asesinos feroces que ni imploró la clemencia ni hubo uno que diera señales de timidez en medio de la carnicería que en ellos se hizo”
(*) Ante la intimación de Morillo, la respuesta de Gómez cerraba con estas palabras: "Si la fuerza y los medios que están a la disposición de V.E son tales cuales nos los pinta, bien podrá coger por triunfo, para satisfacer la tirana ambición de su soberano y complacerse en ello, la área estéril y desolada de la isla Margarita, pero jamás podrá decir que se le rindieron sus ilustres defensores"
(***) Morillo intentaba tomar el Portachuelo situado entre La Asunción y Tacarigua. Las baterías de la Caranta y La Libertad impedían a los realistas acercase al objetivo previsto. No pudiendo acceder al Portachuelo, después de varias horas de combate, Morillo decide (en la tarde) retirarse hacia Pampatar. Se perdieron al caer la noche y mientras buscaban el camino, fueron hostigados por la caballería patriota.
ARMADA 98
(izq) Desembarco en Los Mangles
Morillo de nuevo en Margarita.
miércoles, 8 de septiembre de 2010
ARMADA 97
Un resumen de la trayectoria de Morillo. De Venezuela a la Nueva Granada. y regreso.
Retrocedamos un poco en el tiempo: Recuérdese que Morillo, creyendo pacificada
Morales enviado a Venezuela.
Desde Bogotá, a sabiendas de la llegada de Bolívar a Margarita, y preocupado de las consecuencias que ese hecho pudiera tener en un futuro cercano, envió al brigadier Francisco Tomás Morales para que avanzando por la vía de Cúcuta, regresara a Venezuela a enfrentar los brotes de insurgencia que allì estaban renaciendo inspirados por la presencia de Bolívar.. Morales era el hombre indicado para esta tarea, considerando su vasta experiencia militar en Venezuela y su probada fortaleza de carácter frente a casos de difícil solución. Respecto a él diría Morillo que: “su persona era un socorro que equivalía a algunos batallones”.
Al partir Morales desde Bogotá, llevaría consigo solamente al batallón “Primero del Rey”, unidad formada por contingentes puramente criollos, a los que debía reforzar en el camino en la medida que avanzara hacia el centro de Venezuela, incorporando nuevos efectivos. Morales desde Cucuta pasó a Maracaibo y después a Coro, ciudades consideradas siempre como tradicionales bastiones realistas. Emulando a su predecesor Monteverde desde Coro se aventuró en “ tierra de nadie” , avanzó sin mayores dificultades sobre Carora, Barquisimeto, San Carlos y muy pronto se encontraba en Valencia, desde donde podía ahora iniciar sus preparativos para enfrentar a Bolívar donde quiera que éste apareciese. Y muy pronto como Morales esperaba, se le apareció Bolívar, desembarcando en Ocumare de
A Morillo, lo habíamos dejado en Bogotá, la capital del Virreynato. Podemos señalar que al personaje le desagradaba sobremanera tener que intervenir personalmente en asuntos de administración, gobierno, diplomacia y política. Esos papeles que en estos campos debía desempeñar, los cumplía por pura necesidad y a regañadientes . Le disgustaban mucho las zalemas y la adulancia extrema que eran características de la vida cortesana y desabrida de la sociedad mantuana y colonial, que él mismo, públicamente solía calificar como manifestaciones falsas y oportunistas. Sus preferencias como soldado rudo y profesional estaban en hacer la guerra y en vivir sumergido en las rutinas de campaña, compartiendo a la par con sus tropas los peligros, penurias, fatigas y sufrimientos que constituyen la vida del soldado común. Era esa la personalidad del soldado Morillo, un tropero por excelencia.
Recuérdese que en persecución de las reliquias del ejército neogranadino que se retiraba en desorden y apresuradamente hacia los llanos de Casanare, envió a su segundo en el mando el brigadier don Miguel de
Ya sabemos lo que sucedió con La Torre. Su campaña de Guayana terminó en un completo fracaso y lo vemos regresando de su periplo en completa derrota , arribando por mar a Cumaná donde presenta sus cuentas a un Morillo que yá no las tiene todas consigo. Morillo después de recibir de La Torre los desastrosos informes de su campaña lo destaca a comandar una division en los llanos centrales. Sabe que La Torre cumplió con sus deberes de soldado hasta lo mas profundo de sus habilidades. Nunca llegó hasta ahora a faltar a sus deberes y aunque derrotado en varias oportunidades, eso no se debió a sus fallas como comandante sino a la superioridad del enemigo en esos teatros de operaciones. Así lo reconoció Morillo.
Morillo tenía un muy especial interés en regresar a Margarita. Soñaba con castigar la infidencia de ese pueblo rebelde, a quien años atrás había perdonado con cierto dejo de nobleza. No podía olvidar la ingratitud de Arismendi a quien Morillo creyó dominado de un sincero arrepentimiento, pese a las objecciones de Morales. Sinembargo Arismendi, genio y figura de la simulación, tenía sus lealtades fijas en otra dirección. La libertad de la Patria estaba primero que sus promesas oportunistas de sumisión al Rey de España. Esa acción de los margariteños le quitaba el sueño al Pacificador. Creyó pues necesario, como punto de honor regresar a la isla, y someterla ahora en forma contundente, sin miramientos ni consideraciones. Preparó detalladamente una segunda invasión con el apoyo masivo de la armada realista que operaba con éxito en los mares de Costa Firme. Mientras se desarrollaban las operaciones pacificadoras en Margarita, La Torre sufría un asedio constante en Guayana , mientras que el Almirante Brión se apoderaba del Orinoco obligando a La Torre a abndonar el teatro de manera casi desastrosa.
Hasta aquí el resumen. Analicémos de aquí en adelante, las operaciones de Morillo en Margarita en 1817 y los resultados de su campaña.
martes, 11 de mayo de 2010
ARMADA 96
El día 5 de agosto llegaron los buques al Caño Grande. En Punta Barima conferenció el general La Torre con los capitanes de algunos buques y acordaron dirigirse a la isla de Granada por ser una de las mas cercanas y donde podrían obtener los recursos necesarios para continuar su navegación.
El 6 de agosto el convoy terminó de pasar la barra y el 7 lograron divisar algunos barcos ingleses, pesqueros en su mayoría. Cerca de la isla de Tobago una balandra inglesa se acercó y les ofreció en venta algunos suministros, harina y bacalao. El día 8 de agosto llegaron al frente de la bahía de Saint Georges en Granada y se mantuvieron a distancia prudencial esperando autorización de las autoridades de la isla.
El día 12 en Granada y en todas las posesiones británicas, se celebraba el cumpleaños del Rey (Jorge III de Inglaterra) y al dispararse los 21 cañonazos de la plaza en su honor, a ellos se unió como era costumbre la “Merced”por ser el buque insignia de la escuadrilla. Fue necesario declarar en cuarentena el bergantín “Triunfador” por haberse muerto el comandante del mismo buque a consecuencias de una enfemedad contagiosa (vómito negro). Haciendo ésto se evitarían complicaciones con las autoridades inglesas.
El 14 de agosto La Torre decidió enviar todos los emigrados civiles a Puerto Rico en los buques “Triunfador”, la “Guadalupe” y la “Victoria”. Era una forma apropiada de disminuír la presión y sustraerse a la gran responsabilidad de atender a civiles enfermos, inútiles y totalmente desmoralizados. El 30 de agosto, por fin; llegaron enviados por Morillo desde Margarita, la corbeta “Descubierta” (capitán de fragata Francisco de Paula Topete) y el bergantín “Periñón” ( teniente de navío Juan Gavaso) y con ellos regresaba de su comisión el coronel Esteban Díaz. Este oficial traía consigo algunos documentos emitidos por Morillo recientemente en Margarita. El 7 de septiembre se publicaron dentro de los buques de la flotilla, los oficios del Capitán General (Morillo) declarando en estado de bloqueo las Bocas del Orinoco , las costas de Güiria y la Costa Firme hasta Margarita.
El gobernador inglés de Granada era a la sazón el General Phineas Riall. El día 10 de septiembre dicho mandatario autorizó por fin con ciertas condiciones el desembarco de los españoles del maltrecho convoy. Cumpliendo con una cortesía muy británica, Riall invitó al brigadier La Torre y algunos de sus oficiales a una comida formal en su residencia, donde se hizo gala del exquisito estilo de vida social de los militares británicos en sus colonias de ultramar.
El día 12 de septiembre zarparon los buques españoles con destino a Cumaná. Eran 10 los que quedaban después de las comisiones enviadas a Puerto Rico . Una balandra inglesa los escoltó hasta algunas millas afuera.El día 15 de septiembre llegaban a Cumaná donde se presentaban al general Morillo. Después de alguna reorganización en dicho puerto, volvió a zarpar el convoy esta vez con destino a La Guaira a donde arribó el día 25 en la noche.
La Torre subió inmediatamente a Caracas, para recibir instrucciones con respecto a la disposición de sus tropas. La terrible campaña de La Torre en Guayana llegaba a su fin. Su competente liderazgo había logrado que los daños sufridos fueran los menores posibles dentro de las circunstancias. Las tropas que habían sobrevivido la campaña fueron distribuídas convenientemente. Algunas unidades quedaron en Caracas y otras fueron asignadas a reforzar la guarnición de Puerto Cabello.
En octubre de 1817, el brigadier La Torre fue nombrado Comandante General de la 1ª Divisiòn en reemplazo del Coronel Juan de Aldama. La sede de ésta división estaba ubicada en la plaza de El Sombrero, en los llanos del Guárico.