martes, 30 de septiembre de 2008
ARMADA 8
La armada antigua.Los navíos de Trafalgar.
Regresando a los navíos de línea de la época de Trafalgar, los había de gran tamaño, los llamados de "primera, segunda y tercera clase"dependiendo de sus dimensiones, desplazamiento , número de cubiertas artilleras (baterías) y número de cañones en ambas bandas por cada cubierta. Hubo navíos que llegaron a tener hasta cuatro cubiertas artilleras, con mas de cien cañones por cada banda. Por razones de equilibrio, balance y estabilidad, los cañones de mayor peso y calibre se colocaban en la batería más cercana al nivel del mar, los de mediano peso y calibre en las baterías intermedias y los más pequeños en la batería superior (que era precisamente aquella situada nó en la cubierta principal sino por debajo de ella). En cuanto a la cubierta principal y en los castillos de proa y de popa, éstos estaban armados por "carronadas" (se llamó así a un cañón de ánima lisa y de corto alcance , sin ruedas , que se utilizaba abordo para complementar el poder de fuego de un buque, especialmente como arma anti-personal para repeler abordajes. Existieron desde el momento que se inventaron los cañones, pero se comenzaron a llamar "carronadas" desde que los ingleses los fabricaron en serie en una factoría de la "Carron Company"situada en Falkirk, Escocia a mediados del siglo XVIII), "culebrinas" y "morteros", piezas móviles éstas, relativamente pequeñas , y cargadas generalmente con "metralla" y "bala rasa"que se emplazaban en lugares adecuados para con ellos garantizar le defensa inmediata ante algún intento de abordaje.
Disparar una "andanada"( en inglés "to fire a broadside") equivalía a hacer fuego simultáneamente por todos los cañones de una banda contra un blanco situado a su frente y a corta distancia. Por supuesto que los efectos debían ser por naturaleza desastrosa, en el sentido de penetrar los cascos enemigos, barrer literalmente las cubiertas, derrumbar los mástiles , cortar las cabuyerías , destrozar las velas y causar internamente explosiones e incendios difíciles de controlar , sin contar con la cantidad de muertos y heridos dentro de la tripulación.
La "obra muerta"se llamaba la parte del casco que estaba por encima de la línea de flotación, mientras que la "obra viva" era la parte sumergida. Esa obra muerta, lugar donde se asomaban las bocas de fuego de las baterías , eran por lo general acorazadas, con robustos tablones de madera de gran dureza y espesor. Las granadas explosivas estallaban afuera sin penetrar, las balas macizas rebotaban y muy pocas veces podían abrir una brecha. Sin embargo, cuando un buque situado a barlovento disparaba contra su adversario situado a sotavento, es probable que éste último resultara dañado en su parte más débil-su barriga-ahora notablemente expuesta a los fuegos directos de las baterías enemigas. Una bala sólida que allí impactara, precisamente en un sector donde no existía coraza alguna , abriría un boquete muy grande por donde se inundarían súbitamente compartimientos, bodegas y sentinas, lo cual era suficiente motivo para que el buque así dañado se fuera a pique con increíble rapidez . Esta es una de las razones por la que los comandantes de flotas procuraban maniobrar para "cogerle el barlovento" al enemigo antes de que comenzaran los tiros. Además, el buque colocado en sotavento , por causa de la inclinación que producía el viento sobre él, no podía apuntar sus cañones directamente , debido a que sus bocas estaban muy arriba y sus disparos pasaban de largo por encima del enemigo, mientras que los disparos del otro se concentraban en sus partes blandas . Si el buque de sotavento , tratando de no mostrar claramente su barriga iniciaba un viraje a favor del viento es decir dando la espalda a su contrincante, el efecto era mucho peor, porque entonces recibía por la popa todo el fuego enfilado o "fuego de rastrillo"como se le solía llamar. La popa era la parte más sensible de un velero, la más vulnerable , allí estaban los amplios ventanales sin blindaje de ningún tipo, allí estaba el timón- pieza en extremo delicada-y estaba el puente de mando , tambien estaban allí los alojamientos , cámaras y comedores del Comandante y de los oficiales. Una bala que entrara por la popa, podía fácilmente continuar su trayectoria a lo largo de la nave entre cubierta y cubierta creando caos y mucha destrucción a su paso. Los comandantes sabían esto muy bien y no se arriesgaban demasiado a "enseñarle la popa"al enemigo. Si en lugar de ofrecer la cola, el mismo buque colocado en sotavento optaba-bravía aunque imprudentemente-por embestir con su proa, los resultados serían mas o menos similares, porque entonces recibiría el fuego enfilado desde adelante hacia atrás y además sus propias baterías artilleras (laterales) no tendrían a nadie en frente a quien dispararle. Moraleja: lo más conveniente en todo caso era maniobar con sabiduría y astucia para no dejarse "coger"el barlovento. Pero si acaso no se lograba el cometido táctico, entonces era preferible no entrar en batalla por ahora y esperar un cambio favorable de situación. Rehuír el combate aún por razones lógicas hubiera sido en esos tiempos una decisión muy difícil de tomar, sobre todo siendo un español el responsable de hacerlo. La cobardía en batalla se pagaba con la muerte.
lunes, 29 de septiembre de 2008
ARMADA 7
La armada antigua. La guarnición de abordo. Funciones.
La infantería embarcada como se há señalado anteriormente, constituía la llamada guarnición de abordo y cumplía funciones específicas. En caso de zafarrancho podía ser utilizada para manejar algunos cañones y para transportar los pertrechos desde las santabárbaras hasta las baterías de tiro. Además se usaban para montar las guardias de puerto , para escolta y protección de la oficialidad cuando ésta cumplía misiones especiales en tierra, como policías en las embarcaciones menores y como conservadores de la ley y el órden en los puertos de atraque, ante cualquier atropello o desmán que pudieran cometer los marineros de su propio buque cuando gozaban de períodos de franquía en tierra. Es bueno recordar que las tropelías en las zonas portuarias , causadas por marineros revoltosos eran proverbiales; una rutina de nunca acabar en cualquier parte del mundo. Habiendo pasado muchos meses en el mar, con el ahorro de sus pagas acumulado, se dedicaban ahora a beber desesperadamente sin ningún freno ni restricción en las tabernas del puerto. Y las tremendas borracheras no se hacían esperar y con las borracheras las peleas a puño limpio preferiblemente contra los marineros de los otros buques que también se encontraban celebrando de su libertad en tierra. Si no habían otros buques, entonces peleaban entre ellos mismos, echando abajo las tabernas donde poco antes habían consumido todo el licor que estuviese disponible en las bodegas. En pleno "atajaperros", entre pitos y bastonazos llegaba la policía naval , alertada de antemano. Era el momento para que los marineros cambiaran de frente, ahora el enemigo no eran los otros marineros, sino que ahora todos a una como Fuenteovejuna se lanzaban contra los infantes de marina (la policía naval) que según ellos, se habían presentado a la fiesta sin invitación. Esa noche, los calabozos del buque permanecerían repletos , se llenaban de punta a punta hasta que rayara el alba , cuando numerosos poncherazos de agua salada y fría ayudaban a los inquilinos a recuperar su trastornada memoria. Lo que nunca fallaba en la mañana siguiente, era un lloroso cantinero, -extranjero por regla general- que venía a reclamar ante el comando del buque , una debida compensación por los destrozos causados por la "peste blanca" como se llamaba en esos tiempos a la marinería revoltosa. Reclamaban además el pago de algún consumo alcohólico exagerado que por culpa de la tremenda refriega , no se llegó definitivamente a cancelar. Comunmente , estos reclamos de los taberneros no prosperaban, si acaso lograban algo era una disculpa y un apretón de manos. Nada más que eso. Hasta la mañana siguiente cuando se volvería a repetir la misma función, pero con buques distintos a los anteriores.
La armada antigua. Los buques de guerra.
Cuando iniciamos la descripción de los buques de guerra, pensamos- por ejemplo-en un navío de línea de fines del siglo XVIII o de principios del siglo XIX, digamos en la época cercana a la batalla de Trafalgar. Un navío de esos constituía nada menos que una maravillosa máquina guerrera, lo último quizás de los avances en aspectos de "tecnología militar"aplicada entre las potencias involucradas. Observados desde un punto de vista actual, podrían parecernos obsoletos, lentos, pesados, rechonchos y poco eficaces para hacer la guerra en el mar. No lo eran sin embargo, por el contrario sus efectos-cuando eran bien empleados-eran absolutamente demoledores. Enfrentar un inmenso navío de línea de unas 1500 toneladas de desplazamiento contra otro navío de tamaño similar, debía constituír todo un espectáculo de contundente violencia y destrucción, siendo el efecto mucho mayor cuando se tenían que enfrentar dos escuadras perfectamente programadas, adiestradas y organizadas para entablar una batalla naval en forma, donde las posibilidades de éxito dependían casi siempre de la calidad de los mandos, de las innovaciones tácticas y estratégicas y hasta del toque carismático de algún individuo en particular.
Es conveniente detallar lo que era un navío de línea. La expresión correcta para designarlos , era "navío de línea de batalla"precisamente porque con ellos debía formarse una línea para entrar en combate. Los ingleses en su idioma lo llamaban "line of battle ship" que más tarde por costumbre o brevedad se llegó a denominar "battle ship" a secas, término éste que pudo prevalecer y que siguió utilizándose en el idioma inglés hasta nuestros días. De éstos buques quedan alguinos todavía, pero muy pocos. La palabra española "acorazado" aunque signifique otra cosa (por lo de coraza), es su equivalente contemporáneo. Los acorazados actuales se suelen llamar también "navíos de línea", "buques capitales"o "naves de batalla", en clara diferenciación con otros más pequeños que actúan como auxiliares de ellos dentro de la flota (cruceros, destructores, fragatas, corbetas etc.) . Los modernos porta -aviones como concepto de actualidad, hán estado reemplazando a los acorazados en su tarea principal de navíos de línea, utilizando la poderosa arma de aviación como su principal recurso en lugar de los grandes cañones convencionales (un acorazado contaba por lo menos con 9 cañones principales de 16 pulgadas de calibre cada uno, que se podían disparar a distancias hasta de 45 kilómetros sin siquiera ver el blanco. Eran tan grandes esos cañones que un hombre podía pasar arrastrándose fácilmente por el ánima de ese cañón) Y mas modernos aún, los artefactos misilísticos que facilitan los encuentros a muy larga distancia (miles de kilómetros), con menores riesgos y con una precisión absolutamente asombrosa.
ARMADA 6
La armada antigua. Economía alimentaria abordo.
Considerando la permanente escasez abordo, no era dable permitir a ninguna persona el pecado de desperdiciar la comida. En caso de que alguien dejara algo sin consumir en una de sus comidas (algo muy raro por cierto) , no le estaba permitido arrojarla al mar por la borda. Primero porque el viento hacía que se salpicaran las cubiertas y éstas se manchaban. La limpieza era un factor esencial en esta parte del barco, ellas se cepillaban con esmero y se lavaban constantemente. Segundo porque los desperdicios lanzados al mar , acostumbraban a los tiburones (*) a permanecer pegados alrededor del barco , siguiendo sus aguas y eso no tenía un aspecto muy agradable en caso de que algún infeliz se cayera al agua accidentalmente, como sucedía muy a menudo. Para evitarlo se encontró una práctica solución, que además podía ser aprovechada para mejorar el bienestar de los residentes . Un tonel de mediano tamaño, con una tapa movible era colocado en las cercanías de la cocina . En ese recipiente se depositaban todas las sobras de las comidas, teniendo cuidado de no echar en él cosas que fueran contaminantes, como conchas de frutas, zapatos viejos, cucharillas rotas y mucho menos pedazos de vidrio. Ese tonel, conteniendo de todo un poco (restos de carne, galletas, avena del desayuno, garbanzos, pedazos de tocino, trozos de funche, arroz blanco, caraotas rojas, huesos, papas , cebollas, cabezas de pescado, sardinas, camarones, mejillones, residuos de pan, y cualquier otro menjurje) era vaciado al caer de la tarde por órdenes del Maestre Cocinero en una olla sopera de gran tamaño. Mezclados con agua , manteca y aliños al gusto, los desperdicios eran reciclados en la forma de un delicioso asopado que se vertía después en un puchero mantenido cerca de los fogones. Por allí desfilaban afanosamente todos aquellos que montaban los turnos de guardia nocturna de cuatro horas y que sufrían aquella desagradable sensación de cansancio, mareo, sueño, frío, fastidio y sobre todo...mucha hambre. Llenar su propia escudilla con sopa caliente a las dos de la madrugada, traficando el Atlántico Norte en pleno mes de febrero, parecía para cualquier mortal una bendición de Dios, sin reparar demasiado en su procedencia. De allí nació la expresión aquella de que "lo que no mata engorda". Al amanecer nada quedaba del contenido del puchero y se eliminaba así la necesidad de lanzar los desperdicios al mar. En forma chistosa, los marineros llamaban al sitio donde estaba el recipiente colgado, "la taberna del ahorcado", "la caldera del diablo", "el pozo del infierno"o cualquier otra barbaridad caprichosamente inventada por alguno de ellos, pero que muy rápidamente era repetido por todos jocosamente. Por regla general, los marinos de esas épocas solían ser muy alegres y casi nunca sujetos amargados. Algunos solían bautizar al puchero haciendo referencia maliciosa al nombre del propio cocinero-que siempre por alguna razón o por otra, era muy conocido y popular entre la marinería-, por ejemplo la llamaban "la tinaja de Felipe"suponiendo que fuese ese el nombre del cocinero, o "el puchero de Vittorio"en otro caso particular. Como cosa curiosa y digna de relatar, en casi todos los buques de la Armada de cualquier país, hubo siempre cocineros llamados Manolo, Felipe, Vittorio, Benito o Kyriakos. Pero nunca hubo por cierto, alguno que se llamara Horacio y mucho menos Nelson. Esos nombres se destinaban a otras tareas menos grasosas.
Lo mas escaso abordo era el agua dulce, se repartían diariamente raciones muy limitadas, algunas veces mezcladas con ron que los marineros ahorraban para mejores oportunidades o para negociar con sus semejantes. En ocasiones el agua se dañaba y ese hecho creaba severas crisis abordo. Hubo casos en que la escasez de agua llegó a producir motines de muy graves consecuencias. Para el baño, para la limpieza y para lavar la ropa se utilizaba agua de mar, que los hombres recogían con un balde atado a una cuerda. En las áreas destinadas a la marinería y la tropa no habían letrinas. El mar hacía sus veces a través del famoso balde de madera atado a un chicote de un cuarto de pulgada. Hubo marinas (y todavía las hay) donde bañarse no era obligatorio.
En el sector correspondiente a la oficialidad de mando (cuadrado de oficiales), en plena popa existía un lugar llamado tradicionalmente "los jardines"con ciertas aberturas practicadas en el piso por donde se lanzaban las excretas al mar. Se le llamaba "jardin"a ese lugar, no porque oliera a rosas precisamente sino porque a su alrededor se acostumbraba a colocar arbolitos cultivados en macetas con el solo propósito de ocultar a vistas extrañas la presencia de los orgullosos y aristocráticos oficiales comprometidos en aquellos menesteres de "vaciar la bacinilla"al amanecer. Los retretes automáticos solo vinieron a conocerse en tierra firme a finales del siglo XIX y en las armadas ya bastante avanzado el siglo XX. En los ejércitos de tierra por su parte, esa tecnología nunca hizo falta por razones obvias.
(*) Los tiburones eran muy adictos a comer marineros ingleses, no se conoce la razón aunque se presume que era por lo bien alimentados que estos estaban. Por los marinos españoles, se dice que no tenían mucha preferencia, tal vez porque los hispanos eran muy mal hablados y de tanto maldecir, tenían mal sabor. En cuanto a los marineros franceses, de ellos se sabe poco. Era muy difícil que los tiburones se los comieran porque los franceses raramente se acercaban al agua. (Se non e' vero e' ben trovatto)
sábado, 27 de septiembre de 2008
ARMADA 5
La armada antigua. Consideraciones sobre la clase de marinería.
En cuanto a la marinería común, éstos procedían de muy diferentes fuentes: reclutados de los buques mercantes (en caso de necesidad por causa de guerra) surtos en los puertos nacionales o detenidos en alta mar para inspecciones. Además se echaba mano de los presidiarios de regular conducta con la promesa de redimir sus condenas prestando el servicio abordo. Se solía también reclutar (a veces forzosamente) marineros en puertos extranjeros , generalmente vagos, borrachos, desempleados o desposeídos a quienes se les garantizaba alojamiento, ropa, comida , una paga convencional y ciertos privilegios adicionales (participación en el reparto de las llamadas "presas"capturadas , de cuya liquidación le correspondía a cualquier tripulante -de capitán a paje- una parte. Esto incluía ademas las "obvenciones"asignadas por el decomiso de contrabandos y otros ilícitos). En cuanto a la edad, no importaba mucho la que se pudiera tener . Desde los diez años en adelante se les solía reclutar empleando a los más jóvenes como "pinches de cocina", ayudantes de cámara (camareros), mensajeros de abordo, ordenanzas, camilleros, participantes en las bandas de música , cargadores-repartidores de agua y alimentadores de los caballos y otros animales embarcados. La edad promedio de la marinería común (reclutada) era de 25 años, siendo muy pocos los que tuvieran una edad superior a los 30 años. Si algún individuo demostraba una especial capacidad para aprender un oficio y manifestaba su deseo de seguir en la carrera, se le colocaba a las órdenes de algún oficial de mar para iniciarlo como aprendiz.
Los infantes de marina que también residían abordo, recibían un trato diferente en cuanto a su utilización y funciones. En todos los demás casos compartían con la marinería, los mismos alimentos, las mismas asignaciones y los alojamientos que por regla general no eran para nada confortables. Tanto los soldados como los marineros vivían y dormían (en hamacas o en colchonetas duras y mohosas ) en los espacios libres dentre las hileras de cañones instalados sobre las cubiertas de baterías. Sus mesas eran unas tablas fijadas entre dos piezas de artillería aledañas. Al terminar de comer se recogían esas tablas procediéndose a colgarlas en los mamparos. Cada individuo tenía como dotación su propia escudilla de loza, un platón de madera curtida, una cuchara de peltre y su propio cuchillo que utilizaban esta vez como cubierto. Si alguno de estos implementos se le perdían, debían entonces valerse de otros medios, como por ejemplo robarse los de un compañero , quien a su vez repetía el mismo procedimiento y así sucesivamente.
La comida variaba de regular a mala o a pésima por necesidad. Buena casi nunca. Unas especies de galletones super duros y a veces horadados por los gorgojos, carne de res salada y deshidratada -mas dura que el carrizo-, carne salada de cerdo , granos de diversos tipos , la infaltable avena desabrida , con grumos, algunas paticas de cucaracha flotando en ella y residuos de nepe ( corteza), azúcar morena sin refinar (papelón molido), mantequilla de sabor rancio y queso cada vez que el Rey cumplía años o cuando se decomisaba un contrabando holandés. Si se recalaba a algún puerto donde hubiesen frutas frescas, se compraban muchas naranjas y limones que servían para evitar la enfermedad del escorbuto. Era extremadamente difícil conservar los alimentos, las carnes por ejemplo. La de res -que era la preferida de todo el personal- se conservaba metida en grandes toneles de salmuera desde donde se iban sacando porciones en forma gradual (carne salpresa o al salmorejo). Otra forma de conservarla era a la "bucanera" vale decir salándola completamente, secándola despues al sol y al aire para finalmente ahumarla con la combustión de madera verde. (Este sistema hizo famosos a los bucaneros del Caribe, cuyo comercio era preparar carne que sustraían de las islas para venderla a los navegantes que quisieran comprarla). El término se asimiló después a los piratas que operaban en el sector porque su alimento básico era esa carne "a la boucanne" o a la "boucannier".
La carne de cerdo se preservaba de otra manera. Se derretía la grasa del tocino vertiéndose en grandes toneles. Luego se introducía la carne yá salada y cortada en trozos, dentro de esos toneles llenos de manteca. Muy pronto la manteca de cerdo se solidificaba y en principio nunca llegaba a dañarse, como tampoco se dañaba la carne en ella sumergida, que de paso conservaba su característico y agradable sabor por días y por meses, curándose como si fuera jamón serrano. Mientras más vieja la carne de cochino sabía mejor. Producto de los grandes y saludables cerdos ingleses , unos formidables cochinotes del tamaño de un asno, la carne era la delicia de las tripulaciones y se proveía de manera abundante, más aún que la carne de res.
Contrario a lo que la gente cree, los marinos nunca hán sido adeptos a comer pescado, no les agrada mucho comerse a otros marinos y tampoco estaban motivados a pescar a menos que fuera absolutamente necesario. Claro que las "gambuzas"(depósitos) guardaban pescado en grandes cantidades igual que otros tipos de carnes. La única forma de conservar el pescado era manteniéndolo completamente seco y salado. Lo compraban a los pescadores de oficio y mostraban su preferencia por los arenques, salmón y bacalao. Otros pescados no eran muy comercializados ni apetecibles. En cuanto a la carne de aves, era casi inexistente abordo. Si acaso algunos capitanes tenían como de su propiedad personal algunas gallinas abordo , pavos o perdices que se mantenían vivos en corral, bajo cubierta y al cuidado de algún joven ordenanza. Aparte de las aves y sus huevos (considerados manjar de los dioses), también se criaban algunos conejos y liebres que por ser muy prolíficos, garantizaban una moderada existencia en ese renglón. Eran un exclusivo privilegio del Capitán y a veces de los oficiales que éste invitara a su mesa en ocasiones especiales. Los ladrones de huevos eran condenados a cuarenta azotes por facinerosos y perjudiciales.
ARMADA 4
La armada antigua. La azarosa profesión de marino.
La profesión de marino en esos tiempos era algo extremadamente difícil y azarosa, considerando todos los estratos, ya fuera en los niveles de la oficialidad como en los de la marinería propiamente dicha y en las tropas embarcadas de Infantería de Marina. Los oficiales disfrutaban de ciertos privilegios dependiendo del rango que se ostentara . Existían tres categorías de oficiales, la primera: los "oficiales de mar y guerra"(llamados también oficiales de mando) que desde el guardiamarina hacia arriba pasando por los alféreces, tenientes hasta llegar a los capitanes , tenían la responsabilidad de ejercer el comando militar propiamente dicho, el manejo del buque en su desempeño náutico y en la ejecución de acciones de guerra. Los capitanes que se destacaban podrían incluso alcanzar el almirantazgo si la suerte les era propicia. Era la de "oficiales de mar y guerra" la categoría dominante y se llegaba a ella sólo transitando, sufriendo y superando una larga ruta de dificultades y requisitos.
Formación de Oficiales de Mar y Guerra.
Para ser un oficial de mar y guerra , se debía comenzar por un metódico aprendizaje del arte naval y de las ciencias aplicadas a ésta actividad en particular. Trabajo, disciplina y estudio eran las bases de su formación.
Cada buque recibía a uno o varios jóvenes de comprobada calidad, solvencia y vocación, como aprendices, quienes eran colocados abordo bajo la especial tutela, responsabilidad y vigilancia del propio Capitán, con el fin de ser formados , educados , capacitados y adiestrados para hacer una carrera de élite, genérica y duradera en el servicio naval y poder llegar, con aquellos conocimientos y aptitudes adquiridas progresivamente, a ocupar los cargos dirigentes propios y característicos de un buque de guerra de cualquier clase que fuera. Estos aprendices privilegiados se titulaban Guardiamarinas (en inglés Midshipmen) y estaban incorporados a la nómina del buque con carácter de oficiales subalternos bajo régimen especial. Los guardiamarinas eran el torrente de sangre nueva para renovar el liderazgo de las Armadas, por eso mismo se les prestaba una muy especial, cuidadosa y severa atención, dedicándoseles gran esfuerzo formativo. Las enseñanzas que en la época presentaban los buques de manera puntual, mas adelante serían suministradas por las Escuelas, Colegios o Academias Navales.
Los oficiales mayores.
La segunda categoría de oficiales la integraban los llamados "oficiales mayores". una categoría especial, algo parecida a lo que llegamos a conocer como "oficiales asimilados",que incluían a los contadores, pilotos, pilotines,cirujanos y capellanes. (Se les solía llamar también "oficiales facultativos" tomando en cuenta que su formación profesional era lograda en instituciones distintas al buque donde debían servir, por efecto de su asimilación). A cada uno de ellos correspondía una equivalencia jerárquica y privilegios (*), bien definidos respecto a los oficiales de mar y guerra, aunque solamente podían ejercer el mando sobre los subalternos que estuviesen colocados directamente bajo sus órdenes y nó sobre la tripulación en general,como sí lo hacían los que eran "de mar y guerra".
Los oficiales de mar.
La tercera categoría estaba formada por los oficiales de mar,también llamados "oficiales prácticos".Eran estos los que garantizaban el funcionamiento marinero del buque en particular. (La figura del oficial de mar era parecida a lo que son los sub-oficiales técnicos del presente, cada uno de ellos especializado en determinadas tareas y que en conjunto aseguraban el correcto funcionamiento del buque y de sus partes esenciales. Sus labores abordo eran eminentemente técnicas, específicas y nó generalizadas. Su obligación era dominar perfectamente su especialidad y solamente eso. Algo distinto a los oficiales de mar y guerra que sin ser especialistas , conocían el funcionamiento de las partes y del conjunto de manera generalizada y poco puntual. Los oficiales de mar eran sin duda marinos muy profesionales, que ingresaban voluntariamente para hacer de la Armada su medio de vida en la misma forma que los hacían los oficiales de guerra. En su gran mayoría eran muy diestros en sus respectivos oficios y se ocupaban además de adiestrar a algunos marineros jóvenes, seleccionados por su vocación, para servirles de auxiliares y hasta para reemplazarlos en el momento oportuno. Entre ellos podemos señalar:los contramaestres (de III, II y I clase), responsables de los sistemas de conducción del buque (timones, cabrestantes, anclas, defensas, botes de salvamento, remolcadores etc), los maestres cordeleros encargados de la cabuyería en general, carpinteros, coraceros, toneleros, lastreros, timoneles, calafates, señaleros, escribientes, cocineros, enfermeros, sangradores, barberos, y los veleristas o gavieros (fabricantes y reparadores de velas). Deben agregarse en esta categoría de oficiales de mar a los artificieros de artillería, herreros, ecónomos, músicos, depositarios,armeros y guardaparques. De acuerdo con las normas aplicadas por los gremios desde la Edad Media, la distribución del trabajo se hacía en forma reglamentaria. Para ejercer un oficio (de donde deriva el nombre de oficial) era menester cumplir con un aprendizaje obligatorio bajo la dirección de un Maestro (o Maestre). Una vez que el aprendiz (a juicio del Maestro) estaba capacitado para operar en el oficio (ser operario) presentaba un exámen ante el Gremio. Superada yá favorablemente la prueba, el aprendiz era promovido a "oficial"y autorizado a trabajar (bajo las órdenes de un Maestro) en su determinado campo, por un mínimo de tiempo ya establecido en la ordenanza
Para que un oficial fuera reconocido como maestro y pudiera trabajar (contratar) independientemente, era necesario presentar ante el gremio un trabajo magistral, llamado "la obra maestra". Superado el requisito, se le autorizaba a tener oficiales bajo su mando y a tutelar aprendices, pudiendo entonces y solo entonces recibir el tratamiento de Maestro (Maese, Master o Maestre) que era un derecho de carácter honorífico , vitalicio , solo revocable por incompetencia manifiesta a juicio del mismo gremio que lo consagró.
(*)En eso de privilegios, un primer piloto se consideraba equivalente a un teniente de navío, un segundo piloto a un teniente de fragata y un tercer piloto a un alférez de navío. Los pilotines tenían los mismos privilegios que los guardiamarinas. El mismo criterio se aplicaba a los contadores, a los capellanes y a los cirujanos de acuerdo con su clasificación. Los "oficiales mayores" dependían del comandante a través de su segundo de abordo. Los "oficiales de mar" dependían directamente de aquel "oficial de mar y guerra" asignado como jefe de su actividad respectiva.Los oficiales de infantería de marina y los de artillería embarcados como dotación, se consideraban reglamentariamente como "oficiales de mar y guerra", subordinados al capitán del buque por el órgano regular.
viernes, 26 de septiembre de 2008
ARMADA 3
La armada antigua. La vida abordo
Cuando se señala que la vida abordo en los buques ingleses era relativamente aceptable en comparación con los barcos de otras marinas, existe la tendencia a pensar que era idílica, llena de aventuras y de placer. Muy lejos de eso, era por el contrario una experiencia ruda , laboriosa y exigente, sometida absolutamente a las leyes militares y a los deseos de los superiores jerárquicos , con muy poca oportunidad de apelación. La rudeza del trato británico hacia su propia marinería es legendaria sobre todo por el grado de severidad aplicado en todas las circunstancias , mucho mayor por cierto cuando se entraba en batalla o en el curso de ella. Ser la primera marina del mundo debía tener sus costos, costos muy elevados por cierto, que se reflejaban en el sistema de reclutamiento que era forzoso en cualquier puerto del Reino- o en alta mar de entre los marinos de buques mercantes- sin que existieran miramientos ni consideraciones humanas en la aplicación de castigos que podrían llegar a extremos increíbles , como por ejemplo bárbaras sesiones de latigazos asegurados al palo mayor o al trinquete o a la mesana o a cualquier palo si fuera necesario, el paso forzado y lento por debajo de la quilla, sumergiéndolos por un costado y sacándolos por el opuesto, asegurados firmemente a unas cuerdas guías , con una pesa de varios kilos amarrada al cuerpo para que no flotara , así no se atascaría en el fondo del buque ni se laceraría exageradamente el cuerpo con las asperezas coralinas allí existentes, repitiéndose este proceso tantas veces como fuese la decisión del Comandante. Si el individuo se ahogaba eran cosas de él por estar respirando antes de tiempo.
Otros infelices eran izados por los brazos o por los pies de las vergas mas altas y dejados ahí padeciendo de hambre y sed por largos períodos, algunos-los incorregibles-eran condenados a pasar días, semanas, meses y hasta años confinados a pan y agua en oscuras y malolientes mazmorras llenas de ratas, cucarachas , gusanos y otras alimañas, hasta casos extremos como la sumaria ejecución por ahorcamiento o fusilamiento en caso de delitos graves, como podría ser pegarle alevosamente a un oficial , ser acusado de cobardía en el combate, desobedecer una órden crucial , abandonar su puesto de guardia o desertar frente al enemigo, entre otras cosas. Para ejercer la policía de abordo frente a los comunes desmanes de una marinería revoltosa casi por definición, el capitan de la nave contaba con la guarnición deInfanteria de Marina , que aunque escasa, portaba armas constantemente y dependía directamente del mismo capitan através de los oficiales del Cuerpo, nunca a través de superiores de otras ramas. Así se garantizaba su fidelidad única rigida yexclusiva , para que nadie pudiera utilizar a los "marines"en actividades contrarias a la voluntad del Comandante. De ser posible , se procuraba prohibir la fraternización de los soldados con los marineros, evitando así que en caso de motines - que por la rudeza del sistema sucedían a menudo en la marina británica-los infantes tomaran parte a favor de los marineros alzados. Hacerlo así en mala hora equivalía a alta traición y la pena única era de muerte, castigo que podía aplicarse de inmediato para servir como advertencia a los demás. Esto no sorprendía a nadie abordo, porque al ingresar al servicio todo individuo de tropa o de marinería recibía una detallada información (cantar la cartilla) sobre los procedimientos vigentes y las consecuencias derivadas del mal comportamiento. Aquel que lo hacía corría sus propios riesgos y sin duda se jugaba la vida, nada menos que eso. De nada podrían valer falsos pretextos de locura o de súbita indignación, o reacción contra maltratos , mucho menos algunas excusas de borrachera extrema o alucinaciones por el calor del trópico. Los arrepentimientos tardíos no podían ser tomados en cuenta para rebajar la pena. Se castigaba primero y se averiguaba después.
Si se dijo antes que los marinos ingleses eran entre todos los mejor tratados, alimentados y adiestrados, considerados con sus méritos y virtudes, protegidos por las ordenanzas reales etc, y enfrentaban sin embargo esta cruda realidad , ¿que podría decirse entonces de otras marinas donde el nivel de desarrollo era mucho menor que el alcanzado por los ingleses y donde las tradiciones navales eran vagas, inexistentes o expresamente ignoradas?. Además existía en esos tiempos -como ahora-la inefable corrupción, una circunstancia supremamente dañina relajante para cualquier entidad que fuese pública o privada. El lector puede sacar sus propias conclusiones.
La vida de abordo evolucionaba de acuerdo con la época, con las necesidades y las costumbres , algunas tradiciones arrastradas de generación en generación daban un toque especial al comportamiento de las tripulaciones dependiendo cual fuera su orígen. Las tripulaciones inglesas eran diferentes de las españolas, francesas, portuguesas u holandesas, como diferentes eran las personas naturales de los respectivos países. Pero además, la vida abordo de un buque de guerra era una cosa muy distinta a aquella vida que llevaban los campesinos, o los obreros o la clase burguesa de los respectivos lugares. La vida de los marinos-comparada con los civiles en tierra-podría ser penosa y exigente, dura y obligante, pero al menos tenían casa y comida aseguradas, de mala calidad algunas veces dependiendo de la situación , pero religiosa y puntualmente suministrada.
ARMADA 2
Trafalgar, un viraje de la Historia. Inglaterra controla y domina los mares.
La Batalla Naval de Trafalgar (21 de Octubre de 1805) vino a testimoniar definitivamente la supremacía naval británica. Una superioridad que de hecho Inglaterra aseguraba poseer desde los yá lejanos tiempos de la Armada Invencible y que ahora con esta brillante victoria, quedaba totalmente confirmada. Ya nadie podría, a partir de ese notable acontecimiento y en ningún lugar del mundo, cuestionar o poner en duda la grandiosidad , la eficiencia y el gran poder combativo de la Armada Británica. Gobernaba en Inglaterra el Rey Jorge III de Hannover (1760-1820)
Sus mas cercanos y poderosos adversarios , España y Francia quedaban humillados conjunta y simultáneamente , minimizados y maltrechos de manera muy perceptible, sin considerar otras armadas mas pequeñas , como la holandesa que en algún momento fué poderosa y pretendió desafiar a los ingleses, ni hablar de la danesa, la rusa o la sueca, tampoco de la Armada Portuguesa , la Armada Turca o la Armada Austríaca, todas ellas muy importantes en su tiempo y lugar. De Trafalgar en adelante, Inglaterra dominaría los mares y aplicaría sobre ellos, unilateral e indiscutiblemente , su muy británica ley y voluntad(*)
Aún cuando las principales potencias europeas de la época, vale decir España, Francia y Holanda llegaron a construír flotas importantes y poderosas, raramente fueron éstas capaces de igualar el toque maestro y la veteranía de las tripulaciones británicas.
Esa superioridad manifiesta de la Armada Británica al compararla con aquellas otras, dependía de diversos factores, uno: los ingleses pasaban mucho mas tiempo en el mar que sus contemporáneos de otros países, para ellos el mar constituía su natural entorno y el buque era su casa permanente. Los marinos ingleses estaban mejor alimentados, mejor atendidos y tratados como personas, destacándose dentro de la profesión según los méritos acumulados y casi nunca por la posición social que se ostentara. Lo mismo- por contraste- no sucedía en el ejército inglés de la época, allí algunos grados, títulos y dignidades podían adquirirse por dinero, con la peregrina excusa de que los ricos y aristócratas eran personas de calidad superior y con serlo así se garantizaba la pureza clasista de los mandos. En la historia, los ingleses otorgaron al capitán de un buque una autoridad indiscutible y casi absoluta. Sin importar el rango que tuviesen los demás personajes embarcados , inclusive el Almirante jefe de la propia flota (tratándose de un buque insignia), la autoridad abordo era su capitán y cualquier órden debía emanar de él o a través de él. Las responsabilidades del Almirante estaban en el comando colectivo de la flota, es decir de todos los buques juntos, pero no debía bajo ningún argumento inmiscuírse en el gobierno particular del buque que él mismo había escogido como sede. El comandante de un buque donde operara un Jefe de flota o de escuadrón, se llamaba "Capitán de Bandera"y serlo por decisión de su Almirante o Comodoro era un honor muy elevado, además de tener derecho a una paga superior por esta especial circunstancia. Lo mismo no sucedía en otras Armadas. Allí los nombramientos eran a veces dados por favoritismo, nepotismo o fraude, por posición social o por compra pura y simple, sin tomar demasiado en cuenta la competencia que se tuviese para desempeñar un cargo. Bastaba con buscarse a un subalterno que supiera hacerlo y llevarlo como asistente. La solución era práctica pero era inmoral, el efecto del liderazgo se dañaba totalmente , por eso se llegaron a perder muchos combates. Un almirante "político"que por ignorancia o por incapacidad descuidara sus tareas en la batalla, era aborrecido por sus capitanes sobordinados. Muy pronto aprendieron otras Armadas, aquella magistral disposición de los marinos ingleses. Procedieron a adaptar sus costumbres y tradiciones a las existentes en la Armada Británica y desde entonces las cosas comenzaron a funcionar mejor. Las tradiciones navales heredadas, se conservan intactas hasta hoy día en todas-literalmente en todas- las Armadas del mundo.
(*) Las leyes británicas de navegación (Acts of Navigation). Con el propósito de proteger al propio comercio marítimo, fueron éstas una serie de leyes restrictivas al intercambio comercial entre buques extranjeros y los puertos de Inglaterra o de sus colonias. Esas restricciones fueron a su vez las causas de las guerras anglo-holandesas y de la guerra de independencia norteamericana, entre otras. Su aplicación radical dió un impulso muy poderoso a las marinas mercante y de guerra , también al engrandecimiento del propio imperio británico.
lunes, 22 de septiembre de 2008
ARMADA 1
Generalidades sobre la historia naval. ¿Como entender la historia?
Hay quienes al leer la historia, interpretan y hasta llegan a aceptar lo que el historiador ha querido invocar. Lo que ese historiador vió , analizó y finalmente escribió, es una verdad razonablemente condicionada, en ocasiones ni siquiera es una verdad absoluta sino una simple y llana conclusión, lograda a raíz de observaciones y comparaciones puntuales-muchas veces sesgadas- que podrían afectar al autor de una manera y al lector de otra y que en consecuencia podrían ser iguales, parecidas o totalmente diferentes según el punto de vista donde cada uno de ellos se coloque.
La historia, para bien entenderla hay que vivirla emocionalmente.Es algo esencial. No significa ésto que se deba estar presente en el sitio y en el momento justo de los acontecimientos, sino que al leerla o escucharla podamos ser transportados imaginariamente en el tiempo y en el espacio hasta una especie de ubicación ficticia que coloque -a los actores pasivos-en un contacto cuasi directo con los hechos, compartiendo emociones, angustias y temores, hasta el punto de que podamos sentir un poco o mucho de lo que los propios actores sintieron. En otras palabras, para disfrutar la historia debemos convertirnos imaginariamente en protagonistas de cada episodio narrado, debemos también comparar y cuestionar cada acción y tener la potestad-igualmente imaginaria- para cambiar de lugar, de tiempo y de posición relativa, complementando las circunstancias con curiosidad analítica , palpando emocionalmente toda la trama (menos los balazos, aporreos y mordeduras). Así, al leer hoy una narración sobre la Batalla de Lepanto por ejemplo, debemos evitar la natural tendencia a considerarla como un hecho primitivo y atrasado. Ninguna de las dos apreciaciones de primitivismo y atraso es correcta. Porque se debe considerar responsablemente, que los medios utilizados en Lepanto eran el último grito de la "tecnología bélica" en disposición para ese preciso instante. Se utilizaban flechas, espadas, cachiporras, garrapiños, armaduras, arcabuces, cañones rudimentarios, buques impulsados por galeotes encadenados y tal vez por una que otra vela ineficiente , un tanto exótica. Aquellos cañones rudimentarios, esos arcabuces de manejo complicadísimo y estos remeros forzados, constituían para ese momento primitivo, lo que pudiera haber sido un cohete teledirigido, una ametralladora de alta cadencia de tiro y un sistema de turbinas propulsoras de alto rendimiento, empleadas en una batalla naval de nuestros tiempos. Tan temibles y eficaces eran aquellos-mutatis mutandi- como lo son los recursos de hoy en día . Todo es cuestión de colocarse en una perspectiva adecuada, en una "burbuja" que nos permita viajar en la historia y con la historia . Algo como inspirado en aquella serie de la televisión de años recientes, "El Túnel del Tiempo" donde los actores participaban sin quererlo en episodios importantes del pasado, sufriendo angustias y arriesgando el pellejo. Lo único bueno de todas esas aventuras era poder escabullirse a última hora ,por voluntad expresa de los productores. De no haber sido esto posible, todo habría terminado en desastre.
El título de Armada. Sus orígenes
Se há pretendido con éste nombre abarcar aspectos interesantes entre lectores ávidos de información y conocimientos sobre las marinas de todos los tiempos. El término "marina"es más genérico que el término "armada", aunque para ciertos fines se há preferido titular como "Armada". En adelante se explican las razones de esta decisión. Empecemos por reconocer que todas las marinas NO son armadas (la marina mercante por ejemplo), mientras que todas las armadas SI que son marinas.
En castellano, la expresión "armada"se refiere a las fuerzas navales de una nación. Es una palabra española clásica, inventada por los españoles y derivada de la "Gran Armada" o "Armada Invencible" que envió el rey Felipe II contra Inglaterra en 1588, intentando vengar la muerte de María Estuardo y destronar a la reina Elizabeth I (Tudor).
En el idioma inglés suelen referirse a la "Spanish Armada" pero éste es un nombre propio. Si acaso existen marinas que también lleven el apelativo de "Armadas"es porque ellas se consideran como derivadas y herederas de la Armada Española o simplemente porque se han inspirado en sus glorias. Algunas marinas latino americanas utilizan legítimamente el nombre de Armada. Así señalamos entre otras : la Armada Argentina , la Armada de México, la Armada de Chile, la Armada de Venezuela, la Armada de Colombia, la Armada del Perú etc. Otras prefieren utilizar el término "Marina de Guerra", "Marina Militar" o "Fuerzas Navales de" para señalar a sus respectivas instituciones. Cuestion de preferencias, de modas o de conveniencia. En el idioma portugués, se há empleado la expresión "marinha", por ejemplo la "Marinha do Portugal" y la "Marinha do Brasil". Los italianos la llaman "Marina Militare"(antigua Regia Marina) , los alemanes "Kriegsmarine"( antiguas Kaiserliche Marine o Reichsmarine), los holandeses "Koninklijke Marine"y los franceses simplemente "Marine Nationale". La marina británica, -la mejor conocida de todas y la más notable- se denomina "Royal Navy", repitiéndose esa misma expresión en otras marinas pertenecientes a la Comunidad Británica que derivaron de la primera, ejemplo: la "Royal Canadian Navy", la "Royal Australian Navy", etc. Finalmente la marina de los Estados Unidos, inspirada en su poco màs lejana tradición británica, se llama "United States Navy" Al traducir la palabra "navy"del inglés al español, se dirá "armada"a secas. Pero nunca encontraremos en inglés la expresión "Royal Armada"o "United States Armada", porque la palabra "Armada" (así con mayúscula) es intransferible a otros idiomas distintos del español. Existió -como curiosidad- por muy corto período de tiempo una "English Armada" o "English Counter-Armada". Ella fué una flota de navíos semi- mercenarios de naturaleza corsaria , organizada por subscripción y enviada en 1580 a operar sobre las costas españolas con la intención de aprovecharse del vacío dejado por la derrota y dispersión de la Armada Invencible sufridas un año atrás. Su propósito principal era destruir los remanentes de la flota atlántica española que se encontraba refugiada en La Coruña , eliminando con esto un peligro latente para el comercio británico en el Atlántico Norte. La iniciativa que fué liderizada por Sir Francis Drake, contaba con la cooperación de los holandeses y no llegó a alcanzar una especial figuración estratégica , siendo descartada poco después de algunos fracasos, por órdenes precisas de la misma Reina.
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