Los seiscientos de Mac Gregor.<>El combate de Quebrada Honda.
Por fin, el día 2 de agosto la división pudo percatarse de que estaba siendo alcanzada por una columna combinada de caballería e infantería(comandada por el mismo coronel Juan Nepomuceno Quero, el derrotado en Onoto)que estuvo avanzando en marchas forzadas.
Contra esta persecución, los patriotas decidieron preparar un bloqueo táctico en el paso difícil de la llamada Quebrada Honda,(un punto crítico).No fué técnicamente una emboscada, porque faltó el elemento sorpresa, el enemigo sabía de antemano lo que tenía adelante y aceptó las consecuencias.
La retaguardia –el batallón de "Cazadores"-y los "Dragones",se opusieron al cruce del enemigo apoyándose con el batallón "Barlovento" al mando del teniente coronel Judas Tadeo Piñango, que después de cruzar la hondonada, procedió a adoptar su formación de combate, en espera del grueso realista que se aproximaba.
En las maniobras que siguieron, los realistas fueron superados y terminaron sumergidos en una completa debacle. Se les pudo tomar mas de doscientos caballos ensillados,todos sus pertrechos y equipajes,además de noventa prisioneros. Fué este un botín muy importante, que por supuesto se aprovechó de inmediato para paliar las urgentes necesidades de la división.Los patriotas por su parte sufrieron daños leves,solamente 23 bajas entre muertos y heridos. Al día siguiente (3 de agosto de 1816) se pudo continuar la marcha.Los prisioneros, después de despojados de sus armas, pertrechos y monturas, fueron dejados en la retaguardia,a su libre albedrío. Retener a los prisioneros habría sido un esfuerzo adicional, que la división no estaba en capacidad de asumir.
Incorporación de Zaraza y Monagas a la División del Centro.
A la entrada de Santa María de Ipire,la división se encontró con la caballería del general Zaraza. Sin hacer mayores cambios en el dispositivo, continuaron juntos la marcha y el día 10 de agosto se produjo por fín la llegada a San Diego de Cabrutica. Se habí cubierto una distancia superior a las 150 leguas en largas jornadas de marcha,soportando penurias y viviendo escasamente de lo que se pudiera encontrar en el camino.
Lo importante es que la misión estaba cumplida. Días mas tarde de la llegada a ese punto,se pudo concretar la integración de los cuerpos de caballería de Monagas y Zaraza con la División del Centro, cumpliendo así con las órdenes previas del Jefe Supremo.
Analizada con detenimiento,la marcha de la División del Centro desde las costas de Choroni hasta la muy remota localidad de San Diego de Cabrutica, allá abajo muy cerca del río Orinoco, habría sido una hazaña de grandes méritos, si se hubiera ejecutado en condiciones normales de guerra. Pero la magnitud de esta hazaña en particular debe multiplicarse por diez, considerando los siguientes aspectos:
Primero, que la operación fue iniciada sin preparación previa, en circunstancias casi imprevistas, ejecutada bajo presión y tal vez con demasiado apresuramiento. Surgió como la única alternativa a tomar ante un fracaso reciente. Más que un ataque contra un enemigo imaginario, parecía mas bien una huída hacia adelante, sin objetivo ni concierto tácticos. Recuérdese que eran aproximadamente 600 hombres de "infantería" llamadas así no tanto por su preparación combativa sino porque debían obligatoriamente desplazarse a pié. Además, se contaba con unos 30"dragones" que en teoría debían operar a caballo, aunque se duda que–al menos en las primeras etapas-hubiesen tenido caballos que montar. Es dudoso que en Choroní,en plena orilla del mar y al borde de una inmensa cordillera,se hubiesen podido conseguir suficientes caballos,(o burros y mulas ) incluso para montar a los oficiales superiores.
Se supone que tanto esa infantería como esos dragones carecían del más elemental adiestramiento de combate. Recuérdese que la mayoría de ellos eran individuos traídos desde Haití,de Margarita y de Carúpano, embarcados sin clasificar y seguramente en condiciones muy penosas en buques pequeños, incómodos, atestados de gente y de carga bruta mal estibada. Desembarcados desordenadamente en una playa desconocida, hambrientos, cansados y desorientados ante las órdenes de oficiales igualmente agotados y confundidos, para de pronto tener que comenzar a marchar en montonera hacia una dirección incierta, después de habérseles entregado un mosquete que a lo mejor muchos no sabían ni siquiera como manejar. (Manejar un fusil en ese tiempo era un proceso trabajoso,de muchos pasos, que requería un preciso aprendizaje y mucha ejercitación) (*).
Los problemas logísticos.
Lo más complicado de todo há debido ser la solución de los problemas de aprovisionamiento y suministros para las tropas. Problemas logísticos se llamarían hoy en día. Porque alimentar 700 hombres todos los días y varias veces al día es un asunto indispensable y de marca mayor. Si el ejército no come, entonces no puede pelear, y además se amotina. En un ejército regular que debe salir en campaña existe lo que se llama “el tren de suministros” que constituye la unidad más importante de todas, esa unidad está mandada generalmente por oficiales idóneos y debe estar equipada de todos los implementos requeridos para atender las necesidades de las tropas, en el sitio y en el momento que sean oportunos. Donde sea posible se utiliza una columna de carretas tiradas por mulas o caballos siempre que el desplazamiento se haga por terrenos transitables. De no ser así, entonces se utilizan numerosas bestias de carga(caballos, bueyes, burros o mulas) que son a su vez guiadas por personal especializado en esas tareas. Y esas bestias deben también ser cuidadas, alimentadas y descansadas de acuerdo a una programación reglamentaria. De lo contrario se inutilizarían muy rápidamente. Se duda mucho que la división que partió desde Choroní hubiese llevado algo parecido a un tren de suministros, o al menos algunas mulas o burros para llevar las municiones de reserva y acaso algunos fusiles adicionales.
Cuando se nos habla de una tropa en campaña, nos imaginamos un conjunto de hombres bien disciplinados, organizados y encuadrados meticulosamente en pequeñas, medianas y grandes unidades, con oficiales de todo nivel al frente de ellas. Las órdenes son transmitidas en forma precisa y son por lo general obedecidas también en forma precisa . Cada individuo porta correctamente su uniforme, su correaje, su arma de reglamento, su cantimplora y su morral particular. El morral es un implemento del que no se puede prescindir en una marcha. Allí el soldado lleva sus cosas más necesarias para sobrevir. Posiblemente una humilde muda de ropa, unas medias y algunos útiles de aseo (jabon, cepillo, peine etc.) Y lo más importante para él- si es que se la entregan- una ración de comida. El morral es generalmente pesado y fastidioso, el soldado preferiría no llevarlo en la espalda, por lo cual se le aconseja no sobrecargarlo con "cachivaches" adicionales. Algunos soldados, cuando la marcha se prolonga,comienzan a descartar objetos tirándolos a las orillas del camino.
Resulta difícil pues imaginar que esta tropa de la División del Centro,reflejando las estrecheces económicas del Libertador en la preparación de toda la campaña, hubiesen sido dotadas de uniformes, correajes, y morrales individuales. Si acaso un sombrero de "cogollo" y un “macuto” terciado podrían ser las únicas señales distintivas de la uniformidad militar. Ni siquiera los oficiales llevaban uniforme, aunque se les solía reconocer por gritar demasiado,llevar una espada terciada y unas patillotas que les llegaban hasta la cintura(**).
No se debe pensar que eso de andar mal uniformado y andrajoso era característica de los arruinados patriotas solamente. Los realistas también arrastraban las mismas deficiencias. Inclusive las orgullosas y arrogantes tropas europeas, en pocas semanas gastaban las dos mudas de uniformes traídos de España para luego tener que conformarse con blusas y pantalones mal confeccionados con paño burdo (***), y las muy plebeyas alpargatas “made in Calabozo”.
Un asunto muy importante dentro de la tropa que marcha es el cuidado de los pies. Los ejércitos organizados dotan de buenas botas a los soldados, garantizando con esto la disponibilidad del personal. Botas apretadas inutilizan muy pronto al combatiente y lo convierten en una baja. En marchas largas, por terrenos pantanosos o pedregosos, las botas asignadas duran poco –aún siendo de muy buena calidad. Una marcha de digamos 5 días consecutivos puede desgastar fácilmente un par de buenas botas. Imaginemos la marcha de la Division del Centro, que duró 27 días a través de territorio casi intransitable. Considerando que las botas de campaña hán sido siempre un artículo muy costoso, algunas veces se solían entregar alpargatas, que a pesar de durar mucho menos que las botas y de ofrecer menos protección a los pies del soldado,inflaban mucho menos las partidas presupuestarias. No se sabe si eran alpargatas las que calzaban los soldados de la divisón de Mac Gregor. Si alguien calzaba botas, eran posiblemente los oficiales y de éstos algunos, los que podían comprarlas ellos mismos. Otros acudían a sus nobles alpargatas como soldado al fin. Es probable que una gran mayoría de los integrantes de la división hubiesen marchado descalzos por no poseer ni botas ni alpargatas. Caminar casi 200 leguas( unos 900 Km.aprx.) a pié descalzo desde Choroní a Cabrutica es la mayor de todas las hazañas. ¡Que porfiada y recia nos estaba resultando la División del Centro!
(*)En el ejército inglés que era de los más avanzados de la época, se requerían 21 pasos para cargar y disparar un mosquete en los dias de Waterloo. El fusilero debía aprendérselos de memoria y ejecutarlos coordinadamente con sus demás compañeros.Al final, cuando todo estaba completado, esperaban la órden del fuego del capitán. El que lo hiciera retardado, sufría sanción por lacio. Y el que se adelantara peor aún, por malograr a un compañero.
(**)Las patillas de Mac Gregor pesaban como cinco kilos, 20gramos más que las de Bermúdez. Soublette no tenía problemas porque era lampiño de la cabeza a los pies.
(***) La vestimenta de la tropa era un problema grande. Las prendas que se distribuían a los soldados distaban mucho de llamarse "uniformes".Para tener una idea aproximada de como era la columna patriota de Mac Gregor en esos días, imaginémos la figura de unos 600 "Juan Bimbas" (como se les representa) vestidos casi de la misma manera,sucios, hambrientos, agotados, marchando muy lentamente, en formación y armados de fusil con bayoneta, que transportan en forma descuidada. Su única uniformidad consistía en parecer todos iguales en su miserable aspecto.Con tan escasa marcialidad, más que soldados de una causa, parecían más bien una bandada de facinerosos o una procesión de herejes poco antes de la quemazón. Una camisa y un pantalón confecccionados con áspera lona de barco,o de zaraza burda,o de cotonía becerrera en los mejores casos. La talla era única y casi nunca respetaba las medidas del portador. El pantalón se amarraba con pabilo o cualquier otro tipo de fibra o correa de cuero sin curtir. El "morral" era una bolsa simple hecha de la misma lona, que -terciada- servía para transportar los escasos útiles personales del soldado y algunas veces para colocárselo a los caballos en la boca, cuando a los animales se les quería suministrar alguna ración de cereal en grano. Para el soldado no había ropa de recambio, era necesario conservar esa muda lo más que se pudiera. Imaginémos como sería el "tufillo" de un soldado, marchando día tras dia sin cambiarse la ropa y sin bañarse siquiera, ni afeitarse ni nada. Para cubrir la cabeza, se repartía probablemente un sombrero de esos llamados de "cogollo e' moriche" que en el llano eran baratones, parecidos entre sí y de fácil confección. Lo que sí podía cuando era necesario, dar un toque de uniformidad, era alguna cinta roja, o azul o de cualquier color que se le hacía amarrar en el cuello al soldado a manera de "pañolón" o "mascada"( como los boy scouts). Se empleaba obligatoriamente con igualdad en color y apariencia, para servir de divisa y poder distinguir quien era amigo o enemigo durante las refriegas,o reconocerse a cierta distancia. A veces se amarraban un brazalete de color (también buscando uniformidad) en la manga de la camisa, o en la cinta del sombrero.
Los oficiales no se diferenciaban mucho de las tropas en lo lastimoso de su aspecto.Posiblemente portaban una blusa de color azul,hecha con un paño de mejor calidad, con adornos en las hombreras(presillas o charreteras), sujetados con un correaje mas o menos elaborado,con hebilla y pasadores. Generalmente los oficiales portaban una espada o machete al cinto y algunos tenían botas altas (que debían comprar con su propio dinero), de lo contrario alpargatas con ellos también. Algunas veces tampoco los oficiales tenían oportunidad de bañarse, o de cambiarse su único uniforme, de lo cual se deduce que debían aparecían igual de apestosos que los soldaditos. Tal vez los generales eran diferentes en eso del aroma, porque viajaban a caballo aunque fueran de infantería, llevaban su equipaje sobre una mula y tenían uno o varios batamanes (ordenanzas) que le lavaban y cuidaban la ropa,rociándolas de vez en cuando con esencia de "pachulí".
Nota. Una cosa muy curiosa, a los ordenanzas de esos tiempos los llamaban "bastaman o bastamanes"( corrupción de la palabra inglesa "batman"). Los oficiales venezolanos (orientales) se habían copiado esa extraña costumbre imitando a los militares ingleses de Trinidad, quienes lo habían aprendido de los soldados de Wellington en aquellos tiempos de las campañas en la Península(Guerra de independencia española). O es posible que se la hubieran escuchado al mismo Mac Gregor que era escocés, y que según dicen inventaba sus propias palabras en un "español" muy particular. Fué Mac Gregor quien inventó la palabra "mavita" en lugar de pavita, refiriéndose a esa ave agorera que canta en las madrugadas y la relacionan con la mala suerte.
Es un caso similar a lo que en Venezuela llamamos "pitchear" hablando de beisbol, en lugar de decir lanzar o brindar,o "guachimán" para señalar a un vigilante privado.
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miércoles, 31 de marzo de 2010
lunes, 29 de marzo de 2010
ARMADA 80
Los Seiscientos de Mac Gregor
En el texto del boletín Nº 1 de la Divisiòn del Centro (30 de julio de 1816) y que firma el coronel Carlos Soublette quien en ella ocupaba el cargo de Mayor General(Jefe de Estado Mayor),se puede leer: “El Jefe Supremo de la República,observando que el enemigo adquiría alguna superioridad sobre nuestras tropas en la acción del 14…..y creyendo que su objeto de introducir en los Valles de Aragua un cuerpo de ejército con gran armamento y municiones, no podía realizarse en oposición de un enemigo……ordenó la retirada que se verificó con el mayor órden y tranquilidad,…..
Lo anterior quiere decir, que la retirada no fué una decisión tomada inconsultamente por el coronel Soublette(como algunos han señalado) sino que el mismo Libertador la autorizó con pleno conocimiento de la situación. Continúa el relato: “Prevínose al comandante Piñango que acelerase la operación que el día antes se le había ordenado de ocupar los desfiladeros de la bajada de Curucurunca a la llanura de Maracay, y el general de brigada G.Mac-Gregor, después de una larga conferencia con el Jefe Supremo, marchó hasta el sitio de Choroní, con las tropas que había en Ocumare. Llegaron luego las que se retiraban de San Joaquin y S.E. después de conferenciar con su Mayor General” ( es decir el mismo coronel Soublette)….”salió para el puerto a las 5 de la tarde, anunciando volvería a las 11 y 12 de la noche”. Lo anterior señala que ya Soublette había llegado al pueblo de Ocumare y que allí con las tropas debería esperar al Libertador cuando éste regresara del puerto, situado mas o menos a una legua de distancia. Mas adelante en el mismo escrito explica Soublette que : “su objeto , según dió a entender a varios jefes, era hacer embarcar el parque, armamento y municiones y dirigirlo todo a la escuadrilla del almirante Brión, para hacer otro desembarco en la costa, sin indicar si él mismo se encargaría de esta operación importante”
En algún momento después –se supone que al anochecer- recibió Soublette la noticia de que Bolívar se había embarcado, abandonándolos en tierra. Por eso escribe que: “Razones muy poderosas debieron decidir al Jefe Supremo a embarcarse, sin dar sus últimas disposiciones en el ejército, y lo que es más, con abandono de algunos efectos de guerra que quedaron en la playa; de lo que informado el Mayor General (Soublette mismo) a las 11 de la noche, dio órden para que el ejército marchase a las dos de la mañana con dirección a Choroní, según estaba dispuesto”.
Esta era una decisión razonable y correcta de acuerdo con las circunstancias. Nada habría hecho Soublette con permanecer en el sitio a sabiendas que yá Bolívar se había marchado, conociendo además que el enemigo se estaba aproximando en plan de ataque.
Efectivamente, las tropas continuaron su desplazamiento desde Ocumare hacia Choroní en la madrugada del día 15 en régimen de marcha forzada,hasta que llegaron al sitio de Cuyagua,donde los estaba esperando el general Mac Gregor, quien há debido tener sin duda instrucciones precisas de Bolívar respecto a la reorganización del ejército y a la naturaleza de las operaciones subsiguientes.
Mac Gregor asume el mando de la división.
Por ser el de mayor jerarquía presente,el general de brigada Gregorio Mac Gregor "dragoneaba" la posición de General en Jefe(*) dentro de la división. El coronel Soublette continuó también dragoneando su posición de Mayor General. El día 18 de julio de 1816 la división, compuesta por seiscientos infantes y treinta dragones (**), bajó al valle de Onoto derrotando a un contingente realista que al mando del comandante Juan Nepomuceno Quero les salió al paso. El objetivo de la llamada División del Centro ahora sería abrirse paso a través de un territorio hostil y escabroso con dirección a lo más profundo de los llanos centrales, donde esperaban hacer contacto con las guerrillas de Zaraza y Monagas que suponían operando en algún lugar de esas regiones.
Este plan constituyó uno de los más difíciles y de mayores riesgos de todos los que llegó a proponerse el Jefe Supremo. Rodeados de toda clase de peligros, sin recursos ni apoyo de ningún tipo, atravesando territorio desconocido y acosados constantemente por un enemigo implacable,los seiscientos lograron escribir una brillante página dentro de la historia militar venezolana.
El l9 de julio se apoderan de la plaza de La Victoria derrotando a las tropas que la guarnecían. Al día siguiente (el 20 de julio) establecen el cuartel general en El Pao de Zárate.
Después continúan su marcha, lenta pero segura; el 21 de julio en San Sebastián de los Reyes, el 22 de julio en San Francisco de Cara, el 23 de julio en Camatagua,el 26de julio cruzaron el río Orituco, el 29 de julio alcanzaron Chaguaramas, el 30 de julio en Mamonal, el 1 de agosto en El Socorro, el 6 de agosto en Santa María de Ipire, y el 10 de agosto en San Diego de Cabrutica donde se dió fin a la larga campaña.
Debieron cumplirse 27 días de laboriosa marcha casi sin tomar descanso. Desde el principio esperaban ser auxiliados por la caballería del general Zaraza que suponían ubicados en las cercanías de Chaguaramas, pero pronto supieron que éstos andaban operando en las inmediaciones de San Diego de Cabrutica muy lejos hacia el sur.
Atravesar llanuras inmensas con tropas de infantería era una tarea muy difícil, sobre todo cuando estas llanuras estaban completamente dominadas por la caballería enemiga.
Combate de Chaguaramas.
En Chaguaramas sorprendieron a la guarnición compuesta por 150 hombres de tropas europeas y 150 criollos,quienes al principio alardearon frente a la columna patriota. Atacados por ambos flancos,los realistas fueron superados y debieron tragarse su arrogancia, retrocediendo apresuradamente para atrincherarse en una casa-fuerte que tenían preparada, y donde fueron sometidos a un severo estado de sitio.
No deseando perder demasiado tiempo en mantener el asedio, y evitar así el ser alcanzados por las fuerzas perseguidoras,se dió la órden de suspender el ataque, dejando al enemigo bloqueado dentro de sus posiciones.
No era recomendable continuar. Para tomar la casa-fuerte se habría necesitado buena y potente artillería, la cual no estaba disponible en el momento. Hacerlo con pura infantería, sin armas de apoyo, resultaría en un desgaste innecesario e inconveniente. Para eso se requería una proporción de fuerza por lo menos de cinco atacantes por cada defensor (la clásica asimetría aplicada en el ataque contra posiciones fortificadas.).
En ese combate, los patriotas tuvieron 33 heridos y once muertos. Se desconocen las bajas del enemigo, pero probablemente fueron muy pocas, considerando su capacidad de protección.
La caballería de Infante se incorpora a la división.
Al llegar a El Socorro, se incorporó a la división, el escuadron “Valeroso”del coronel Julian Infante, perteneciente a la división de caballería del general Pedro Zaraza.Ese incremento modificaba un poco la situación, la hacía mucho más cómoda. La caballería era en ese tiempo, los ojos y los oídos del comando. Arma utilísima para reconocimientos a distancia,traer avisos tempranos sobre aproximaciones enemigas,enlace entre mandos intermedios, para recoger ganado disperso o confiscarlo de propiedades en la ruta, para molestar a la retaguardia y flancos del enemigo y sobre todo para suministrarles monturas a los coroneles barrigones. Si la situación alimenticia se ponía complicada, una parrilla de caballo a la "carbonara" no le venía nada mal, a una tropa que estaba ya obstinada de estar masticando solamente granos de maiz seco sancochado con un poco de sal,y como postre media vara de cañafístola, o un par de carutos que eran los únicos "frutos" abundantes en la sabana. Todavía en el llano no se conocían los "spaghettis" que son la solución moderna para quienes no gustan de complicarse cocinando . Una ración así de escasa y desabrida, mantenida invariable por días y hasta por semanas, era suficiente para amansar hasta el soldado mas cerrero.
(*)Decir General en Jefe en esos tiempos se refería al cargo ocupado dentro de una gran unidad militar. Tanto ese grado como el de Mayor General(Jefe de Estado Mayor) y hasta Almirante,eran ocupaciones,nombramientos,nó grados militares propiamente. Un poco más tarde por disposición del Libertador se establecieron los reglamentos que fijaban los grados militares,donde General en Jefe pasaba a ser el mas alto escalón de la jerarquia militar. El grado del Almirante Brión fué siempre de "general de marina". Fué después de los años 30 del siglo XX cuando se instituyeron expresamente los grados de almirantes en Venezuela. El primer Contralmirante en la historia venezolana fué Wolfgang Larrazábal quien ascendió el 5 de julio de 1957.
(**)Los dragones eran soldados de caballería adiestrados para combatír a pié como la infantería o a caballo de ser necesario.Armados con armas mas sencillas, como pistolas o carabinas livianas, además del machete o sable de rigor. Casi siempre eran los encargados de transportar y proteger la impedimenta,carpas, hospitales de campaña, camillas, provisiones, reservas de municiones, equipajes de oficiales, etc. empaquetados en lo que se llamaba " el tren", "tren de acémilas,o "arreo de burros" "convoy de burros" o "la burrera", como se quisiera designar. Con ellos viajaban los cocineros, enfermeros, armeros, herradores, furrieles y otro personal administrativo, inclusive podían incluirse algunas mujeres soldaderas conocidas como "los pellejos", que se agregaban voluntariamente al ejército sin que nadie se opusiera a su iniciativa. Su misión principal era servir de lavanderas privadas, remendonas, enfermeras y a veces hasta de "damas de compañía" de algunos combatientes, en las oscuras noches del llano adentro. Por cierto que los dragones fueron siempre considerados como "el azote" de las sirvienticas en cada pueblo que visitaran a lo largo de la ruta. Durante la "emigración a oriente" del año 1814, fueron los dragones los encargados de proteger a la caravana de civiles que acompañaron a las tropas, y de ellos se dice que hicieron estragos desde Petare hasta Sabana de Uchire.
domingo, 28 de marzo de 2010
ARMADA 79
La antes llamada Isla de Pinos, en Cuba (hoy de la Juventud)
Comisión fallida de Brión a México y a los Estados Unidos
La misión diplomática intentada por el Almirante Brión en las Antillas Holandesas como yá se há señalado, no tuvo el menor éxito. Encontró en el vice-almirante Kikkert, Gobernador de las islas una obstinada resistencia para conceder algún reconocimiento, asunto que se entiende claramente al considerar la presión que en esos tiempos ejercía España ante su vecino colonial,el recientemente instalado Reino de los Países Bajos( Guillermo I de Nassau ).
La visita de Brión a Curazao terminó el 15 de julio de 1816 cuando regresa a bordo de su buque insignia y procede a conducir a su escuadrilla hasta Bonaire,donde el control de su cuñado americano Foulke le permitían ciertas facilidades de permanencia. Allí se mantiene fondeado con tres de sus naves,las goletas “General Bolívar”, “Constitución” y “Arismendi”.
Los buques “Indio Libre”(con Bolívar a bordo) y “Brión”(con Bermúdez) debieron -como se dijo antes - abandonar Bonaire por órdenes perentorias del gobierno insular.
También la escuadrilla del Almirante debió levar anclas un poco mas tarde, el día 29 de julio, pero en circunstancias algo diferentes. Las tres naves deberían dirigirse a Nueva Orleans en la Luisiana desde donde Brión viajaría a la provincia (todavía mexicana) de Tejas donde se estaba reuniendo el Congreso de México. Allí ante ese parlamento, Brión debería plantear una formal solicitud de ayuda hecha por Bolívar para continuar las luchas por la independencia.
El viaje de Brión no cubriría necesariamente una ruta expresa y directa,su interés estaba centrado también en desarrollar una campaña de corso, por lo que no podía despreciar cualquier blanco de oportunidad que en el camino se le presentara. Es por eso que en aguas cercanas a Costa Firme, el 31 de julio de 1819, todavía cerca de Curazao los buques patriotas lograron capturar dos naves mercantes, una bricbarca(bergantin grande con un mástil adicional en la popa para sostener la cangreja) y una corbeta españolas. Ambas presas fueron enviadas a Margarita, aun cuando los tripulantes de ellas fueron mantenidos a bordo de la escuadrilla en calidad de prisioneros.
Entre los buques de Brión, la “General Bolívar” estaba comandada por el capitán de navío Renato Beluche, y a su bordo viajaban el propio Brión, el capitán Villeret(con el cargo de mayor general, hoy jefe de estado mayor) y el doctor Samuel D. Forsyth, médico nortamericano amigo de la causa patriota. Navegando en las cercanías de Cuba y tratando de penetrar en el Golfo de México fue sorprendida la escuadrilla el 25 de julio de 1816 por uno de esos huracanes que suelen producirse en la zona. La formación fué dispersada por la tempestad., y cada buque debió asumir su propia responsabilidad
Naufragio de la "General Bolívar"
La “General Bolívar” fue duramente maltratada por los elementos, trató de buscar abrigo en la costa más cercana, la cubana isla de Pinos, donde el buque terminó encallando y perdiéndose definitivamente. Ante las circunstancias era necesario abandonarlo y así se hizo. Los otros buques, la “Constitución” y la “Arismendi” decidieron reunirse en un puerto de Haití.
Para salvarse, los náufragos de la “Bolívar” intentaron una estratagema; se instruyó a los tripulantes hacerse pasar por marinos ingleses y bajo esta simulación pedirían auxilio a las autoridades españolas de Cuba para poder llegar hasta Jamaica. Se envió a tierra una lancha con una carta dirigida al gobernador de Batabanó, informándole que el buque “HMS. Wilberforce” al mando del capitán Brown había encallado cerca de la isla de Pinos y solicitaba en nombre del Rey de Inglaterra el necesario auxilio para rescatar a los náufragos. Los españoles se creyeron la historia.
Pronto llegaron embarcaciones de auxilio, recogieron todo aquel material que fue posible de salvar y a todos los tripulantes, menos a los prisioneros españoles que habían sido mantenidos ocultos(encerrados en las bodegas) con instrucciones expresas de liberarse una vez que ellos se hubieran marchado. Cuando las embarcaciones cubanas de rescate se dirigían a tierra,sus sorprendidos marinos fueron obligados (a punta de pistola) a dirigirse hacia Jamaica.
Al llegar a dicha isla, se procedió a pagarles su servicio de manera muy generosa, además se les entregò una carta para el gobernador,disculpándose por el engaño y agradeciéndole mucho el servicio prestado.La carta estaba –esta vez- firmada por Luis Brión.
Brión se reúne con Bolívar en Haití.
Una vez en Jamaica, Brión supo con agradable sorpresa que Bolívar se encontraba en Puerto Príncipe. Suspendió su viaje programado a México y los Estados Unidos y decidió trasladarse hacia Haití para reunirse con él. Allí,y una vez más,con el apoyo del generoso Presidente Petión, ambos se dedicaron a preparar lo que Bolìvar llamaría “la cuarta expedición” y que la historia conoce como la “Segunda Expedición de Los Cayos”.
sábado, 27 de marzo de 2010
ARMADA 78
Continúa el Libertador en su periplo.
Sin tener noticias de sus tropas,las que se fueron hasta Choroní, el Libertador nuevamente en Bonaire rumiaba su fracaso y barajaba disyuntivas. ¿ Que hacer ahora ? se preguntaba… ¿Empezar de nuevo? ¿ Donde, cómo y con qué?¿ Si todo se ha perdido en una mala jugada, que camino nos queda por delante ?. Lo primero que cabía suponer ( con cierta razón) era el de la posible derrota de aquellas fuerzas que en Choroní quedaron sin su conducción, a sabiendas que éstas habían tratado de bajar hacia los Valles de Aragua según previas instrucciones suyas, aunque sin conocer a ciencia cierta su suerte final. Considerando la situación del momento y evaluando al enemigo que tenían por delante (nada menos que Morales, el discípulo de Boves) todo presagiaba un desastre. Si esas tropas optaban por rendirse-como parecía probable- la carnicería habría de ser nada menos que espantosa. Sobre esto se tenía yá mucha experiencia.
Bolívar habría deseado poder transladarse a Margarita donde su consecuente aliado Arismendi conservaba aún el control interior. Sinembargo, percatado de que la flota española -ahora numerosa- bloqueba la isla,lo pensó dos veces y se planteó tentativamente que la única forma de acción era infiltrarse un poco mas allá, hasta Güiria donde - según tenía noticias - el general Mariño había logrado obtener ciertas ventajas militares y había podido organizar un pequeño cuerpo de tropas, bien adiestrado y equipado, gracias precisamente a los recursos enviados anteriormente por Bolìvar en la goleta “Diana”.
De Bonaire a Güiria por la ruta larga.
Eso de llegar a Güiria desde Bonaire no resultaba cosa fácil. La marina española era ahora dominante en el sector; después de la llegada de Morillo sobraban barcos buenos para patrullar las aguas en busca de insurgentes.
La única ventaja que presentaba Güiria era su cercanía a la isla de Trinidad, donde los ingleses no se mostraban demasiado tolerantes con la presencia de barcos españoles en el Golfo de Paria y éstos preferían en lo posible no buscarse demasiados problemas incursionando por ese sector,donde la superioridad naval la ejercían los británicos, casi celosamente.
El bergantin “Indio Libre” era un buen buque, de los mejores que ahora tenían los patriotas, era nuevo,ligero y potente. Briòn(en un gesto especial para Bolívar) aceptó separarlo de su propia escuadra y lo comisionó (23 julio 1816) bajo el mando del capitán Puquet para prestar servicio como unidad insignia de la escuadrilla de Margarita,asignando al capitán de navío Juan Bautista Bideau el cargo de Comandante General de Marina en oriente,con jurisdicciòn efectiva desde Margarita hasta Güiria, y conservando su puesto general de mando abordo del“Indio Libre”. Un premio a su probada lealtad en Ocumare.
Forzosamente debió Bolívar decidirse por Güiria, como que no había otra salida. El 28de julio de 1816 se recibió en Bonaire una órden del gobernador de las islas holandesas(vicealmirante Kikkert) para que los buques “Indio Libre” (capitán Puquet, con Bolívar y Bideau abordo) y “Brión (capitán Antonio Rosales, con el general Bermúdez abordo) abandonaran la isla en un lapso de 24 horas(por presiones del gobierno español, se supone).
Zarparon pues ambas embarcaciones al siguiente día (29 de julio de 1816) y sin previa coordinación tomaron rutas diferentes,el “Indio Libre” debió tocar subrepticiamente en Punta Macoya(Paraguaná) para obtener algunos abastecimientos ( carne de chivo, algunos plátanos y escasos toneles de agua dulce),luego rumbo al noroeste recalando(también subrepticiamente)el 5 de agosto de 1816 en la Isla de Vieques cercana a Puerto Rico y finalmente sur-sureste apuntando hacia Güiria por rutas extraviadas escogidas a propósito. A Gúiria arriban por fin el 16 de agosto de 1816.
El motín de Güiria.
Después de toda aquella odisea vivida en latitudes lejanas para llegar indirectamente desde Bonaire a Güiria, cuando se creía por fin haber alcanzado un territorio amigable, un refugio seguro para poder descansar un poco de las azarosas experiencias de los últimos treinta y dos días,los ilustres viajeros debieron sufrir otra decepción, una más dentro de una larga cadena de contratiempos.
Como que no faltaba más. A Güiria precisamente há arribado unas horas antes (en la goleta “Brion” que tambien había sido invitada a salir de Bonaire) nada menos que el general de brigada José Francisco Bermúdez, el mismo que por decisión de el Libertador había sido dejado en tierra en Los Cayos de Haití por haberse comportado extremadamente cizañero y disociador. El mismo Bermúdez a quien Arismendi no había permitido desembarcar en Margarita(el 29 de junio de 1816) por disposiciones expresas del Jefe Supremo y el mismo Bermúdez a quien el Libertador no quiso atender, cuando a bordo de la goleta “Feliz”(capitán Lominé) y "siguiéndole las huellas" se presentó sorpresivamente en Ocumare el 7 de julio de 1816 ( ) pidiéndole por escrito ( y con una humildad poco común en él )el favor de incluírlo como miembro activo de la campaña que allí se iniciaba, comprometiéndose a obedecerle y no causarle problemas en lo sucesivo.
Ahora en Güiria se encontraban de nuevo, esta vez frente a frente. Este personaje Bermúdez, ya colmada su paciencia y dando rienda suelta a su natural intolerancia, no dejaría escapar la oportunidad de desquitarse ante un Bolívar que ahora parecía caído en desgracia.
Por su parte Mariño, un tercer actor en el melodrama, simulaba una indiferencia teatral, como si el problema entre los dos jefes no lo afectara en lo más mìnimo, o como si guardara un interés oculto en las consecuencias de ese conflicto. Teniendo Mariño el mando de las tropas,no hizo nada para oponerse al motín y lo dejó llegar.
Sobre este asunto se han tejido algunas anécdotas,no totalmente confirmadas en cuanto a su veracidad. Se dice que en un primer encuentro el corpulento y furioso Bermúdez levantó en vilo al diminuto Bolívar con intenciones aparentes de estrellarlo contra la pared. Y que Bolívar sin inmutarse, con su característica voz chillona le dijo secamente y mirándolo a los ojos: "General: ¡suélteme o lo fusilo !”. Bermúdez-dicen-que palideció por un instante y obedeciendo como un autómata lo colocó suavemente en tierra, quedándose en posición de firme.
De todos modos, en Güiria se preparaba un total desconocimiento a la autoridad del Jefe Supremo. El día 22 de agosto estalló una asonada entre las tropas , supuestamente instigadas bajo cuerda por un Bermúdez resentido y un Mariño oportunista. Se acusaba a Bolívar de haber arrebatado arbitrariamente a Mariño la primacía en el mando de la pasada expedición y lo más grave, se le tildaba de irresponsable por haber abandonado en Ocumare a sus compañeros expedicionarios.
Ante la situación planteada, Bolívar -sintiéndose en peligro- debió salir apresuradamente,abriéndose paso espada en mano entre las tropas amotinadas que gritaban “abajo Bolívar,que vivan Mariño y Bermúdez”. Encontró refugio en una flechera margariteña que le ofreció respetuoso apoyo,para luego transladarlo a su bergantín “Indio Libre” que estaba fondeado a cierta distancia del puerto.
Bolívar nuevamente en Haití.
Al día siguiente el 23 de agosto de 1816 el “Indio Libre”(Puquet) zarpó con rumbo a Haití,conduciendo abordo al errante Bolívar. Lo acompañaban en su viaje el capitán de navío Juan Bautista Bideau, el capitán de fragata Agustin Gustavo Villaret y los capitanes José Gabriel Pérez y Guillermo Palacios (edecanes). Después de ser duramente castigados en ruta por un fuerte temporal que los azotó por tres días consecutivos, lograron entrar con muchas averías al puerto de Jacmel el día 2 de septiembre de 1816.
martes, 23 de marzo de 2010
ARMADA 77
Vicealmirante Albert Kikkert gobernador general de Curazao(izq) y Almirante Luis Brión(der). Fachada de Fort Amsterdam, Willemstad, Curazao (arriba)
El pánico de Ocumare. ( La rota de Ocumare)
En el puerto de Ocumare há cundido el pánico al saber la noticia, todos los allí presentes creen que yá, en un instante van a caer en manos de los españoles lo que significaría según ellos, la muerte segura. Los capitanes corsarios de la escuadrilla, actuando sin órdenes ni concierto deciden por su propia cuenta embarcar apresuradamente lo que la urgencia les permita( personas civiles y abastecimientos principalmente) para luego levar anclas y hacerse a la mar.
Cuando Bolívar acude al puerto se percata con gran alarma de que un caos total reina el el embarcadero,todos mandan, nadie obedece, los barcos se están marchando y lo hán dejado solo,con apenas una pequeña escolta. Al principio no logra entender lo que está sucediendo. Grita, ordena, gesticula y señala con furia inaudita. Se dice que en su desesperación e impotencia , totalmente desconcertado y fuera de sí, estuvo a punto de suicidarse con su pistola (*), a sabiendas de que no podía darse el lujo de perder su valioso parque y mucho menos de que éste cayera en manos del feroz Morales.
Por pura casualidad, uno de los capitanes de los buques que se estaban retirando , el capitán de navío Juan Bautista Bideau (o Videau) (**) al reconocerlo desde lejos, responsablemente regresó a la playa en una pequeña embarcación procediendo a llevarlo con él a bordo del bergantín “Indio Libre” (14 de julio de 1816).
Hasta ahora la vida de Bolívar es y há sido un laberinto de complicaciones, con calamidades y fracasos que se presentan casi en sucesión matemática, como si los estuvieran llamando. Suficientes serían esos acontecimientos para derrumbar estruendosamente al espíritu más templado. Sin embargo el Libertador estaba hecho de una fibra inquebrantable, que sabía sobreponer una coraza de acero a cada dificultad que se fuese presentando. En eso estriba su grandeza, es su constancia precisamente la cualidad que lo hace diferente a todos los demás y que le permite emerger airoso frente a los imprevistos.
La escuadrilla se retira a Bonaire.
Los corsarios de la escuadrilla zarparon hacia el fondeadero de Bonaire , allí al menos disfrutarían de una sensación de seguridad. Ante el aparente fracaso de las fuerzas de tierra, era poco lo que podían hacer permaneciendo allí, flotando como "patos indefensos" frente a un enemigo que-como creían- venía "arrasando con todo", a sabiendas además de que la escuadrilla realista había estado reforzando su presencia en esas aguas, por lo que no tardaría mucho en presentarse con planes de pelea.
Los últimos buques que todavía pugnaban por retirar la carga varada en la playa, eran los dos transportes mercantes y eso lo hacían intimidados bajo la presión de Bolívar(ya embarcado)en el “Indio Libre” cuyos cañones los apuntaban a corta distancia para preveer cualquier artimaña. Llegada la noche y por causa de la obscuridad, se desistió de continuar cargando el material, los tres buques se retiraron a pasar la noche convenientemente separados del puerto. Aquellos materiales que quedaban todavía en tierra podrían darse como perdidos. En efecto, fueron apropiados más adelante , al llegar las tropas de Morales.
Cuando amaneció, Bolívar ordena que el bergantín se dirija a Choroní seguido de los transportes. Estos simulan cumplir la órden pero pronto por su cuenta tuercen su rumbo mar afuera y enfilan hacia Bonaire, pese a las conminaciones repetidas que se les hacen para seguir al buque de guerra. De nada valieron algunos cañonazos disparados por el “Indio Libre” intentando lograr su obediencia.
Creyendo que se escapaban para adueñarse de la carga (recordando a Bianchi en Cumaná) el Libertador ordena perseguirlos y logran darles alcance en el propio Bonaire ( 16 de julio de 1816) donde también estaba llegando Brión con su escuadrilla que acababa de suspender el bloqueo en el puerto de La Guaira. En Bonaire entre Brión y Bolívar consiguen bajo amenaza de la fuerza que los pertrechos sean devueltos y depositados ahora en los buques de Brión.
Una vez recuperado el valioso parque( menos la pequeña parte abandonada en Ocumare), el Jefe Supremo manifiesta su decisión de regresar a Choroní con la esperanza de reunirse con su ejército, ponerse al frente de sus tropas y llevarles los necesarios pertrechos y provisiones. Hacia allá se dirige (enviado por Brión en la "General Mariño”) pero no le es posible desembarcar(20 de julio de 1816 ) porque yá Choroní está ocupado por los españoles. Frustrado ante un hecho cumplido, opta entonces por regresar a Bonaire donde Brión muy angustiado los espera.
Brion en gestiones diplomáticas.
Estando en Bonaire, Bolívar decide comisionar al Almirante,(en compañía de Beluche y Villaret) para gestionar en México y en los Estados Unidos, créditos, buques, armas y dinero que le permitan mejorar su escuadra en mal estado y reponer las pérdidas sufridas en esta fallida campaña de Ocumare. Antes de éste acontecimiento, Brión, (investido por Bolívar con representación plenipotenciaria de la República) había visitado con su escuadrilla (14 de julio de 1816) al gobernador general de Curazao, el vice-almirante holandés Albert Kikkert(***),conduciendo dos cartas,una de Simón Bolívar , Jefe Supremo de la República de Venezuela y la otra de su propia persona en su carácter de almirante de la República-solicitando permiso para bajar a tierra y ser recibido formalmente por las autoridades..
El gobernador Kikkert le concedió el permiso para bajar a tierra, pero señalaba no poderlo reconocer como almirante de Venezuela “en vista de que la República de Venezuela todavía no es conocida en el Reino de los Países Bajos, sin embargo si Vuestra Señoría desea conversar conmigo como un particular sin comitiva, le permitiré venir a tierra con la lancha del piloto”.
Así sucedió en efecto, Brión fue recibido con la debida cortesía por el magistrado holandés en su despacho del Fuerte Amsterdam(Willemstad). Allí fué que procedió Brión a entregarle la carta enviada por El Libertador. Brión aprovechó también-con autorización de Kikkert- de visitar su familia residenciada en un sector de la ciudad .
Pese al carácter ”privado“ que se intentó dar a la visita,la noticia del evento se extendió rápidamente por toda la isla. El gobierno español elevó más tarde una protesta ante el de Holanda por las atenciones brindadas en Curazao al “perverso”(sic) Brión, lo que costó una fuerte reprimenda al señor Kikkert.
Como puede observarse,esta tímida gestión diplomática de Bolívar por intermedio del almirante Brión no tuvo el menor éxito. La influencia del viejo imperio
español en América era todavía considerable, a pesar de los ingleses y del constante deterioro y degradación que por casi un siglo había venído arrastrando como potencia mundial.
(*)Bolívar mismo llegó a confesarlo.En una carta a su amigo Don José Fernández Madrid (1830)le decía:"Iba a darme un pistoletazo, cuando uno de ellos (Mr.BIDEAU) volvió del mar en un bote y me tomó para salvarme".
(**)Juan Bautista Bideau,capitán de navío, nació en Port Castries, Isla de Santa Lucia en 1780. Murió combatiendo heroicamente en la Casa Fuerte de Barcelona en 1817.
(***) Albert Kikkert es famoso porque siendo gobernador general de Curazao, ordenó en 1817 pintar todas las casas de color pastel, porque el color blanco le causaba dolores de cabeza.Desde entonces se han mantenido esos colores.
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sábado, 20 de marzo de 2010
ARMADA 76
Carlos Soublette (izq) y Francisco Tomás Morales
Un nuevo Teatro de Operaciones.
La ocupación por Bolívar de Carúpano resultó infructuosa, o al menos poco prometedora. Se necesitaba con mucha urgencia reclutar efectivos ( ) para organizar un nuevo ejército y allí en esa zona era muy poco lo que se podía lograr. Apenas se pudieron reunir unos doscientos reclutas,cuya calidad era muy dudosa. La gente–claramente partidaria por los realistas- había preferido abandonar el lugar para no ser incorporada a las tropas del Libertador,que solo contaban ahora con un contingente escasamente motivado para la lucha,como fueron los soldados haitianos que trajo en la expedición y algunos margariteños proporcionados por el mismo Arismendi,así como un pequeño resfuerzo enviado por Mariño desde Güiria.
El total de efectivos no pasaba de 600 hombres, cantidad ínfima al considerar que las fuerzas realistas(del brigadier Tomás de Cires ) concentrandose en Cumaná eran por lo menos el doble de ese número y mucho más aguerridas que las tropas de Bolívar.
Alertado por Arismendi del peligro que corría ante un inminente contra-ataque español por tierra y mar que podría darse en cualquier momento si continuaba aferrándose tercamente a esa insegura región oriental,decidió probar fortuna en otra parte. Fijó su interès entonces en el centro,en un sitio que fuese fácil de conquistar y defender, además que una vez ocupado, pudiera permitir un rápido desplazamiento hasta Caracas, que era naturalmente su objetivo más deseado. Previamente antes de abandonar Carúpano, había encargado a Piar de que pasara a Maturin para intentar la formación de algunos batallones, igualmente a Mariño para que continuara haciendo lo mismo por los lados de Güiria. También designó a los coroneles Briceño Méndez, Judas Tadeo Piñango y Bartolomé Salóm para que con las debidas precauciones,se internaran hacia los llanos sur-orientales y trataran de establecer contacto con las guerrillas de Monagas,Cedeño y Zaraza que prácticamente sin recursos continuaban operando en la región.
Tanto a unos como a otros estaba dispuesto el Libertador a entregar parte de los pertrechos que había traído en su reciente expedición para que con ellos pudieran organizar columnas regulares capaces de enfrentarse con ventaja a las unidades de los españoles.
Algunas alternativas había examinado Bolívar antes de decidirse por Ocumare de la Costa. Conociendo que los españoles habían logrado yá organizar una escuadrilla naval de doce velas y que ésta escuadrilla constituía ahora un constante peligro para las operaciones patriotas en oriente, le propone al Almirante que salga a buscarlos y destruirlos para dejar la mar libre de ellos antes de marcharse de Carúpano. Frente a la propuesta del Jefe Supremo, el almirante Brión le responde que no es posible hacerlo porque no tiene gente suficiente a bordo de sus buques. Siendo este el caso–replicó Bolívar- se podría resolver la escasez de personal embarcando sus propios soldados como infantería de marina, lo cual aseguraría sin dudas el éxito del combate naval desvirtuando la excusa de no tener suficientes hombres abordo. En efecto así se hizo, se embarcaron las tropas de Bolívar y se evacuó totalmente la plaza .
Además de las tropas, los marinos exigieron recibir abordo a unas 500 mujeres que eran sus familiares y que habían llegado con ellos a Carúpano. Temían que esas mujeres –en caso de quedar atrás- pudieran ser degolladas(sic) por los realistas que llegaran después. "Este incidente dio un pretexto a los señores capitanes de los corsarios para decir que no podían batirse con mujeres abordo; cuando eran ellos mismos quienes las habían embarcado"(Relaciòn de Bolìvar a Petiòn el 4 de septiembre de 1816).
Evacuación de Carúpano.
Evacuada la plaza de Carúpano por los patriotas,fue ocupada rápidamente y sin demasiado esfuerzo por el enemigo que acechaba.El pueblo les dió la bienvenida.
Ahora en alta mar, era necesario para Bolìvar tomar una urgente decisión: ¿ Adonde dirigirse?. No era posible atacar a Cumaná apenas con 600 hombres-la única fuerza de que se disponía, con Cires esperándolo. Es cuando Bolívar sugiere a Brión que los lleve a Guayana entonces y el almirante se rehusó manifestando-con razón lógica- que Guayana estaba demasiado lejos y que ni siquiera tenía provisiones para llegar a Güiria. Es así como el Libertador viendo "trancado el juego"asume la única alternativa que le queda:irse a Ocumare.
La escogencia de Ocumare no era mala del todo, su posesión ponía al Libertador en condiciones de introducirse en el corazón del país,de la provincia de Caracas,"considerada como la región más adicta e todas al sistema republicano".
Desembarco de Ocumare. Avanzada hasta La Cabrera.
Ocumare fue efectivamente ocupado el 6 de julio de 1816. El Jefe Supremo una vez desembarcado,hizo también ocupar a Choroni al este de Ocumare (coronel Francisco Piñango) y dispuso que el coronel Carlos Soublette jefe de la vanguardia, desde Ocumare remontara la cordillera, bajara por el camino de Maracay y luego torciera a la derecha para ocupar el estratégico sitio de La Cabrera.
Quien dominara La Cabrera podría controlar ciertamente todo el lago de Valencia y sus ricas comarcas aledañas. Soublette pudo abrirse paso hasta Maracay, pero una vez en el sitio tuvo noticias de que Morales se aproximaba (desde Valencia) al frente de "un gran ejército". La información era cierta en cuanto a la presencia de Morales, pero falsa respecto a la magnitud de las fuerzas que le acompañaban.
Soublette inicia una retirada.
Soublette sintiéndose superado,desistió de sostenerse en La Cabrera y en Maracay el 11 de julio.Fué el mismo Morales quien con el propósito de atemorizar a su contrincante le hizo llegar “mañosamente” la alarmante noticia, de que en lugar de los 500 soldados muy mal equipados con los que realmente disponía, contaba para el momento con unos 7000 hombres perfectamente dispuestos para el combate. Audaz y decidido como siempre, Morales atacó a Soublette los días 12 y 13 de julio de 1816 haciéndolo retroceder montaña arriba (combate de Los Aguacates). Para los realistas teniendo a Maracay en sus manos,les quedaba ahora totalmente libre la vía que conducía hacia Ocumare de la Costa.
Soublette combate y se repliega lentamente,en regular órden, aplicando tácticas retardatrices con bloqueos sucesivos sobre la retaguardia. Sabe muy bien que a pesar de sus medidas, el enemigo no dejará de perseguirlo, así que al llegar al pueblo de Ocumare le presenta cuenta detallada al Libertador sobre los acontecimientos.
Cunde la alarma en el puerto.
Mas abajo en el puerto, álguien (se dice que un oficial de nombre Isidro Alzuru) empieza a correr la voz de que Soublette se acaba de rendir y que Morales está entrando triunfante en Ocumare y que su vanguardia avanza de prisa y sin obstáculos para tomar el puerto en cualquier momento.
La (falsa) alarma se propaga rápidamente, los comandantes de los buques alertan a sus tripulaciones y comienzan unos preparativos desesperados para zarpar. Aquellos que pueden, comienzan a embarcar algunos efectos de los que están amontonados en la playa, y a recibir a personas que sintiéndose amenazadas acuden presurosas a solicitar un lugar abordo, como un medio seguro para salir de la trampa que creen estarse cerrando sobre ellos. Algunos buques proceden a retirarse aguas afuera sin esperar órdenes. Otros se toman su tiempo mientras hacen recoger la carga de tierra para llevarla abordo. Es una tarea difícil por lo sorpresiva e inesperada. Entre tanto desorden nadie sabe a ciencia cierta a quien acudir para pedir instrucciones, además en ese momento no hay aparentemente quien pueda darlas. Todo parece estarse convertiendo en un caos.
Bolívar no recibe ninguna información especial. A media tarde había estado en la línea de defensa hablando con Soublette y le había girado instrucciones, entre ellas que estuviera listo para marchar junto con él a Choroní,y que su regreso al lado de Soublette sería de ll a 12de la noche. Mientras tanto regresaría al pueblo a arreglar algunos asuntos, pensando que mas tarde antes de anochecer, debería bajar al puerto para supervisar el reembarco de los efectos de la expedición que estaban depositados en la playa. La idea era proceder a transportar por mar esos efectos desde Ocumare a Choroní, en lugar de conducirlos por tierra lo que hubiera resultado sumamente complicado por no contar con bestias de carga ni personal para realizarlo.
En Choroní estaba ya fijado el punto de reunión de todas sus fuerzas y desde donde pensaba Bolívar arrancar su campaña hacia el centro del país.
Soublette por su parte esperaría en las afueras de Ocumare el regreso de Bolívar, tal como éste le había indicado que hiciera. Mas tarde recibe la noticia(para él incomprensible) de que Bolívar se há embarcado en Ocumare y dejado el puerto, abandonándolos a su destino( **). Muy sorprendido, no logra entender la extraña situación, sobre todo considerando que el propio Libertador le había asegurado que vendría a unírseles antes de marchar. Decide entonces,a falta de otras instrucciones, partir en dirección a Choroní como única alternativa. La dispersión de rumores y noticias falsas fueron –sin duda-las causantes de tan súbita e irreparable confusión.
(**) Este episodio en la conducta de El Libertador no há sido aclarado concretamente por la historia. El mismo Bolívar habló del tema en uno de sus escritos pero no entra en muchos detalles. Sus detractores-pasado el tiempo y después de muerto- señalan el hecho como una flaqueza inexplicable del personaje. Uno de ellos, nada menos que Carlos Marx (el mismo autor de "El Capital") en su escrito "Simón Bolívar y Ponte" narra es suceso de Ocumare de la Costa en la siguiente forma: "se topó( refiriéndose a Bolívar) no lejos de Ocumare con el general español Morales a la cabeza de unos 200 soldados y 100 milicianos. Cuando los cazadores de Morales dispersaron la vanguardia de Bolívar, éste, según un testigo ocular, perdió toda presencia de ánimo y sin pronunciar palabra, en un santiamén volvió grupas y huyó a rienda suelta hacia Ocumare, atravesó el pueblo a toda carrera, llegó a la bahía cercana, saltó del caballo, se introdujo en un bote y subió abordo del Diana, donde ordenó a toda la escuadra que lo siguiera a la pequeña isla de Bonaire".
viernes, 19 de marzo de 2010
ARMADA 75
Fortin de Santa Rosa, Carúpano
Toma de Carúpano.
El 17 la flotilla sitiadora intimó a Porlamar y Pampatar la rendición de sus defensores (Juan Bautista Pardo), pero estos se negaron a hacerlo. Decidieron dejarlos temporalmente tranquilos, y el día 25 de mayo la flotilla compuesta de "siete veleros armados y tres mercantes" con Bolívar a bordo, se dirigió a Carúpano fondeando el día 31 frente a la muralla fortificada de Santa Rosa.
Como los defensores ( capitán Andrés Pinillos) no quisieron rendirse, fueron cañoneados sistemáticamente como forma de ablandamiento, mientras que un desembarco(coordinado por Mariño), permitía a Piar y Soublette adueñarse de la plaza con relativa facilidad.
Encontraron a un Carúpano solitario,abandonado por sus habitantes quienes habían preferido refugiarse en las montañas circundantes en el camino de Casanay en lugar de presentar pelea a los invasores, que según ellos venían con muy malas intenciones.( Asunto muy parecido a lo que hicieron los corianos en 1806 cuando la infructuosa invasión de Francisco de Miranda). Pero por lo menos en este caso, pudieron los patriotas incautarse un bergantín hallado en perfectas condiciones y bien aprovisionado,al que dieron por nombre “Indio Libre” incorporándolo de inmediato a la escuadrilla.
Entre tanto los españoles de la Capitanía General( brigadier don Salvador Moxó) al conocer de antemano por sus agentes antillanos cuales eran los pormenores de la expedición, ofrecían- por bando publicado- la recompensa de 10.000 pesos (del real tesoro) a quien pudiera presentar la cabeza de los jefes patriotas, Bolívar, Bermúdez, Mariño, Piar, Brion y Arismendi. Entre todos éstos, a quien más ganas tenían los realistas de capturar-vivo preferiblemente-era al Arismendi aquel que se había burlado de Morillo “derramando lágrimas de cocodrilo” tal como lo había pronosticado el avispado general Morales.
Se comentaba extraoficialmente que el gobierno español reconsideraba su disposición de incrementar la recompensa a 20.000 pesos si podía ser Arismendi el individuo puesto en sus manos. Al tipo le tenían muchas ganas. Para él reservaban los realistas la llamada “muerte de agujita”,una tradición medieval que en tiempos de la inquisiciòn se materializaba por una especie de tortura sistemática y progresiva que podía empezar por la castración alternativa en frío, luego el corte de una oreja, luego el corte de la mano derecha, después sacarle algunos dientes con alicate y así sucesivamente, hasta que pudieran “ahorcar” lo poco que quedara de él para finalmente rebanar su cabeza que sería, -después de freirla en aceite -, expuesta ignominiosamente en las encrucijadas de caminos, tal como hicieron con la de José Félix Ribas poco tiempo atrás. Los otros cinco( Bolívar & Co.),por muy maléficos que pudieran resultar, no se merecían- según ellos- esta “especial” consideración.
Morillo, un virtual Virrey en la Nueva Granada.
Una vez conquistada la plaza de Cartagena, Morillo distribuyó sus fuerzas en un plan coordinado que le permitiera avanzar sistemáticamente sobre la capital Santa Fé(Bogotá).
Calzada y Remigio Ramos avanzarìan hacia el norte, Francisco Warleta subiría por el Magdalena hacia el sur y ocuparía Antioquia, Miguel de La Torre ocuparía a Ocaña , Julian Bayer atacaría El Chocó, mientras que a Francisco Tomás Morales lo envió por Cúcuta a reforzar a Venezuela para oponerse con eso a la proyectada expedición –de la cual ya tenía informaciones- que Bolívar estaba preparando en Los Cayos de Haití.
Morillo salió de Cartagena hacia Bogotá el 16 de febrero de 1816, siguiendo la vía de Mompox, Ocaña y Zipaquirá, llegando a la capital en los últimos días de abril, estableciendo su puesto de gobierno en el palacio virreinal.
Entretanto los patriotas- que podían hacerlo- se retiraban hacia lo profundo de los llanos de Casanare, incluyendo las reliquias que todavía quedaban del ejército al mando del coronel Francisco de Paula Santander (Emigración a Occidente).
Los realistas ocupan a Bogotá.
El 6 de mayo de 1816 entraron a la ciudad las tropas regulares españolas,siendo recibidas con “marcadas manifestaciones de regocijo” por la atemorizada población. (Es la misma historia de los vencedores que se repite constantemente . Recuérdese a Boves entrando a Caracas en 1814 ). Con la llegada de Morillo a la Nueva Granada, se inició un baño de sangre casi indiscriminado. Crueldades monstruosas que desarrolló el “Pacificador” Morillo incluyendo la ejecución de personalidades de primerísima calidad, destacados por su actuación, inteligencia y posición social , que fueron sacrificados por la simple sospecha de ser partidarios de la causa americana. Entre muchos de ellos (mas de siete mil entre hombres y mujeres ) cabe señalar al ilustre doctor Camilo Torres, a Manuel Rodriguez Torices (ambos ex – Presidentes) y al sabio doctor Francisco José de Caldas, ilustre científico de América.
Morillo permaneció en Bogotá hasta el 20 de noviembre de 1816. La situación en Venezuela se estaba tornando complicada y su presencia allá era necesaria nuevamente.Recuérdese que poco antes, y como medida de precaución él había destacado al brigadier Morales con 160 hombres de caballería para que por Cúcuta fuese a reforzar las guarniciones de la frontera con Venezuela, con la esperanza que ese escaso contingente pudiera ser aumentado en el camino.
Ruta de Morales. (*)
Desde Cúcuta , Morales pasó a Maracaibo, luego (como imitando a Monteverde) continuó la ruta a Coro, Carora, Barquisimeto, San Carlos y Valencia ; adonde llegó el 6 de julio de 1816.(En ese mismo día precisamente, Bolívar estaba efectuando su desembarco en Ocumare de la Costa). Morales no las tenía todas consigo. Apenas había podido incrementar sus efectivos a unos 400 hombres de tropa, mal equipados y sobre todo sin saber con qué circunstancias habría de toparse en el camino. No tenía planes específicos, aunque estaba confiado de operar con ventajas en un territorio que conocía como la palma de sus manos.
(*) Debe reconocerse que Morales-aunque rudo e inhumano- fué sin embargo uno de los soldados más eficientes y audaces que alguna vez España mantuvo en Venezuela, y le tocó ser por cierto el último en abandonar la lucha,cuando capituló en Maracaibo el 3de agosto de 1823. Desde allí saldría escoltado hacia Cuba, derrotado definitivamente pero con fama y honores bien ganados.
Toma de Carúpano.
El 17 la flotilla sitiadora intimó a Porlamar y Pampatar la rendición de sus defensores (Juan Bautista Pardo), pero estos se negaron a hacerlo. Decidieron dejarlos temporalmente tranquilos, y el día 25 de mayo la flotilla compuesta de "siete veleros armados y tres mercantes" con Bolívar a bordo, se dirigió a Carúpano fondeando el día 31 frente a la muralla fortificada de Santa Rosa.
Como los defensores ( capitán Andrés Pinillos) no quisieron rendirse, fueron cañoneados sistemáticamente como forma de ablandamiento, mientras que un desembarco(coordinado por Mariño), permitía a Piar y Soublette adueñarse de la plaza con relativa facilidad.
Encontraron a un Carúpano solitario,abandonado por sus habitantes quienes habían preferido refugiarse en las montañas circundantes en el camino de Casanay en lugar de presentar pelea a los invasores, que según ellos venían con muy malas intenciones.( Asunto muy parecido a lo que hicieron los corianos en 1806 cuando la infructuosa invasión de Francisco de Miranda). Pero por lo menos en este caso, pudieron los patriotas incautarse un bergantín hallado en perfectas condiciones y bien aprovisionado,al que dieron por nombre “Indio Libre” incorporándolo de inmediato a la escuadrilla.
Entre tanto los españoles de la Capitanía General( brigadier don Salvador Moxó) al conocer de antemano por sus agentes antillanos cuales eran los pormenores de la expedición, ofrecían- por bando publicado- la recompensa de 10.000 pesos (del real tesoro) a quien pudiera presentar la cabeza de los jefes patriotas, Bolívar, Bermúdez, Mariño, Piar, Brion y Arismendi. Entre todos éstos, a quien más ganas tenían los realistas de capturar-vivo preferiblemente-era al Arismendi aquel que se había burlado de Morillo “derramando lágrimas de cocodrilo” tal como lo había pronosticado el avispado general Morales.
Se comentaba extraoficialmente que el gobierno español reconsideraba su disposición de incrementar la recompensa a 20.000 pesos si podía ser Arismendi el individuo puesto en sus manos. Al tipo le tenían muchas ganas. Para él reservaban los realistas la llamada “muerte de agujita”,una tradición medieval que en tiempos de la inquisiciòn se materializaba por una especie de tortura sistemática y progresiva que podía empezar por la castración alternativa en frío, luego el corte de una oreja, luego el corte de la mano derecha, después sacarle algunos dientes con alicate y así sucesivamente, hasta que pudieran “ahorcar” lo poco que quedara de él para finalmente rebanar su cabeza que sería, -después de freirla en aceite -, expuesta ignominiosamente en las encrucijadas de caminos, tal como hicieron con la de José Félix Ribas poco tiempo atrás. Los otros cinco( Bolívar & Co.),por muy maléficos que pudieran resultar, no se merecían- según ellos- esta “especial” consideración.
Morillo, un virtual Virrey en la Nueva Granada.
Una vez conquistada la plaza de Cartagena, Morillo distribuyó sus fuerzas en un plan coordinado que le permitiera avanzar sistemáticamente sobre la capital Santa Fé(Bogotá).
Calzada y Remigio Ramos avanzarìan hacia el norte, Francisco Warleta subiría por el Magdalena hacia el sur y ocuparía Antioquia, Miguel de La Torre ocuparía a Ocaña , Julian Bayer atacaría El Chocó, mientras que a Francisco Tomás Morales lo envió por Cúcuta a reforzar a Venezuela para oponerse con eso a la proyectada expedición –de la cual ya tenía informaciones- que Bolívar estaba preparando en Los Cayos de Haití.
Morillo salió de Cartagena hacia Bogotá el 16 de febrero de 1816, siguiendo la vía de Mompox, Ocaña y Zipaquirá, llegando a la capital en los últimos días de abril, estableciendo su puesto de gobierno en el palacio virreinal.
Entretanto los patriotas- que podían hacerlo- se retiraban hacia lo profundo de los llanos de Casanare, incluyendo las reliquias que todavía quedaban del ejército al mando del coronel Francisco de Paula Santander (Emigración a Occidente).
Los realistas ocupan a Bogotá.
El 6 de mayo de 1816 entraron a la ciudad las tropas regulares españolas,siendo recibidas con “marcadas manifestaciones de regocijo” por la atemorizada población. (Es la misma historia de los vencedores que se repite constantemente . Recuérdese a Boves entrando a Caracas en 1814 ). Con la llegada de Morillo a la Nueva Granada, se inició un baño de sangre casi indiscriminado. Crueldades monstruosas que desarrolló el “Pacificador” Morillo incluyendo la ejecución de personalidades de primerísima calidad, destacados por su actuación, inteligencia y posición social , que fueron sacrificados por la simple sospecha de ser partidarios de la causa americana. Entre muchos de ellos (mas de siete mil entre hombres y mujeres ) cabe señalar al ilustre doctor Camilo Torres, a Manuel Rodriguez Torices (ambos ex – Presidentes) y al sabio doctor Francisco José de Caldas, ilustre científico de América.
Morillo permaneció en Bogotá hasta el 20 de noviembre de 1816. La situación en Venezuela se estaba tornando complicada y su presencia allá era necesaria nuevamente.Recuérdese que poco antes, y como medida de precaución él había destacado al brigadier Morales con 160 hombres de caballería para que por Cúcuta fuese a reforzar las guarniciones de la frontera con Venezuela, con la esperanza que ese escaso contingente pudiera ser aumentado en el camino.
Ruta de Morales. (*)
Desde Cúcuta , Morales pasó a Maracaibo, luego (como imitando a Monteverde) continuó la ruta a Coro, Carora, Barquisimeto, San Carlos y Valencia ; adonde llegó el 6 de julio de 1816.(En ese mismo día precisamente, Bolívar estaba efectuando su desembarco en Ocumare de la Costa). Morales no las tenía todas consigo. Apenas había podido incrementar sus efectivos a unos 400 hombres de tropa, mal equipados y sobre todo sin saber con qué circunstancias habría de toparse en el camino. No tenía planes específicos, aunque estaba confiado de operar con ventajas en un territorio que conocía como la palma de sus manos.
(*) Debe reconocerse que Morales-aunque rudo e inhumano- fué sin embargo uno de los soldados más eficientes y audaces que alguna vez España mantuvo en Venezuela, y le tocó ser por cierto el último en abandonar la lucha,cuando capituló en Maracaibo el 3de agosto de 1823. Desde allí saldría escoltado hacia Cuba, derrotado definitivamente pero con fama y honores bien ganados.
ARMADA 74
Desembarco patriota en Margarita
En realidad esa noche del 2 de mayo, muy pocos de los que estaban abordo pudieron conciliar el sueño. A pesar del cansancio acumulado en un día de batalla, era necesario continuar trabajando después de obscurecer, y sobre todo había que controlar a esos prisioneros españoles que aunque derrotados, todavía estaban en capacidad de causar problemas en caso de descuido.
Había que curar a los heridos y disponer dignamente de los muertos. Se debía además inspeccionar detalladamente y levantar un inventario de todos los objetos y propiedades encontradas en el bergantin y la goleta capturadas. El inventario inicial y el acta que se levantara ese día, serían documentos importantes a la hora de declararlas buenas( o malas)presas de acuerdo con las leyes marítimas vigentes.
Las embarcaciones capturadas en acciones de guerra eran según la costumbre de la época, puestas a la disposición de los tribunales llamados de “presas”, o de “almirantazgo” siendo estos organismos los que decidían, después de un análisis formal,la manera de repartir entre todos los “apresadores” el monto del botín. En esos tiempos de muchas guerras navales,la situación era común y las reglas de repartición estaban perfectamente definidas. La posibilidad de obtener ganancias en la reparticiòn de naves y efectos capturados al enemigo, era una de las razones de peso para que muchos armadores-dueños de buques- trataran de incorporarlos como “corsarios” al servicio de alguna parcialidad beligerante, porque en los combates generalmente se podía de una sola vez recuperar con creces, todo los fondos arriesgados en una determinada empresa.
Ser corsario no era necesariamente una inclinación patriótica, era una inversión de naturaleza mercenaria, a veces o casi siempre un vulgar negocio. Por esta razón muchos empresarios franceses, ingleses y norteamericanos enrolaron sus buques particulares en empresas libertarias de las que eran normales en esos días. El caso venezolano no era excepción, allí se cumplía también la misma circunstancia. Bien puede observarse la cantidad de marinos con nombres extranjeros que figuraron en aquellos primeros días de la epopeya naval venezolana, casos como el de José Bianchi y de Luis Aury por ejemplo. Sin embargo, de esa regla crematística y poco plausible hubo excepciones muy notables. El caso del almirante Brión por ejemplo, nació de su espíritu de libertad y de su gran ambición de distinguirse como el campeón de una causa noble y justa. Brión el magnánimo llegó a llamarlo Bolívar con toda justicia.
Otro caso parecido fue el del almirante Renato Beluche, un criollo francés de Luisiana que junto con Jean Laffite y otros habían ejercido el filibusterismo en la región cercana al delta del río Mississippi y en el golfo de Mexico, pero que más adelante, atraídos por la fama de Simón Bolívar se inclinaron a apoyar con vida y propiedades la lucha por la libertad de Sur América de la que Bolívar era campeón indiscutible.
Nadie podía dormir tampoco porque la emoción era muy grande y casi todos preferían celebrar la victoria en lugar de irse a dormir como clariotas. Para eso habría tiempo después,al desembarcar.
La mayoría no entendía la razón de porque Beluche, no les autorizaba la entrada a la bahía de Juan Griego esa misma noche. Simplemente porque Beluche conocía muy bien su profesión, y sabía que maniobrar de noche sin prácticos era demasiado peligroso sobre todo en un lugar que carecía de las elementales señalizaciones y que además se suponía todavía en manos de los españoles.
También tenían que llevar de remolque a los buques capturados, lo cual era algo muy dificultoso hacer de noche. Se limitaron a mantener un estado de bloqueo y esperar que amaneciera el día 3 de mayo.
Con las primeras luces del alba, la escuadra se hizo a la vela y en su aproximación, la“Comandanta” fue interceptada por una flechera enviada expresamente con pliegos para El Libertador. Poco después llegó otra lancha conduciendo al general Juan Bautista Arismendi a ponerse a las órdenes de aquel y para reconocerlo-una vez más- como Jefe Supremo de Venezuela. Arismendi y sus acompañantes fueron recibidos por los expedicionarios con mucha alegría y marcado entusiasmo.
Bolívar fue informado que la división española que guarnecìa la capital de la isla (La Asunción),la había evacuado apresuradamente la noche del 2 de mayo, incluyendo el castillo de Santa Rosa, dejando en su huída gran cantidad de armas, pertrechos y víveres. Los realistas, que aparentemente habían sido tomados por sorpresa por la llegada de la escuadra expedicionaria, optaron por retirarse al puerto de Pampatar, donde esperaban poder resistir con mejores ventajas.
Ocupación de la capital y bloqueo de Pampatar.
La Asunción y sus puntos fortificados fueron ocupados sin oposición el mismo día 3. En los días 4 y 5 de mayo se tomaron las medidas para bloquear el puerto de Pampatar acción que comenzó a cumplirse a partir del día 7 de mayo en la mañana.
Bolívar entre tanto se dirigió hasta la Villa del Norte, donde tenía Arismendi su cuartel general, una de sus primeras actuaciones fue dirigir una emocionada proclama a los margariteños, que celabraban ruidosamente el notable acontecimiento. Además procedió a ordenar la entrega a las tropas de Arismendi, 1000 fusiles, una batería de cañones de campaña y gran cantidad de municiones y elementos de guerra. Allí mismo en la Villa del Norte se instaló el cuartel general del Ejército Libertador. El día 6 de mayo, en la iglesia de la Villa, se runió una asamblea convocada por Arismendi a instancias de El Libertador. Allí se produjo el necesario debate, quedando confirmada en Bolívar la jefatura suprema de la Guerra, manteniendo como segundo jefe el general Santiago Mariño . En el discurso subsiguiente, proclamó Bolívar la libertad de los esclavos y anunció también la cesación de la guerra a muerte.
ARMADA 73
Abordaje del "Intrépido" (izq) (Tito Salas)
Almirante Luis Brion (der)
Primera Expedición de Los Cayos.
Una vez conjurado aquel “bochinche” enquistado entre los principales jefes patriotas, Bolívar dirige atentamente la organización detallada de la expedición. Ya há aceptado y ejerce la autoridad que la misma Asamblea le confirió para el comando supremo de aquella. Una vez asumida su responsabilidad procede a distribuír las tareas y misiones entre sus subordinados destacados.
La escuadrilla naval queda integrada por un bergantín-goleta,el “General Bolívar”-ex "Brisona" comandado por su propietario, el capitán de fragata Renato Beluche , y seis goletas: la “Brion”-ex "Corcovada"- (teniente de navío José Antonio Rosales), la “Constitución” (teniente de navío Jean Moinier), la “Feliz”-ex "Jupiter"- (teniente de navío Charles Lominé),la “Piar”-ex "Decatur"-( teniente de navío John Parnell),la “Mariño”-ex "Diana"-( teniente de navío Thomas Vicente Dubouille), y la “Conejo”(teniente de navío Bernardo Ferrero). El comandante de la escuadrilla es el capitán de navío Luis Brion y su Jefe de Estado Mayor el experimentado marino francés capitán de fragata Agustin Gustavo Villaret .
De Los Cayos de San Luis zarpa la expedición naval el 31 de marzo de 1816 conduciendo a bordo de sus naves unos 300 hombres de tripulación (haitianos en su mayoría),15.000 libras de pólvora,50.000 libras de plomo, 12 cañones de campaña y unos 4000 fusiles.
Derrotero de la Escuadrilla.
La escuadrilla, lenta pero segura; toma el rumbo “este franco” buscando interceptar el arco de las Antillas de Barlovento, para luego torcer al sur hacia su destino pre-seleccionado,la isla de Margarita.Ese derrotero tentativo, indirecto, garantizaba todo el tiempo una cercanía a tierras habitadas,donde poder recalar en caso de necesidad. Además con ese esquema, se les facilitaba mucho a los pilotos conducir la derrota. Porque manteniendo el rumbo al este franco (90 grados clavados en la brújula), no era necesario preocuparse por calcular la latitud, porque ella debia ser la misma al salir que al llegar. Claro, algunos pequeños toques de vez en cuando para corregir deriva por vientos y corrientes . Así los pilotos se concentrarían solamente en calcular las longitudes, que con un buen cronómetro y un tránsito solar (el sextante), el asunto resultaba “pan comido”. Navegando después hacia el sur franco, quedaba eliminada la necesidad de calcular las longitudes, únicamente se necesitaban ahora las latitudes . Este procedimiento, con un buen sextante y la estrella polar disponibles, ( y por supuesto un piloto que supiera utilizarlos) también era una “golilla”.
Navegó (la escuadrilla) al principio paralelamente a la costa sur de Santo Domingo, continuaron luego bordeando la costa sur de la isla de Puerto Rico (19 de abril) para fondear cuatro días más tarde en la pequeña isla (holandesa ) de Saba, lugar casi deshabitado pero neutral y seguro para reorganizarse y descansar.. El viernes 26de abril de 1816 zarparon de Saba y pusieron rumbo de 180 grados, con buen viento y buena mar. A su izquierda irían quedando a distancias razonables, muchas islas importantes; entre ellas, St.Kitts, Nevis, Montserrat, Guadalupe, Dominica, Martinica, Santa Lucía, St. Vincent y Grenada- en ese órden . Con tierra a la vista se facilitarían también los posicionamientos por “ pilotaje" y estima sin necesidad de efectuar observaciones de altura. Para mantener la comunicación permamentemente entre las embarcaciones, decidió Brión que se navegara en formación cerrada, con la “Bolívar” en la punta de vanguardia, formándose una cuña con tres buques en cada ala. Para transmitir las órdenes, una chalupa de la “Comandanta” (la “Bolívar”) permanecía aflote con sus velas izadas recorriendo la formación regularmente, llevando y trayendo personas , encomiendas y mensajes según fuese necesario.
También un rudimentario sistema de señales con banderas alfabéticas fue convenido entre los capitanes , además del tradicional empleo de las ”bocinas de mar” o “el cacho del capitán”, como solían llamar los marineros a una especie de trompeta metálica(megáfono) usada en esa época para reforzar la intensidad de la voz , que podía escucharse claramente hasta distancias de 200 metros o más,dependiendo del tiempo atmosférico, que por fortuna se mantuvo excelente durante todo el trayecto.
La temporada de febrero a junio en el Caribe es relativamente favorable para navegar en ese sector, los días son soleados y poco calurosos, los vientos alisios, además de refrescar mantienen velocidad y dirección casi constante y las noches son estrelladas y luminosas.
De junio en adelante la situación tiende a cambiar radicalmente, hay mucha nubosidad, las lluvias se vuelven intermitentes, abundantes e imprevisibles, el calor y la humedad se tornan casi insoportables, se generan en estos meses sorpresivos períodos de” calma chicha” y el mar después de haber permanecido llano como un plato, se torna de repente proceloso , levantando oleajes caprichosos al regularizarse el viento, cuya dirección es a veces también impredecible. Eso sin contar con los ciclones propiamente dichos, temibles flagelos y azote de navegantes, que de agosto hasta noviembre suelen año tras año, producir estragos en el Caribe y sus cercanías, en lo que se conoce como “el cinturón de los huracanes”.
Combate Naval de Los Frailes.
El Boletín del Ejército Libertador de Venezuela, Número 1º publicado en el Cuartel General de la Villa del Norte, en la isla de Margarita, a 3 de mayo de 1816 y firmada por el general en jefe Santiago Mariño, en su calidad de mayor general (Jefe del Estado Mayor) señala los acontecimientos relativos al combate naval . En adelante anotamos algunos extractos del mencionado boletín: “Después de una navegación sumamente feliz,reconocimos el 1º de Mayo las islas de Los Testigos, y a las 6 de la tarde del mismo, estando al O. de ellas, a distancia de ocho leguas, se puso la escuadra en facha ( ** ) para esperar el amanecer del siguiente día. Luego que amaneció, hizo la escuadra derrota al O.; y a las 7 de la mañana se vieron las islas de los Frailes, y al mismo tiempo las alturas de la Margarita. A las 9, cantó el vigía vela enemiga al O. que salía por abajo (sic) de la tierra , corriendo con las amuras a estribor, y se reconoció ser una goleta grande de gavia. Poco después se avistó un bergantín, también enemigo, corriendo la misma vuelta que la goleta, ciñendo el viento ; y entonces dispuso el Comandante que siguiese la escuadra el mismo rumbo que los buques mencionados, así para llevarlos fuera de la tierra, como para reconocer con mayor facilidad el fondeadero de donde habían salido. Verificado esto, se hizo formar la línea de batalla; y clavando el pabellón nacional al palo mayor,dejó la “Comandanta” (se refiere a la “general Bolívar”) correr sobre el bergantín y la goleta, que al momento tomaron caza, largando alas y todas las velas que pudieron, corriendo an N.O. La goleta, cuya marcha era superior a la del bergantín, quiso ceñir más el viento, cuando el Comandante ( se refiere a Brion) dispuso que las goletas “General Mariño”, “Júpiter” y “Conejo” le dieran caza, y que los demás buques siguiesen las aguas de la “Comandanta”sobre el bergantín.
A las 11 del día, habiendo llegado á tiro de fusil , dispuso el Comandante que la goleta “Constitución”atacase al bergantín por babor, y la “Comandanta” rompió sus fuegos de artillería con sus gruesas piezas por estribor del bergantín, el cual nos correspondió con su artillería y fusilería con bastante actividad”….”.La goleta “Constitución”dirigía sus fuegos de artillería por la codera (***) de babor del enemigo; y luego que estuvieron muy inmediatas rompió el fuego nuestra infantería (**** ) continuando el de artillería ; en pocos momentos se desmanteló al enemigo que resistía siempre con la mayor tenacidad; en este tiempo fue herido el Comandante de Marina ( se refiere a Brión), y el Capitán de fragata Renato Beluche tomó el mando de la “Comandanta” (que yá tenía) y de la escuadra (accidentalmente), y sufriendo un fuego terrible abordó la “Comandanta” al enemigo, que infructuosamente intentó rechazarlo; pero nuestros valientes marineros , habiendo tomado posesión del alcázar de popa, hicieron retirar a los enemigos a la bodega y arriaron la bandera española. Se encontró al Capitán de dicho buque muerto en la cámara de un balazo en la cabeza, al piloto y al cirujano; y sobre la cubierta y bodega , 42 muertos y 31 heridos, ahogándose muchos por haberse arrojado al mar…”.
Continúa el texto del boletín: “El bergantín es el de guerra nombrado “Intrépido”, de 14 cañones de a 8, entre los cuales 6 culebrinas de bronce, con 140 hombres de tripulación y su Comandante , el Teniente de fragata, Don Rafael La Iglesia”…..”A las 5 de la tarde, después de algún tiroteo de ámbas partes, arrió la goleta el pabellón a la nuestra,“General Mariño”, que estaba en actitud de abordarla, y se encontró al Capitán gravemente herido , 16 entre muertos y heridos. La goleta es la de guerra “La Rita”,(?) armada con una pieza de a 18 en colisa(*****), dos carronadas de a 24 y dos cañones reforzados de a 8, con 90 hombres de tripulación; su Capitán, el Alférez de fragata, Don Mateo Ocampo….Por nuestra parte sólo tuvimos a bordo de la “Comandanta” siete muertos, entre ellos el bravo oficial de marina Barthelemy,y ocho heridos; y a bordo de la “General Mariño” dos, levemente heridos.”
El boletín continúa narrando que tanto el capitán de navío Luis Brión como el capitán de fragata Renato Beluche se condujeron en el combate “con toda bravura y habilidad “y que por lo tanto el Capitán General (Bolívar) los ascendió en el acto a Almirante y Capitán de Navío respectivamente". En la noche y por disposición de Beluche (en su calidad de Comandante Interino de Marina) la escuadrilla se puso en facha para pasar la noche (2 de mayo de 1816).
(?) Algunos autores afirman que la goleta madrina se llamaba "La Clarita" en lugar de "La Rita"
(**)Ponerse en "facha" es colocar las velas hacia un costado y de cara al viento para frenar totalmente la arrancada y mantener la posición .También se utiliza la expresión "estar a la capa" que significa lo mismo.
(***) "Codera de babor" es un "cabo" o cuerda gruesa en el costado izquierdo de la proa del buque,que sirve para amarrarlo al muelle.También es el sector izquierdo del casco por donde se extiende dicho cabo.
(****) Se refiere a la infantería de marina.
*****) Colisa: Una cureña giratoria donde vá montado el cañón.
ARMADA 72
Asamblea de Los Cayos.
Bolívar se sobrepone al tradicional “bochinche”.
En cuenta de la situación y sobre todo muy conocedor de su propia gente, el Libertador estimó conveniente crear una base de legalidad para la organización expedicionaria que él mismo promovía y también para establecer un piso jurídico al gobierno que se llegara a formar en tierra venezolana, una vez desembarcada la expedición y consolidada una firme posesión territorial. Era necesario sobre todo conservar el principio de unidad de mando.
Convocatoria de una Asamblea Plenaria.
Con esos propósitos, fué convocada una Asamblea que se reunió por vez primera en el mes de febrero de 1816.
El primer gran problema que habría de enfrentar Bolívar era la actitud egoista y revoltosa de muchos de los que lo acompañaban. Igual que en ocasiones anteriores, la integración grupal se veía severamente amenazada por las pasiones y envidias que se manifestaban constantemente,
porque surgían como malas hierbas los chismes y maledicencias,la eterna historia, los unos intrigando contra los otros. Bermúdez refleja su encono y desprecio por Piar, Montilla se indispone contra Bolívar, Mariño intenta manipular a Brión en su propio favor al tiempo que no disimula sus aspiraciones de convertirse en el jefe único de la empresa.
Bermúdez engreído por sus actuaciones pasadas, se siente superior a los demás y pretende también "a juro" que se le asigne el mando supremo. El marino Luis Aury, por el solo hecho de ser propietario de dos de las embarcaciones aspira –igual que Bermúdez- a que se le reconozca como entre los principales de la expedición.Así sucesivamente.
Se impone la jefatura de Bolívar.
Bolívar sin embargo demuestra su superioridad de carácter, y sabe como imponer legítimamente su jefatura única, al asegurarse el apoyo oportuno y hasta terminante de Luis Brión, quien en una última sesión de la asamblea establece como condición irrevocable y firme, que solamente se podrá contar con su apoyo en buques, armas , tropas y dinero si la expedición es comandada exclusivamente por Simón Bolívar.
Esta actitud de Brión resolvió la disputa. En realidad, no podría haber sido en otra forma. Conociendo el espíritu dominante de Bolívar, nadie pensaría que otro aficionado pudiera llegar a imponer su candidatura frente a él, y mucho menos que Bolívar lo hubiera permitido. Los resultados estaban sellados de antemano.Así era la personalidad de El Libertador.
Las asambleas plenarias como se les llamaba,serían un instrumento “de facto” para agregar visos de legalidad a la posición de Bolívar etiquetándolo- acomodaticiamente-como comandante nato (casi por definición). Para algo debían valer sus hazañas anteriores, su veteranía indiscutible, su ascendiente moral sobre los patriotas de su generación y ante todo aquellos triunfos admirables del año 13. Algún toque de formalidad era necesario para cubrir al menos las apariencias.Para eso servían las asambleas. De ellas emanaba la autoridad originaria y primigenia,ocupando el lugar de un "Estado" que de momento no existía formalmente.
Pero con asambleas o sin ellas la suerte estaba echada, Bolívar y solo Bolívar debía ser el jefe supremo de esa nueva intentona . Es que en realidad, la superioridad integral del Libertador se perdía de vista en su entorno, además la decisión ya estaba tomada y cualquier discusión disidente quedaba automáticamente fuera de lugar. Insistir en contrario era hasta peligroso en esas circunstancias..
Aquellos que aspiraron disputar a Bolívar la jefatura suprema terminaron en frustración y a la larga debieron aceptar –de buen grado o nó- el dictamen final. Mariño por ejemplo tuvo sus aspiraciones. Razonablemente argumentaba que él había sido el Comandante Supremo de los ejércitos orientales y que por lo tanto su preeminencia continuaba vigente. Reconocía a Bolívar no como un superior permanente sino como un igual entre pares, con quien había colaborado circunstancialmente en acciones de guerra.
Piar por su parte aspiraba también su inclusiòn en la lista de electivos. Sin embargo Manuel Carlos Piar (igual que Luis Brión, Luis Aury y otros) era considerado extranjero. Además Piar había demostrado ser un individuo de carácter difícil, extremadamente impetuoso y a veces profundamente resentido. Sus compañeros no lo aceptarían nunca en calidad de Comandante Supremo, especialmente Bermúdez quien le odiaba sinceramente por razones personales.
Bermúdez, un caso especial.
Hablando de Bermúdez, precisamente este fué uno de los que aspiró con mayor fuerza a comandar la expedición que se preparaba en Los Cayos. Sus aspiraciones tenían en realidad mucho peso; Bermúdez al frente de los orientales, fué quien combatió con extrema fiereza a los españoles el año de 1814 cuando casi nadie lo hacía. Defendió la plaza de Aragua de Barcelona y se retiró peleando a Maturin, combatió a Boves en Los Magueyes, combatió a Boves y Morales en Urica, volvió a defender a Maturin, derrotado tomó el monte y se fué a la península de Paria batallando siempre, solo y sin ayuda, en momentos que todos los demás habían abandonado el territorio, de Güiria debió pasar a Margarita y allí secundó a Arismendi en su defensa de la Isla. En lugar de entregarse a Morillo –como sí lo hizo Arismendi- prefirió por sorpresa abrirse paso entre el anillo de buques españoles que bloqueban a Porlamar y en un pequeño balandro se transladó a Curazao y en seguida a Cartagena donde continuó batallando para el gobierno local. Y le cupo la inmensa responsabilidad de defender dicha plaza fuerte ante el feroz asedio impuesto en 1816 por los expedicionarios de Morillo y las legiones de Morales (antiguas hordas de Boves). Como podemos observar, los méritos guerreros de Bermúdez fueron inmensos.Nunca dejó de pelear, no pidió ni tampoco dió cuartel. Cuando yá no pudo sostenerse por más tiempo en Cartagena, optó por retirarse a Haití donde se estaban concentrando los restos dispersos de todos los contingentes patriotas, con intenciones de continuar la lucha en otros patios. Allí encontró a Bolívar, a quien no veía desde los fragosos días aquellos de Aragua de Barcelona, donde éste lo dejó solo.
Como no pudo lograr su nominación para comandar en jefe la expedición de Los Cayos, Bermúdez entró en una de sus monumentales pataletas. Furioso era temible este corpulento individuo, de dos metros de altura y 100 kilos de peso. Como se negaba a aceptar a Bolívar como su jefe, fue necesario dejarlo en tierra evitando con esto que por su mal carácter, fuese a causar problemas posteriores .
Pocos días después, yá medio calmado, hizo gestiones ante el mismo Presidente Petión para que le fuera facilitado su translado a Venezuela. Petión le escribe al general Marión el 22 de abril de 1816: “Mi caro General: Deseando el General Bermúdez pasar cuanto antes a su patria, a fin de cooperar a libertarla del yugo realista, os suplico le ayudéis a aprovechar la primera oportunidad que se presente para trasportarse en unión de los oficiales compatiotas suyos que quieran seguirle, o sea por via de las islas vecinas de la Costa Firme, o sea por la misma Costa Firme”…
martes, 16 de marzo de 2010
ARMADA 71
Presidente Petion
Evacuación de Cartagena .Concentración en Haití.
Imposibilitados estuvieron los patriotas de continuar manteniendo el dominio de Cartagena, principalmente por causa del férreo bloqueo implantado en dicha plaza por las fuerzas de Morillo en agosto de 1815, pocos días después de haber subyugado también a Santa Marta(desde el 30 de julio) al frente de un fuerte dispositivo integrado por 50 buques y unos 8000 hombres de desembarco.
El sitio de Cartagena se hizo insostenible, así que la retirada comenzó a prepararse por los patriotas de una manera paulatina pero constante,comenzando algo temprano, desde el 13 de noviembre de 1815 en adelante.
A principios de diciembre (1815) se inicia la evacuaciòn de la ciudad, empezando por las mujeres, niños y ancianos, mientras que militarmente comienza el desmantelamiento todo el esquema defensivo para éste no pudiera ser aprovechado ventajosamente por el enemigo.
Rompimiento del bloqueo naval.
Burlando la vigilancia que unas 40 naves de guerra españolas estaban manteniendo en las aproximaciones, los sitiados procuraron hacerse a la mar en todo tipo de embarcaciones, en condiciones generalmente inseguras y peligrosas. Muchos de esos buques naufragaron en el mal tiempo reinante en el Caribe, otros debieron forzosamente regresar a Cartagena y entregarse a los españoles, para ser imputados de rebeldía con riesgo de ser ejecutados. Los que tuvieron mayor suerte pudieron navegar y buscar refugio incierto en Cuba (territorio enemigo) o en Haití(territorio independiente).
Desembarco de Morales en Cartagena.
El día 5 de diciembre de 1815 el brigadier Francisco Tomás Morales después de un desembarco exitoso, logró tomar por asalto el estratégico castillo de Boca Chica, “pasando a cuchillo” a la mayoría de los defensores que allí se habían rendido.
Cartagena,defendida primero por el brigadier Manuel del Castillo y después en última instancia por el venezolano general José Francisco Bermúdez, caía irremediablemente en manos de Morillo. Bermúdez pudo escapar y se dirigió a Haití para reunirse con Bolívar.
Durante la emergencia que enfrentaba Cartagena-en pleno asedio- muchos volvieron a pensar en el general Bolívar como el único hombre capacitado para traer la salvación en circunstancias tan difíciles y tan comprometidas. Enviaron pues los cartageneros una comisión al mando del capitán Luis Brion con la corbeta “Dardo” y la goleta “Nuestra Señora de La Popa” a hacer contacto con él en Jamaica. En efecto, los buques atracaron en Kingston el 9 de diciembre y Brión pudo así transmitirle la esperanzada propuesta.
El Libertador mostró desde un principio una franca disposición a aceptar el mandato tan especial, así efectivamente una semana después, el día 17 del mismo mes se embarcó para acudir a la llamada de los defensores de Cartagena. Navegando en esa ruta, en alta mar se cruzaron el día 19 de diciembre con uno de los corsarios, el “Republicano” (*)que les transmitió la infausta noticia de que Cartagena había irremisiblemente caído en manos realistas.
Los auxilios del gobierno haitiano.
Bolívar consideró sobre la marcha que recuperar esa plaza de las “garras” de Morillo era ahora una tarea imposible. Convencido también de lo inútil que resultaría continuar en Jamaica intentando lograr algún apoyo de parte de los indiferentes ingleses, decidió en su lugar dirigir su atención a la parte republicana de Haití (sección del sur) donde gobernaba el general Alejandro Petión(**), con la esperanza firme de lograr del mandatario haitiano alguna ayuda importante para la causa sur-americana en grave peligro.
En la otra parte de Haití -sección del norte-, gobernaba con rudeza el auto-proclamado rey, general Henri Christophe –Henri I- (***), con quien Bolívar nunca intentó establecer contacto. Petión y Christophe se habían dividido el país entre ellos,a partir del derrocamiento (y asesinato) del emperador Juan Jacobo Dessalines en octubre de 1806.
Los emigrados de Cartagena no obraban al azar. En el Haití republicano,esperaban ser acogidos con generosidad y aspiraban que les fuera permitido ejercer sin mayores restricciones, la preparación de alternativas válidas para continuar la lucha,tanto en Venezuela como en la Nueva Granada.
La magnanimidad de Petión fue amplia, extendida inclusive a muchas de las necesidades de estos emigrados que vivían una triste situación de miseria. Hasta la diaria alimentación les fue garantizada por órdenes precisas del Presidente. En efecto en una carta enviada por él se puede leer textualmente:
“Alejandro Petion, Presidente de Haiti, al General Marion, Gobernador del Departamento de Los Cayos. Mi caro general: Os recomiendo hacer entregar por la administración de los Cayos a los desgraciados emigrados de Cartagena una ración diaria de pan y carne . Es un acto de humanidad digno del Gobierno de la República. Comunicaréis la presente carta al administrador Adam. Os saludo amistosamente. Puerto Principe, Enero 26 de 1816= Año 13 de la Independencia . Petion”. Texto tomado de la página 47 de volúmen 15 de las” Memorias del General O’ Leary.” Ministerio de la Defensa- Venezuela -1981
Allí en la isla caribeña se habían reunido los patriotas más destacados del momento: Santiago Mariño, José Francisco Bermúdez, Manuel Piar, Diego Mérida, Mariano Montilla, Juan José Valdéz, José Antonio Anzoátegui, Pedro Briceño Méndez, Carlos Soublette, Luis Aury, Gregorio Mac Gregor, y muchos otros. Sólo faltaba Bolívar para que los organizara adecuadamente como una máquina combativa. En efecto, el Libertador llegó a Los Cayos el 25 de diciembre y a Puerto Príncipe el 31 de diciembre de 1815 . De inmediato estableció contacto con los patriotas que lo esperaban con grandísimo entusiasmo. Solicitó una audiencia con el presidente Petión y ésta le fue concedida prontamente. En adelante las entrevistas con el mandatario haitiano se hicieron mas frecuentes.
Bolívar plantea sus necesidades y Petión toma debida nota. Al final las solicitudes de aquel son concedidas en su mayor parte, es decir que habrían de proveerse buques, armas, equipos y personal necesarios para formar una expedición libertadora con destino a Venezuela. En compensación por tan noble gesto, el Libertador promete bajo palabra de honor, libertar a los esclavos en aquellos territorios que en el futuro se pudieran arrebatar a los españoles.
El general Jean Marión,comandante por el momento del Departamentento de Los Cayos recibe órdenes precisas de atender- en el mayor secreto- las solicitudes de los expedicionarios. Además de las ayudas importantísimas prestadas por el gobierno haitiano, es justo también destacar el apoyo financiero del señor Robert Sutherland, rico empresario inglés establecido en la isla, quien por gestiones del capitán Luis Brión estuvo desde un principio dispuesto a invertir recursos en cantidad suficiente para el montaje de la campaña.
(*) El comandante de "El Republicano" era un francés llamado Barbafan. Alertó a Bolívar sobre la trampa que les tenían montada en Cartagena, donde los realistas habían conservado izadas las banderas patriotas para engañar a los buques que sin saber del cambio ocurrido, entraran a la plaza con auxilio para los sitiados.
(**)Recordemos que Petión -un mulato- estuvo involucrado en 1806 en una rebelión contra Dessalines, el "Emperador Negro" que terminó asesinado. Cuando Miranda inició su proyecto de invasión a Costa Firme, existió la posibilidad de incorporar unos mil mulatos como tropas auxiliares en el "ejército" mirandino. La no concurrencia del bergantin "Emperor", otro de los buques de Ogden,echó por tierra la iniciativa.
(***) Henri Christophe era un antiguo esclavo nativo de Jamaica, que muy joven huyó a Haití y mezclado con los rebeldes locales, logró escalar posiciones en el país. Al morir Dessalines se proclamó rey en la parte norte del país. Su palacio llamado "La Ferriere" era una fortaleza inexpugnable que todavía existe en las montañas del norte, cercanas a Cap Francais (Cap Haitienne). Christophe, un dictador cruel, llegó a crear una corte de opereta en sus dominios tratando de imitar en lo posible a las cortes europeas. Al ver llegar el fin de su reinado, se suicidó disparándose en la sien con una bala de oro.
Evacuación de Cartagena .Concentración en Haití.
Imposibilitados estuvieron los patriotas de continuar manteniendo el dominio de Cartagena, principalmente por causa del férreo bloqueo implantado en dicha plaza por las fuerzas de Morillo en agosto de 1815, pocos días después de haber subyugado también a Santa Marta(desde el 30 de julio) al frente de un fuerte dispositivo integrado por 50 buques y unos 8000 hombres de desembarco.
El sitio de Cartagena se hizo insostenible, así que la retirada comenzó a prepararse por los patriotas de una manera paulatina pero constante,comenzando algo temprano, desde el 13 de noviembre de 1815 en adelante.
A principios de diciembre (1815) se inicia la evacuaciòn de la ciudad, empezando por las mujeres, niños y ancianos, mientras que militarmente comienza el desmantelamiento todo el esquema defensivo para éste no pudiera ser aprovechado ventajosamente por el enemigo.
Rompimiento del bloqueo naval.
Burlando la vigilancia que unas 40 naves de guerra españolas estaban manteniendo en las aproximaciones, los sitiados procuraron hacerse a la mar en todo tipo de embarcaciones, en condiciones generalmente inseguras y peligrosas. Muchos de esos buques naufragaron en el mal tiempo reinante en el Caribe, otros debieron forzosamente regresar a Cartagena y entregarse a los españoles, para ser imputados de rebeldía con riesgo de ser ejecutados. Los que tuvieron mayor suerte pudieron navegar y buscar refugio incierto en Cuba (territorio enemigo) o en Haití(territorio independiente).
Desembarco de Morales en Cartagena.
El día 5 de diciembre de 1815 el brigadier Francisco Tomás Morales después de un desembarco exitoso, logró tomar por asalto el estratégico castillo de Boca Chica, “pasando a cuchillo” a la mayoría de los defensores que allí se habían rendido.
Cartagena,defendida primero por el brigadier Manuel del Castillo y después en última instancia por el venezolano general José Francisco Bermúdez, caía irremediablemente en manos de Morillo. Bermúdez pudo escapar y se dirigió a Haití para reunirse con Bolívar.
Durante la emergencia que enfrentaba Cartagena-en pleno asedio- muchos volvieron a pensar en el general Bolívar como el único hombre capacitado para traer la salvación en circunstancias tan difíciles y tan comprometidas. Enviaron pues los cartageneros una comisión al mando del capitán Luis Brion con la corbeta “Dardo” y la goleta “Nuestra Señora de La Popa” a hacer contacto con él en Jamaica. En efecto, los buques atracaron en Kingston el 9 de diciembre y Brión pudo así transmitirle la esperanzada propuesta.
El Libertador mostró desde un principio una franca disposición a aceptar el mandato tan especial, así efectivamente una semana después, el día 17 del mismo mes se embarcó para acudir a la llamada de los defensores de Cartagena. Navegando en esa ruta, en alta mar se cruzaron el día 19 de diciembre con uno de los corsarios, el “Republicano” (*)que les transmitió la infausta noticia de que Cartagena había irremisiblemente caído en manos realistas.
Los auxilios del gobierno haitiano.
Bolívar consideró sobre la marcha que recuperar esa plaza de las “garras” de Morillo era ahora una tarea imposible. Convencido también de lo inútil que resultaría continuar en Jamaica intentando lograr algún apoyo de parte de los indiferentes ingleses, decidió en su lugar dirigir su atención a la parte republicana de Haití (sección del sur) donde gobernaba el general Alejandro Petión(**), con la esperanza firme de lograr del mandatario haitiano alguna ayuda importante para la causa sur-americana en grave peligro.
En la otra parte de Haití -sección del norte-, gobernaba con rudeza el auto-proclamado rey, general Henri Christophe –Henri I- (***), con quien Bolívar nunca intentó establecer contacto. Petión y Christophe se habían dividido el país entre ellos,a partir del derrocamiento (y asesinato) del emperador Juan Jacobo Dessalines en octubre de 1806.
Los emigrados de Cartagena no obraban al azar. En el Haití republicano,esperaban ser acogidos con generosidad y aspiraban que les fuera permitido ejercer sin mayores restricciones, la preparación de alternativas válidas para continuar la lucha,tanto en Venezuela como en la Nueva Granada.
La magnanimidad de Petión fue amplia, extendida inclusive a muchas de las necesidades de estos emigrados que vivían una triste situación de miseria. Hasta la diaria alimentación les fue garantizada por órdenes precisas del Presidente. En efecto en una carta enviada por él se puede leer textualmente:
“Alejandro Petion, Presidente de Haiti, al General Marion, Gobernador del Departamento de Los Cayos. Mi caro general: Os recomiendo hacer entregar por la administración de los Cayos a los desgraciados emigrados de Cartagena una ración diaria de pan y carne . Es un acto de humanidad digno del Gobierno de la República. Comunicaréis la presente carta al administrador Adam. Os saludo amistosamente. Puerto Principe, Enero 26 de 1816= Año 13 de la Independencia . Petion”. Texto tomado de la página 47 de volúmen 15 de las” Memorias del General O’ Leary.” Ministerio de la Defensa- Venezuela -1981
Allí en la isla caribeña se habían reunido los patriotas más destacados del momento: Santiago Mariño, José Francisco Bermúdez, Manuel Piar, Diego Mérida, Mariano Montilla, Juan José Valdéz, José Antonio Anzoátegui, Pedro Briceño Méndez, Carlos Soublette, Luis Aury, Gregorio Mac Gregor, y muchos otros. Sólo faltaba Bolívar para que los organizara adecuadamente como una máquina combativa. En efecto, el Libertador llegó a Los Cayos el 25 de diciembre y a Puerto Príncipe el 31 de diciembre de 1815 . De inmediato estableció contacto con los patriotas que lo esperaban con grandísimo entusiasmo. Solicitó una audiencia con el presidente Petión y ésta le fue concedida prontamente. En adelante las entrevistas con el mandatario haitiano se hicieron mas frecuentes.
Bolívar plantea sus necesidades y Petión toma debida nota. Al final las solicitudes de aquel son concedidas en su mayor parte, es decir que habrían de proveerse buques, armas, equipos y personal necesarios para formar una expedición libertadora con destino a Venezuela. En compensación por tan noble gesto, el Libertador promete bajo palabra de honor, libertar a los esclavos en aquellos territorios que en el futuro se pudieran arrebatar a los españoles.
El general Jean Marión,comandante por el momento del Departamentento de Los Cayos recibe órdenes precisas de atender- en el mayor secreto- las solicitudes de los expedicionarios. Además de las ayudas importantísimas prestadas por el gobierno haitiano, es justo también destacar el apoyo financiero del señor Robert Sutherland, rico empresario inglés establecido en la isla, quien por gestiones del capitán Luis Brión estuvo desde un principio dispuesto a invertir recursos en cantidad suficiente para el montaje de la campaña.
(*) El comandante de "El Republicano" era un francés llamado Barbafan. Alertó a Bolívar sobre la trampa que les tenían montada en Cartagena, donde los realistas habían conservado izadas las banderas patriotas para engañar a los buques que sin saber del cambio ocurrido, entraran a la plaza con auxilio para los sitiados.
(**)Recordemos que Petión -un mulato- estuvo involucrado en 1806 en una rebelión contra Dessalines, el "Emperador Negro" que terminó asesinado. Cuando Miranda inició su proyecto de invasión a Costa Firme, existió la posibilidad de incorporar unos mil mulatos como tropas auxiliares en el "ejército" mirandino. La no concurrencia del bergantin "Emperor", otro de los buques de Ogden,echó por tierra la iniciativa.
(***) Henri Christophe era un antiguo esclavo nativo de Jamaica, que muy joven huyó a Haití y mezclado con los rebeldes locales, logró escalar posiciones en el país. Al morir Dessalines se proclamó rey en la parte norte del país. Su palacio llamado "La Ferriere" era una fortaleza inexpugnable que todavía existe en las montañas del norte, cercanas a Cap Francais (Cap Haitienne). Christophe, un dictador cruel, llegó a crear una corte de opereta en sus dominios tratando de imitar en lo posible a las cortes europeas. Al ver llegar el fin de su reinado, se suicidó disparándose en la sien con una bala de oro.
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