sábado, 20 de marzo de 2010
ARMADA 76
Carlos Soublette (izq) y Francisco Tomás Morales
Un nuevo Teatro de Operaciones.
La ocupación por Bolívar de Carúpano resultó infructuosa, o al menos poco prometedora. Se necesitaba con mucha urgencia reclutar efectivos ( ) para organizar un nuevo ejército y allí en esa zona era muy poco lo que se podía lograr. Apenas se pudieron reunir unos doscientos reclutas,cuya calidad era muy dudosa. La gente–claramente partidaria por los realistas- había preferido abandonar el lugar para no ser incorporada a las tropas del Libertador,que solo contaban ahora con un contingente escasamente motivado para la lucha,como fueron los soldados haitianos que trajo en la expedición y algunos margariteños proporcionados por el mismo Arismendi,así como un pequeño resfuerzo enviado por Mariño desde Güiria.
El total de efectivos no pasaba de 600 hombres, cantidad ínfima al considerar que las fuerzas realistas(del brigadier Tomás de Cires ) concentrandose en Cumaná eran por lo menos el doble de ese número y mucho más aguerridas que las tropas de Bolívar.
Alertado por Arismendi del peligro que corría ante un inminente contra-ataque español por tierra y mar que podría darse en cualquier momento si continuaba aferrándose tercamente a esa insegura región oriental,decidió probar fortuna en otra parte. Fijó su interès entonces en el centro,en un sitio que fuese fácil de conquistar y defender, además que una vez ocupado, pudiera permitir un rápido desplazamiento hasta Caracas, que era naturalmente su objetivo más deseado. Previamente antes de abandonar Carúpano, había encargado a Piar de que pasara a Maturin para intentar la formación de algunos batallones, igualmente a Mariño para que continuara haciendo lo mismo por los lados de Güiria. También designó a los coroneles Briceño Méndez, Judas Tadeo Piñango y Bartolomé Salóm para que con las debidas precauciones,se internaran hacia los llanos sur-orientales y trataran de establecer contacto con las guerrillas de Monagas,Cedeño y Zaraza que prácticamente sin recursos continuaban operando en la región.
Tanto a unos como a otros estaba dispuesto el Libertador a entregar parte de los pertrechos que había traído en su reciente expedición para que con ellos pudieran organizar columnas regulares capaces de enfrentarse con ventaja a las unidades de los españoles.
Algunas alternativas había examinado Bolívar antes de decidirse por Ocumare de la Costa. Conociendo que los españoles habían logrado yá organizar una escuadrilla naval de doce velas y que ésta escuadrilla constituía ahora un constante peligro para las operaciones patriotas en oriente, le propone al Almirante que salga a buscarlos y destruirlos para dejar la mar libre de ellos antes de marcharse de Carúpano. Frente a la propuesta del Jefe Supremo, el almirante Brión le responde que no es posible hacerlo porque no tiene gente suficiente a bordo de sus buques. Siendo este el caso–replicó Bolívar- se podría resolver la escasez de personal embarcando sus propios soldados como infantería de marina, lo cual aseguraría sin dudas el éxito del combate naval desvirtuando la excusa de no tener suficientes hombres abordo. En efecto así se hizo, se embarcaron las tropas de Bolívar y se evacuó totalmente la plaza .
Además de las tropas, los marinos exigieron recibir abordo a unas 500 mujeres que eran sus familiares y que habían llegado con ellos a Carúpano. Temían que esas mujeres –en caso de quedar atrás- pudieran ser degolladas(sic) por los realistas que llegaran después. "Este incidente dio un pretexto a los señores capitanes de los corsarios para decir que no podían batirse con mujeres abordo; cuando eran ellos mismos quienes las habían embarcado"(Relaciòn de Bolìvar a Petiòn el 4 de septiembre de 1816).
Evacuación de Carúpano.
Evacuada la plaza de Carúpano por los patriotas,fue ocupada rápidamente y sin demasiado esfuerzo por el enemigo que acechaba.El pueblo les dió la bienvenida.
Ahora en alta mar, era necesario para Bolìvar tomar una urgente decisión: ¿ Adonde dirigirse?. No era posible atacar a Cumaná apenas con 600 hombres-la única fuerza de que se disponía, con Cires esperándolo. Es cuando Bolívar sugiere a Brión que los lleve a Guayana entonces y el almirante se rehusó manifestando-con razón lógica- que Guayana estaba demasiado lejos y que ni siquiera tenía provisiones para llegar a Güiria. Es así como el Libertador viendo "trancado el juego"asume la única alternativa que le queda:irse a Ocumare.
La escogencia de Ocumare no era mala del todo, su posesión ponía al Libertador en condiciones de introducirse en el corazón del país,de la provincia de Caracas,"considerada como la región más adicta e todas al sistema republicano".
Desembarco de Ocumare. Avanzada hasta La Cabrera.
Ocumare fue efectivamente ocupado el 6 de julio de 1816. El Jefe Supremo una vez desembarcado,hizo también ocupar a Choroni al este de Ocumare (coronel Francisco Piñango) y dispuso que el coronel Carlos Soublette jefe de la vanguardia, desde Ocumare remontara la cordillera, bajara por el camino de Maracay y luego torciera a la derecha para ocupar el estratégico sitio de La Cabrera.
Quien dominara La Cabrera podría controlar ciertamente todo el lago de Valencia y sus ricas comarcas aledañas. Soublette pudo abrirse paso hasta Maracay, pero una vez en el sitio tuvo noticias de que Morales se aproximaba (desde Valencia) al frente de "un gran ejército". La información era cierta en cuanto a la presencia de Morales, pero falsa respecto a la magnitud de las fuerzas que le acompañaban.
Soublette inicia una retirada.
Soublette sintiéndose superado,desistió de sostenerse en La Cabrera y en Maracay el 11 de julio.Fué el mismo Morales quien con el propósito de atemorizar a su contrincante le hizo llegar “mañosamente” la alarmante noticia, de que en lugar de los 500 soldados muy mal equipados con los que realmente disponía, contaba para el momento con unos 7000 hombres perfectamente dispuestos para el combate. Audaz y decidido como siempre, Morales atacó a Soublette los días 12 y 13 de julio de 1816 haciéndolo retroceder montaña arriba (combate de Los Aguacates). Para los realistas teniendo a Maracay en sus manos,les quedaba ahora totalmente libre la vía que conducía hacia Ocumare de la Costa.
Soublette combate y se repliega lentamente,en regular órden, aplicando tácticas retardatrices con bloqueos sucesivos sobre la retaguardia. Sabe muy bien que a pesar de sus medidas, el enemigo no dejará de perseguirlo, así que al llegar al pueblo de Ocumare le presenta cuenta detallada al Libertador sobre los acontecimientos.
Cunde la alarma en el puerto.
Mas abajo en el puerto, álguien (se dice que un oficial de nombre Isidro Alzuru) empieza a correr la voz de que Soublette se acaba de rendir y que Morales está entrando triunfante en Ocumare y que su vanguardia avanza de prisa y sin obstáculos para tomar el puerto en cualquier momento.
La (falsa) alarma se propaga rápidamente, los comandantes de los buques alertan a sus tripulaciones y comienzan unos preparativos desesperados para zarpar. Aquellos que pueden, comienzan a embarcar algunos efectos de los que están amontonados en la playa, y a recibir a personas que sintiéndose amenazadas acuden presurosas a solicitar un lugar abordo, como un medio seguro para salir de la trampa que creen estarse cerrando sobre ellos. Algunos buques proceden a retirarse aguas afuera sin esperar órdenes. Otros se toman su tiempo mientras hacen recoger la carga de tierra para llevarla abordo. Es una tarea difícil por lo sorpresiva e inesperada. Entre tanto desorden nadie sabe a ciencia cierta a quien acudir para pedir instrucciones, además en ese momento no hay aparentemente quien pueda darlas. Todo parece estarse convertiendo en un caos.
Bolívar no recibe ninguna información especial. A media tarde había estado en la línea de defensa hablando con Soublette y le había girado instrucciones, entre ellas que estuviera listo para marchar junto con él a Choroní,y que su regreso al lado de Soublette sería de ll a 12de la noche. Mientras tanto regresaría al pueblo a arreglar algunos asuntos, pensando que mas tarde antes de anochecer, debería bajar al puerto para supervisar el reembarco de los efectos de la expedición que estaban depositados en la playa. La idea era proceder a transportar por mar esos efectos desde Ocumare a Choroní, en lugar de conducirlos por tierra lo que hubiera resultado sumamente complicado por no contar con bestias de carga ni personal para realizarlo.
En Choroní estaba ya fijado el punto de reunión de todas sus fuerzas y desde donde pensaba Bolívar arrancar su campaña hacia el centro del país.
Soublette por su parte esperaría en las afueras de Ocumare el regreso de Bolívar, tal como éste le había indicado que hiciera. Mas tarde recibe la noticia(para él incomprensible) de que Bolívar se há embarcado en Ocumare y dejado el puerto, abandonándolos a su destino( **). Muy sorprendido, no logra entender la extraña situación, sobre todo considerando que el propio Libertador le había asegurado que vendría a unírseles antes de marchar. Decide entonces,a falta de otras instrucciones, partir en dirección a Choroní como única alternativa. La dispersión de rumores y noticias falsas fueron –sin duda-las causantes de tan súbita e irreparable confusión.
(**) Este episodio en la conducta de El Libertador no há sido aclarado concretamente por la historia. El mismo Bolívar habló del tema en uno de sus escritos pero no entra en muchos detalles. Sus detractores-pasado el tiempo y después de muerto- señalan el hecho como una flaqueza inexplicable del personaje. Uno de ellos, nada menos que Carlos Marx (el mismo autor de "El Capital") en su escrito "Simón Bolívar y Ponte" narra es suceso de Ocumare de la Costa en la siguiente forma: "se topó( refiriéndose a Bolívar) no lejos de Ocumare con el general español Morales a la cabeza de unos 200 soldados y 100 milicianos. Cuando los cazadores de Morales dispersaron la vanguardia de Bolívar, éste, según un testigo ocular, perdió toda presencia de ánimo y sin pronunciar palabra, en un santiamén volvió grupas y huyó a rienda suelta hacia Ocumare, atravesó el pueblo a toda carrera, llegó a la bahía cercana, saltó del caballo, se introdujo en un bote y subió abordo del Diana, donde ordenó a toda la escuadra que lo siguiera a la pequeña isla de Bonaire".
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