viernes, 5 de febrero de 2010
ARMADA 27
Napoleòn dueño de España. Perdida de las Colonias de America.
La derrota de Trafalgar modificò radicalmente la situaciòn europea. Gran Bretaña dominaba los mares de manera indiscutible negándole a Francia y España toda la capacidad de acción en esos ámbitos. Ante esta realidad , Napoleón decretó el bloqueo continental siendo secundado de inmediato por España en esta iniciativa. Ambas naciones decidieron firmar el tratado de Fontainbleau (1807) donde se contemplaba abiertamente la repartición de Portugal entre Francia y España, y que permitiría a las tropas francesas el libre tránsito a través de territorio español para mantener la ocupación del espacio portugués. Técnicamente hablando, era una ocupación autorizada o al menos consentida del territorio hispano por las fuerzas napoleónicas.
Por esta acción, el ministro Godoy fué otra vez duramente criticado , el pueblo desde hace tiempo lo venía repudiando con amargura y descontento, al considerar que su política reflejaba demasiado entreguismo frente a un Napoleón que se mostraba abiertamente dominante en las relaciones con sus aliados españoles. Así pues, la situación en España se tornaba cada día más truculenta e inestable.
A fines de 1807 se produjo la llamada “Conjura de El Escorial”, un movimiento conspirativo motorizado por el propio Fernando, Príncipe de Asturias que pretendía terminar con la inmensa influencia que Godoy había estado ejerciendo por largo tiempo dentro de la Corte, y que era considerada por muchos como la razón única de los graves errores cometidos en la conducción del Reino. Esta conspiración fué descubierta y aparentemente frustrada por causa de una delación. Tanto el príncipe Fernando como los demás implicados en la conjura fueron sometidos a investigación, aunque mas adelante fueron liberados de toda culpa por una decisión del propio Rey, su padre. Una conspiración contra el Monarca y su gobierno, en una España del siglo XVIII era de por sí un grave delito y aún lo sigue siendo hoy. Por mucho menos de eso, españoles notables habían sido acusados de alta traición en diferentes circunstancias y en su gran mayoría sumariamente ejecutados sin apelación ninguna. Tratándose del Príncipe Heredero en éste caso, la justicia debió tomar un sesgo característico, que de no ser así hubiese costado seguramente la existencia a muchos comprometidos. Delito que no se sanciona, es delito que se repite tarde o temprano. Eso lo aprendió el mismo Fernando, quien una vez siendo Rey supo aplicar mano fuerte contra los rebeldes americanos, sin que de nada valieran sus tempranas experiencias. Bien decían los margariteños- en la época de Matasiete, - que ese Fernando VII era “mas maluco que tabaco verde en infusión”.
La conjura en todo caso no terminó allì, poco después estalló de verdad el llamado “Motín de Aranjuez” donde esta vez Godoy fue apresado y humillado y donde hasta los propios Reyes fueron mantenidos bajo una rígida custodia. Carlos IV presionado decidió abdicar a favor de su hijo Fernando (VII) y con su familia buscó refugio en Bayona, en territorio francés bajo la tácita protección de Napoleón Bonaparte, que en esos momentos era el árbitro de Europa.
Tras el motín, Madrid fue formalmente ocupado por las tropas francesas de Joaquín Murat, bajo el pretexto de mantener el órden. Fernando VII fué “invitado” a transladarse hasta Bayona para conferenciar con el emperador Napoleón, y una vez llegado a esta localidad se encontró con la infausta noticia de que ahora su padre Carlos IV declaraba nula su anterior abdicación dizque por haberse cumplido aquella bajo los efectos de reales o supuestas amenazas.
Bonaparte, interesado al fin; presionó ahora para que la corona le fuera devuelta a su antiguo poseedor, cosa que debió ser aceptada a regañadientes por Fernando VII, al darse cuenta que ahora estaba virtualmente prisionero del poderoso francés. Lo que sucedió fue mucho peor, Carlos IV en lugar de conservar su recuperada corona, decidió sorpresivamente entregarla al mismo Napoleón, quien a su vez la cedió a su hermano José Bonaparte pasando éste automáticamente a convertirse en el Rey de España con el nombre de José I.
Tanto Carlos IV y su familia como Fernando VII debieron permanecer en Francia , en una especie de cautiverio dorado, mientras que José Bonaparte (bautizado Pepe Botella por los españoles) con la mayor naturalidad tomaba posesión en España.
Estos hechos muy pronto precipitaron la reacción y resistencia tenáz del pueblo español, hechos que desembocaron en lo que se conoce como la Guerra de Independencia.
Reacción en las colonias de America.
También esos escandalosos hechos fueron la causa directa de que España perdiera sus colonias en América, con mucha razón. No queriendo aceptar la imposición de Napoleón allá en Europa, las colonias americanas prefirieron al principio y de buena fé declararse leales al Rey Fernando que era el rey legítimo . En ese sentido organizaron sus actuaciones. Pronto sinembargo debieron sentirse desilusionadas por aquella actitud pasiva e incoherente del mismo soberano a quien ciegamente ofrecían su apoyo. Fué así entonces como surgió- espontáneamente- la idea de gobernarse por sí mismas optando sin rodeos por declararse independientes de la Corona Española.
A la larga y con altibajos , todas las Colonias lograron conquistar su autonomía, con las excepciones de Cuba , Puerto Rico y Santo Domingo en el Caribe así como las Filipinas, las Islas Marianas y las Carolinas en el Pacífico, que para ser independientes debieron esperar de otra oportunidad..
Sería un argumento simplista, decir que la separación de las colonias americanas respecto a su metrópolis europea fue causada repentinamente por el secuestro de la familia real española en Bayona, acto que como se sabe, programó y ejecutó maliciosamente el emperador Bonaparte.
Eso del secuestro fue apenas la causa inmediata, una coartada tomada a la medida para justificar la función ya programada en su amplio contenido. En realidad, los deseos de separación y de independencia venían macerándose desde mucho tiempo atrás. Es cierto que la liberación no se había podido lograr hasta ahora, pero esto no sucedía por falta de entusiasmo sino debido a la férrea vigilancia que las autoridades coloniales habían ejercido sobre los súbditos del reino en todas las provincias de América.
Puede afirmarse con propiedad que las causas de la independencia , tomadas desde un punto de vista general fueron otras, muy distinta y que veremos mas adelante.
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