miércoles, 24 de febrero de 2010

ARMADA 54



Miranda designado Generalísimo y Dictador.

No habiendo querido aceptar el Marqués del Toro su nombramiento como General en Jefe, por las razones yá expuestas, se pensó en buscar otro individuo que reuniera la necesaria competencia y capacidad para el importante cargo. No existían en Venezuela muchas personas que poseyeran estas aptitudes profesionales,el problema por lo tanto era difícil de resolver.
Alguien postuló al general Miranda mientras que otros presentaron serias objecciones respecto al personaje,que para mucha gente era polémico, peligroso y difícil. Algunos sostenían- con o sin razón- que Miranda resultaría mas nocivo para Venezuela que el mismísimo Monteverde. Sin embargo la necesidad imperiosa –que nó la unánime aceptación- privó para que finalmente, a regañadientes se escogiera a Miranda.
El Ejecutivo Federal procedió entonces – previa la aceptación del postulado-a designar a Miranda como Generalísimo de las Fuerzas Militares de Mar y Tierra y como Dictador (23 de abril de 1812),vale decir con plenos poderes para dirigir personalmente y a voluntad las acciones de guerra presentes y futuras y para concertar la paz cuando fuera el momento.
El nombramiento fue dispuesto en el siguiente tenor: “Ciudadano Teniente General Francisco de Miranda : Acaba de nombraros el Poder Ejecutivo de la Unión , general en jefe de las armas de toda la Confederación Venezolana con absolutas facultades para tomar cuantas providencias juzguéis necesarias a salvar nuestro territorio invadido por los enemigos de la libertad colombiana; y bajo este concepto no os sujeta a ley alguna ni reglamento de los que hasta ahora rigen estas Repúblicas, sino que al contrario no consultaréis más que la ley suprema de salvar la Patria; y a este efecto os delega el Poder de la Unión sus facultades naturales y las extraordinarias que le confirió la representación nacional por decreto de 4 de este mes. Bajo vuestra responsabilidad ,os lo comunico de órden del Poder Ejecutivo para vuestra inteligencia y su cumplimiento."Dios os guarde muchos años" “Caracas: 23 de abril de 1812, II de la Repùblica. José de Sata y Bussy, Secretario de Guerra”.

Miranda por fin y legalmente además, tenía todo el poder en sus manos.Sus predicamentos de tantos años, parecían por fin haberse cumplido. Procedió a establecer su residencia y su Cuartel General en la ciudad de La Victoria.
La escogencia de este sitio obedeció a razones meramente tácticas.
La Victoria estaba mas cerca de Caracas (acortando la línea de comunicación) lo cual permitiría fácilmente cubrir la retaguardia frente a cualquier imprevisto.
Maracay por ejemplo no era considerado un sitio muy seguro porque podía ser rodeado con una aproximación por la vía de los llanos (Villa de Cura), pudiendo entonces quedar cortada la retirada o atrapada la posición entre dos frentes.
Valencia peor aún, era un nudo de comunicaciones múltiples , con accesos irrestrictos en casi todas direcciones y algo difícil de defender con escasas fuerzas.

Miranda como se vé, fué dejado con las manos libres para organizar todo su dispositivo estratégico. Entre sus múltiples decisiones dispuso el nombramiento del coronel Simón Bolìvar para comandar la importantísima plaza fuerte de Puerto Cabello, un punto de vital importancia- se decía-“porque aquel que tuviera su posesión serìa dueño de todas las provincias unidas”.

Miranda abrió campaña con la parafernalia que le era característica. Nada de su personalidad parecía haber cambiado desde los tiempos de su invasión a Tierra Firme en 1806. Durante su avance hacia Valencia, sostuvo un pequeño encuentro con los sublevados en el sitio de Mariara. Una emboscada que le habían preparado los realistas de Valencia le hicieron retroceder precipitadamente hasta Guacara (La Cabrera). Allí en Guacara ya atrincherado procedió a reorganizarse y a revisar su esquema de maniobra. El 12 de agosto lanzó su nuevo ataque, y esta vez sí que logró una victoria completa sobre los rebeldes.
Entretanto Monteverde avanzaba desde Coro sin interrupción por la vía de los Llanos Occidentales con la disposición de llevar auxilios a los valencianos y apoderarse de la plaza. No pudo llegar a tiempo para evitarles su primera rendición.

Posesionado de la plaza de Valencia, el general Miranda ordenó fortificar todas sus aproximaciones, llegándose a determinar que a Monteverde le sería muy difícil conquistarla con los medios de que disponía. Pero aún conociendo que los medios hubieren sido escasos, la sola amenaza de un Monteverde invencible que se acercaba presuroso , obligó a un Miranda inseguro a retroceder, primero a Guacara, después a La Cabrera, a La Victoria y por último San Mateo.
Ahí, entre San Mateo y La Victoria se sostuvo Miranda,indeciso y titubeante, mientras el enemigo continuaba avanzando sobre él.

La caída de Puerto Cabello.

Una nueva traición, esta vez producida en la plaza de Puerto Cabello dió al traste con todos los planes republicanos. Un oscuro oficial de las tropas destacadas como custodia en el Castillo de San Felipe, el teniente Francisco Vinony (o Vinoni) aprovechando la ausencia del comandante de la fortaleza (coronel Ramón Aymerich), renegó de a la causa patriota, se declarò realista y puso en libertad a los prisioneros españoles allí detenidos.
El pabellón español fué izado prontamente mientras se enviaba aviso a Monteverde para que acelerara la aproximacion por San Esteban y trajera el auxilio necesario. Este evento sirvió para acabar definitivamente con la recién nacida Primera República.
Miranda ante la pérdida de la plaza, reconoció prematuramente su derrota y propuso a Monteverde una – todavía hoy discutible -capitulación. Mas adelante, cuando el mal estaba hecho ya, trató de justificar sus decisiones con argumentos propios de su discutible personalidad.

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